El cuarto huracán de la actual temporada ciclónica, avanza por el Mar Caribe oriental y pudiera impactar la Florida o las Carolinas, en la costa atlántica estadounidense en los próximos días. Un poco más distante se ubica Ike, la novena tormenta del año, mientras la décima depresión tropical se localiza al sur-sureste de las islas de Cabo Verde.
En tanto, Gustav -reducido a tormenta tropical- se encuentra al noroeste de Lafayette, Louisiana, tras dejar un centenar de victimas a su paso por el Caribe y el sur de Estados Unidos. Sin embargo, podría decirse que esto es solo el principio, pues los pronósticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), indican la posible formación de entre 14 y 18 tormentas con nombre, de las cuales, entre siete y 10 serán huracanes, de tres a seis de gran intensidad. Según la NOAA existen condiciones atmosféricas y oceánicas favorables para ello, temperaturas más cálidas y efectos persistentes del fenómeno La Niña.
Gerry Bell, del Centro de Predicción del Clima de la NOAA, destacó que la situación imperante incluye también la reducida cizalladura del viento, vientos alisios más débiles, así como un sistema activo del monzón del África del Oeste (brisas que fluyen desde el continente africano). Otro indicador que favorece una estación superior a lo normal, es un mes de julio muy activo, el tercero más activo desde 1886, agregó.
A pesar que la temporada ciclónica comienza el 1 de junio, en mayo la tormenta tropical Arturo afectó a la península de Yucatán, México. En julio nació Bertha, primer huracán del período, y sorprendió a los expertos por la velocidad y vigor con que se fortaleció. Ese mismo mes se formó la tormenta tropical Cristóbal, y Dolly hizo su aparición como huracán de categoría dos. Más tarde, el 5 de agosto, se desarrolló la tormenta tropical Eduardo, seguida por Fay.
Los ciclones siguen un sistema de nombres establecido por la Organización Meteorológica Mundial, que incluye una lista ordenada alfabéticamente. En el caso de aquellos que identifican a huracanes muy destructivos no vuelven a emplearse nunca más. Tal es el caso de Katrina, que golpeó Estados Unidos en 2005, y el Match, Honduras, 1998.
La práctica de relacionar a los fenómenos meteorológicos comenzó hacia los primeros años del pasado siglo, con el objetivo de ayudar a identificar rápidamente los ciclones tropicales en los mensajes de alarma. De acuerdo con la lista de tormentas previstas para este año en el Atlántico, a Ike le seguirán Josephine, Kyle, Laura, Marco, Nana, Omar, Paloma, Rene, Rally, Teddy, Vicky y Wilfred.
En el caso de que más de 21 ciclones tropicales con nombre ocurran en la temporada del Atlántico, tormentas adicionales tomarán su nombre del alfabeto Griego: Alpha, Beta, Gamma, Delta.
Como podemos observar la madre naturaleza cada vez demuestra con mucha fuerza su poder y la impotencia del hombre para poder hacerle frente, será que el planeta esta pasando factura a los paises que más contaminan o la humanidad como un todo tendrá que tomar nota de todas estas señales y comenzar a realizar acciones que contribuyan a mejorar nuestro medio ambiente?
En tanto, Gustav -reducido a tormenta tropical- se encuentra al noroeste de Lafayette, Louisiana, tras dejar un centenar de victimas a su paso por el Caribe y el sur de Estados Unidos. Sin embargo, podría decirse que esto es solo el principio, pues los pronósticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), indican la posible formación de entre 14 y 18 tormentas con nombre, de las cuales, entre siete y 10 serán huracanes, de tres a seis de gran intensidad. Según la NOAA existen condiciones atmosféricas y oceánicas favorables para ello, temperaturas más cálidas y efectos persistentes del fenómeno La Niña.
Gerry Bell, del Centro de Predicción del Clima de la NOAA, destacó que la situación imperante incluye también la reducida cizalladura del viento, vientos alisios más débiles, así como un sistema activo del monzón del África del Oeste (brisas que fluyen desde el continente africano). Otro indicador que favorece una estación superior a lo normal, es un mes de julio muy activo, el tercero más activo desde 1886, agregó.
A pesar que la temporada ciclónica comienza el 1 de junio, en mayo la tormenta tropical Arturo afectó a la península de Yucatán, México. En julio nació Bertha, primer huracán del período, y sorprendió a los expertos por la velocidad y vigor con que se fortaleció. Ese mismo mes se formó la tormenta tropical Cristóbal, y Dolly hizo su aparición como huracán de categoría dos. Más tarde, el 5 de agosto, se desarrolló la tormenta tropical Eduardo, seguida por Fay.
Los ciclones siguen un sistema de nombres establecido por la Organización Meteorológica Mundial, que incluye una lista ordenada alfabéticamente. En el caso de aquellos que identifican a huracanes muy destructivos no vuelven a emplearse nunca más. Tal es el caso de Katrina, que golpeó Estados Unidos en 2005, y el Match, Honduras, 1998.
La práctica de relacionar a los fenómenos meteorológicos comenzó hacia los primeros años del pasado siglo, con el objetivo de ayudar a identificar rápidamente los ciclones tropicales en los mensajes de alarma. De acuerdo con la lista de tormentas previstas para este año en el Atlántico, a Ike le seguirán Josephine, Kyle, Laura, Marco, Nana, Omar, Paloma, Rene, Rally, Teddy, Vicky y Wilfred.
En el caso de que más de 21 ciclones tropicales con nombre ocurran en la temporada del Atlántico, tormentas adicionales tomarán su nombre del alfabeto Griego: Alpha, Beta, Gamma, Delta.
Como podemos observar la madre naturaleza cada vez demuestra con mucha fuerza su poder y la impotencia del hombre para poder hacerle frente, será que el planeta esta pasando factura a los paises que más contaminan o la humanidad como un todo tendrá que tomar nota de todas estas señales y comenzar a realizar acciones que contribuyan a mejorar nuestro medio ambiente?
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