Aunque España ha aparcado por un momento la discusión sobre la la ventaja del Barça sobre el Real Madrid en la punta de la tabla de posiciones por la crucial semana que se les viene en Champions, los jugadores de ambos equipos no han querido desaprovechar la oportunidad de lanzarse dardos y mensajes un tanto confrontativos.
Por el lado madridista, el defensor Pepe dio por descontado el triunfo de su equipo en el clásico y aseguró ayer que sólo los separa tres puntos de los catalanes. Andrés Iniesta, por el lado azulgrana, le respondió que será el conjunto catalán quien gane la liga y que eso depende sólo de ellos. Además, el centrocampista agregó que en el clásico se verá un mejor Barcelona.
Pero lo que verdaderamente copa la atención de España es la semana de alta tensión que les tiene reservada la Liga de Campeones de Europa. En el campeonato continental, el futuro del fútbol español está en el aire, al amparo de los compromisos de vuelta y del devenir en Liverpool, en Atenas, en Oporto y en Barcelona.
Será una jornada de nervios para madridistas, que, desprovistos por su vecino Atlético de Madrid de la racha triunfal de la que presumía en Liga, visita Anfield con la obligación de ganar al Liverpool, tácticamente rentabilizado con el tanto del israelí Yossi Benayoun en el Bernabéu. Atlético de Madrid y Villarreal, por su parte, también necesitan marcar en los campos de Oporto y del Panathinaikos, respectivamente. Los colchoneros contemplan la cita de Portugal fortalecido por la imagen y la rentabilidad extraída ante el Barça y el Madrid. El Villarreal espera un "infierno" en el Olímpico de Atenas.
Tranquilidad
El Barcelona, en tanto, recuperó el fútbol y el triunfo ante el Athletic de Bilbao, pero perdió a su capitán Carles Puyol, lesionado para tres semanas. Recibe al Lyon, que mantiene la duda de si podrá contar con su estrella Karim Benzema, que sufrió un golpe en el partido del sábado contra el Lille.
Europa, por el momento, toma protagonismo y hace esperar el pleito entre azulgrana y merengues en la Liga, ese que, por el momento, tiene a los catalanes a seis puntos de ventaja de los madridistas, pero que aún despierta esperanzas de un nuevo tropiezo del líder. La Liga, que una semana atrás parecía estar viva, toma un respiro por lo caliente de la Champions y será hasta el próximo fin de semana que será si sigue con vida o si empieza a preparar la fiesta del barcelonismo.
Por el lado madridista, el defensor Pepe dio por descontado el triunfo de su equipo en el clásico y aseguró ayer que sólo los separa tres puntos de los catalanes. Andrés Iniesta, por el lado azulgrana, le respondió que será el conjunto catalán quien gane la liga y que eso depende sólo de ellos. Además, el centrocampista agregó que en el clásico se verá un mejor Barcelona.
Pero lo que verdaderamente copa la atención de España es la semana de alta tensión que les tiene reservada la Liga de Campeones de Europa. En el campeonato continental, el futuro del fútbol español está en el aire, al amparo de los compromisos de vuelta y del devenir en Liverpool, en Atenas, en Oporto y en Barcelona.
Será una jornada de nervios para madridistas, que, desprovistos por su vecino Atlético de Madrid de la racha triunfal de la que presumía en Liga, visita Anfield con la obligación de ganar al Liverpool, tácticamente rentabilizado con el tanto del israelí Yossi Benayoun en el Bernabéu. Atlético de Madrid y Villarreal, por su parte, también necesitan marcar en los campos de Oporto y del Panathinaikos, respectivamente. Los colchoneros contemplan la cita de Portugal fortalecido por la imagen y la rentabilidad extraída ante el Barça y el Madrid. El Villarreal espera un "infierno" en el Olímpico de Atenas.
Tranquilidad
El Barcelona, en tanto, recuperó el fútbol y el triunfo ante el Athletic de Bilbao, pero perdió a su capitán Carles Puyol, lesionado para tres semanas. Recibe al Lyon, que mantiene la duda de si podrá contar con su estrella Karim Benzema, que sufrió un golpe en el partido del sábado contra el Lille.
Europa, por el momento, toma protagonismo y hace esperar el pleito entre azulgrana y merengues en la Liga, ese que, por el momento, tiene a los catalanes a seis puntos de ventaja de los madridistas, pero que aún despierta esperanzas de un nuevo tropiezo del líder. La Liga, que una semana atrás parecía estar viva, toma un respiro por lo caliente de la Champions y será hasta el próximo fin de semana que será si sigue con vida o si empieza a preparar la fiesta del barcelonismo.
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