Kevin tiene 14 años, es mestizo, robusto, nació en Ecuador y ha crecido en Madrid. "Yo no soy de los Latin King ni de Los Ñetas, soy un Burger King", comenta con acento madrileño, mientras sonríe. Kevin es uno de los miles de nuevos españoles, hijos de inmigrantes que han llegado a España o que han nacido aquí.
El 70% son de origen latinoamericano y no se sienten discriminados por ello. El estudio más grande sobre segundas generaciones de inmigrantes hecho en Europa se ha presentado en España, "La segunda generación. Un estudio longitudinal". Las universidades de Princeton, Estados Unidos, y Comillas, España, han analizado casi 7,000 casos de adolescentes de colegios de Madrid y Barcelona.
La mayoría de los entrevistados no siente rechazo, pero cuatro de cada diez chicos se irían a vivir de mayores a otro lugar. Las aspiraciones son muy importantes porque pueden predecir lo que va a pasar a largo plazo. Si aspiras llegar a la universidad puedes o no llegar, pero si no aspiras no llegas. Alejandro Portes, sociólogo, sostiene que tambien conocen y les preocupa las peleas entre pandillas en los colegios, aunque destacan el desempeño de sus profesores.
Así mismo, sienten que tienen igualdad de oportunidades pero sus aspiraciones son modestas: una tercera parte no sueña con ser médicos o ingenieros; quieren ser albañiles o camareros. "Los chicos no se perciben como perseguidos y consideran que las personas no blancas tienen buenas oportunidades de ascender en España", explica el sociólogo cubano-estadounidense Alejandro Portes, autor del estudio junto a la socióloga colombiana Rosa Paricio. "Ahora bien, las aspiraciones son muy importantes porque pueden predecir lo que va a pasar a largo plazo. Si aspiras llegar a la universidad puedes o no llegar, pero si no aspiras no llegas", asegura.
Integración
Según Portes, "hay un desfase entre el nivel educativo de los padres y su ocupación porque suelen trabajar en oficios de poca remuneración". Una tercera parte de los jóvenes quieren ser albañiles o camareros. "Puede ser que los chicos no perciban los beneficios de la educación en términos de estatus e ingresos", señala el investigador. Portes, director del Departamento de Sociología de Princeton, realizó el estudio de segundas generaciones más grande de Estados Unidos. Allí aplicó su teoría de la asimilación segmentada, según la cual lo importante no es saber si los inmigrantes se van a integrar sino en cuál sector de la sociedad lo harán. El 80% de los nuevos estadounidenses aspiraba llegar a la universidad.
Diferencias con EE.UU.
En opinión del investigador, el éxito de un inmigrante depende de la educación de los padres, la unión de las familias y el contexto de la recepción. España es un país de inmigración masiva reciente pero con un porcentaje tan alto como el de Estados Unidos. Alejandro Portes sostiene que "España es un país de inmigración masiva reciente pero con un porcentaje tan alto como el de Estados Unidos. Hay xenofobia pero no cala profundamente, hay una relativa tolerancia", asegura Portes.
"España necesita un modelo para enfrentar este fenómeno de una forma inteligente; no me refiero a una integración forzada, sino a dejar que se integren en paz", añade. El sociólogo plantea que, a pesar de que en Estados Unidos los hijos de inmigrantes a veces son discriminados, tienen las herramientas para abrirse paso.
Obama
Los casos de éxito de inmigrantes en Europa con respecto a EE.UU. no son tan comunes. El padre de Obama era de Kenia. El presidente creció en Indonesia. Ejemplos como el del alcalde chicano de Los Ángeles o el propio presidente de EE.UU., Barack Obama, aún no se vislumbran. "Obama es único pero pertenece a esas segundas generaciones. En Europa la identidad está muy aferrada a temas como la nacionalidad", dice Portes.
"En ese sentido, EE.UU. no es un país de sangre y lenguas, es un país de leyes. En Francia parece que se han estancado las segundas generaciones y aún está por ver su evolución", agrega.
Latinoamérica
El estudio también ha confirmado un fenómeno: la Latinoamérica del exterior crece fundamentalmente en dos países, Estados Unidos y España. Lo que sí es muy probable es que los nuevos españoles mantengan más los vínculos con los países de sus padres desde España que desde Estados Unidos, donde rápidamente se distancian de la problemática latinoamericana. Alejandro Portes menciona que "quizás en España la integración sea más fácil por el idioma y los referentes culturales. Sin embargo, las vías de ascenso no son tan grandes. Es un país rico pero relativamente mediano", explica el investigador cubano-estadounidense.
"Lo que sí es muy probable es que los nuevos españoles mantengan más los vínculos con los países de sus padres desde España que desde Estados Unidos, donde rápidamente se distancian de la problemática latinoamericana", detalla el experto. Según el Instituto Nacional de Estadística de España, el 70% de los inmigrantes (tres millones) son latinoamericanos, de países como Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia.
Esa Latinoamérica se observa en las decenas de negocios y medios latinos que hay en ciudades como Madrid. Para los chicos del estudio, la identidad nacional es algo muy importante (85%), pero más de la mitad no se considera español. "Esto simplemente refleja el carácter reciente de la inmigración. Los hijos de inmigrantes se identifican con el país de sus padres, se ven como extranjeros. Esto cambia con los que ya nacen en España, que se sienten españoles y quieren vivir en España", comenta Portes.
Crisis
Los nuevos españoles se enfrentan a un obstáculo inesperado: la crisis económica. La familia de Portes salió de Cuba después de la llegada al poder de Fidel Castro. España es el país de la Unión Europea con más tasa de desempleo y muchos de los afectados son inmigrantes que trabajaban en la construcción o en el servicio doméstico. "Hay gente que está regresando a sus países. Lo vemos en EE.UU. con los mexicanos. Las cosas tienen que ponerse muy mal para que haya un retorno masivo. En España conozco el caso colombiano", destaca el sociólogo. "La tendencia es que quienes tienen hijos, van a hacer todo lo posible por aguantar. Ahora bien la crisis puede forzar el abandono escolar en casos extremos", advierte.
Contexto
Portes también es inmigrante de segunda generación. Su familia salió de Cuba después de la llegada al poder de Fidel Castro. Tuvo suerte, tenía las herramientas para abrirse paso en su nuevo país. "Mis padres sabían la importancia de la educación y siempre nos mantuvimos juntos", dice.
Pero reconoce que, además, los cubanos tenían el contexto a favor. "Fuimos bien recibidos por el hecho de estar opuestos a Castro. Teníamos becas. No ha pasado lo mismo con los colombianos o con los hijos de inmigrantes mexicanos. Es un claro ejemplo de tener el contexto en contra", subraya.
El 70% son de origen latinoamericano y no se sienten discriminados por ello. El estudio más grande sobre segundas generaciones de inmigrantes hecho en Europa se ha presentado en España, "La segunda generación. Un estudio longitudinal". Las universidades de Princeton, Estados Unidos, y Comillas, España, han analizado casi 7,000 casos de adolescentes de colegios de Madrid y Barcelona.
La mayoría de los entrevistados no siente rechazo, pero cuatro de cada diez chicos se irían a vivir de mayores a otro lugar. Las aspiraciones son muy importantes porque pueden predecir lo que va a pasar a largo plazo. Si aspiras llegar a la universidad puedes o no llegar, pero si no aspiras no llegas. Alejandro Portes, sociólogo, sostiene que tambien conocen y les preocupa las peleas entre pandillas en los colegios, aunque destacan el desempeño de sus profesores.
Así mismo, sienten que tienen igualdad de oportunidades pero sus aspiraciones son modestas: una tercera parte no sueña con ser médicos o ingenieros; quieren ser albañiles o camareros. "Los chicos no se perciben como perseguidos y consideran que las personas no blancas tienen buenas oportunidades de ascender en España", explica el sociólogo cubano-estadounidense Alejandro Portes, autor del estudio junto a la socióloga colombiana Rosa Paricio. "Ahora bien, las aspiraciones son muy importantes porque pueden predecir lo que va a pasar a largo plazo. Si aspiras llegar a la universidad puedes o no llegar, pero si no aspiras no llegas", asegura.
Integración
Según Portes, "hay un desfase entre el nivel educativo de los padres y su ocupación porque suelen trabajar en oficios de poca remuneración". Una tercera parte de los jóvenes quieren ser albañiles o camareros. "Puede ser que los chicos no perciban los beneficios de la educación en términos de estatus e ingresos", señala el investigador. Portes, director del Departamento de Sociología de Princeton, realizó el estudio de segundas generaciones más grande de Estados Unidos. Allí aplicó su teoría de la asimilación segmentada, según la cual lo importante no es saber si los inmigrantes se van a integrar sino en cuál sector de la sociedad lo harán. El 80% de los nuevos estadounidenses aspiraba llegar a la universidad.
Diferencias con EE.UU.
En opinión del investigador, el éxito de un inmigrante depende de la educación de los padres, la unión de las familias y el contexto de la recepción. España es un país de inmigración masiva reciente pero con un porcentaje tan alto como el de Estados Unidos. Alejandro Portes sostiene que "España es un país de inmigración masiva reciente pero con un porcentaje tan alto como el de Estados Unidos. Hay xenofobia pero no cala profundamente, hay una relativa tolerancia", asegura Portes.
"España necesita un modelo para enfrentar este fenómeno de una forma inteligente; no me refiero a una integración forzada, sino a dejar que se integren en paz", añade. El sociólogo plantea que, a pesar de que en Estados Unidos los hijos de inmigrantes a veces son discriminados, tienen las herramientas para abrirse paso.
Obama
Los casos de éxito de inmigrantes en Europa con respecto a EE.UU. no son tan comunes. El padre de Obama era de Kenia. El presidente creció en Indonesia. Ejemplos como el del alcalde chicano de Los Ángeles o el propio presidente de EE.UU., Barack Obama, aún no se vislumbran. "Obama es único pero pertenece a esas segundas generaciones. En Europa la identidad está muy aferrada a temas como la nacionalidad", dice Portes.
"En ese sentido, EE.UU. no es un país de sangre y lenguas, es un país de leyes. En Francia parece que se han estancado las segundas generaciones y aún está por ver su evolución", agrega.
Latinoamérica
El estudio también ha confirmado un fenómeno: la Latinoamérica del exterior crece fundamentalmente en dos países, Estados Unidos y España. Lo que sí es muy probable es que los nuevos españoles mantengan más los vínculos con los países de sus padres desde España que desde Estados Unidos, donde rápidamente se distancian de la problemática latinoamericana. Alejandro Portes menciona que "quizás en España la integración sea más fácil por el idioma y los referentes culturales. Sin embargo, las vías de ascenso no son tan grandes. Es un país rico pero relativamente mediano", explica el investigador cubano-estadounidense.
"Lo que sí es muy probable es que los nuevos españoles mantengan más los vínculos con los países de sus padres desde España que desde Estados Unidos, donde rápidamente se distancian de la problemática latinoamericana", detalla el experto. Según el Instituto Nacional de Estadística de España, el 70% de los inmigrantes (tres millones) son latinoamericanos, de países como Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia.
Esa Latinoamérica se observa en las decenas de negocios y medios latinos que hay en ciudades como Madrid. Para los chicos del estudio, la identidad nacional es algo muy importante (85%), pero más de la mitad no se considera español. "Esto simplemente refleja el carácter reciente de la inmigración. Los hijos de inmigrantes se identifican con el país de sus padres, se ven como extranjeros. Esto cambia con los que ya nacen en España, que se sienten españoles y quieren vivir en España", comenta Portes.
Crisis
Los nuevos españoles se enfrentan a un obstáculo inesperado: la crisis económica. La familia de Portes salió de Cuba después de la llegada al poder de Fidel Castro. España es el país de la Unión Europea con más tasa de desempleo y muchos de los afectados son inmigrantes que trabajaban en la construcción o en el servicio doméstico. "Hay gente que está regresando a sus países. Lo vemos en EE.UU. con los mexicanos. Las cosas tienen que ponerse muy mal para que haya un retorno masivo. En España conozco el caso colombiano", destaca el sociólogo. "La tendencia es que quienes tienen hijos, van a hacer todo lo posible por aguantar. Ahora bien la crisis puede forzar el abandono escolar en casos extremos", advierte.
Contexto
Portes también es inmigrante de segunda generación. Su familia salió de Cuba después de la llegada al poder de Fidel Castro. Tuvo suerte, tenía las herramientas para abrirse paso en su nuevo país. "Mis padres sabían la importancia de la educación y siempre nos mantuvimos juntos", dice.
Pero reconoce que, además, los cubanos tenían el contexto a favor. "Fuimos bien recibidos por el hecho de estar opuestos a Castro. Teníamos becas. No ha pasado lo mismo con los colombianos o con los hijos de inmigrantes mexicanos. Es un claro ejemplo de tener el contexto en contra", subraya.
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