Según Friedrich Nietzsche, "No es arte pequeño el de dormir: para llegar a dominarlo hay que pasarse todo el día despierto". A medida que la vida moderna avanza los seres humanos nos encontramos con más ocupaciones y con menos horas de sueño.
Desde niños oímos que hay que dormir ocho horas cada día... pero conforme vamos creciendo parece que llegar a esa meta es cada vez más complicado. Cuando logramos descansar los 480 minutos que nos recomendaron en la infancia nos sentimos afortunados. Esto ha provocado un fuerte debate científico sobre cuántas horas hay que dormir y cuáles son las funciones del sueño.
Pongo a cargar el teléfono celular y apago la luz. El reloj marca las 11:35 pm. Calculo que podré dormir aproximadamente seis horas y media. Después me duermo.
Al dormir nuestro cerebro atraviesa por muchas fases. En algunas, como en el llamado R.E.M (por sus siglas en inglés) o Movimiento Ocular Rápido, el cerebro está muy activo. Las personas que se despiertan tras esta fase suelen recordar vividamente lo que soñaron. Pero este tipo de sueño ocurre a intervalos y dura en total entre 90 y 120 minutos.
Me despierto. Me preocupa que lleve dos días intentando arreglar un enrutador o router -el aparato que distribuye la conexión de internet en mi casa- sin conseguirlo. Pienso que debe haber una opción que no he considerado. El reloj marca las 3:00 am. "Me quedan tres horas de sueño", pienso, y cierro los ojos nuevamente.
existe un un estudio de la Universidad de Wisconsin que afirma que no se puede vivir sin dormir, pues la falta de sueño constante puede propiciar la muerte. Si el cuerpo reacciona mal por no dormir, reflexiona el documento, es porque el sueño debe tener una función anatómica muy importante.
El problema es que nadie parece saber cuál es. Son las 4:30 am. doy vueltas porque ahora si no puedo conciliar el sueño gracias al enrutador. Mi mente vuela. Me río porque me acuerdo de mi infancia. Cuando iba a la escuela primaria mis hermanas me despertaban en la mañana y yo no podía reaccionar. Me sentaba en la cama, pero cerraba los ojos y dormía. Ellas me decían: "David, ¡no te duermas!" y yo respondía "No estoy dormido, estoy pensando". Estaba dormido, claro.
Algunas teorías apuntan a que durante la fase más profunda del sueño, la memoria y el subconsciente se ejercitan, dado que cuando estamos despiertos estas fases no están activas. Según esta teoría, este reacomodo nos ayuda a despertarnos sintiéndonos más creativos; de ahí la frase "voy a consultarlo con la almohada".
Esto ocurriría en alguna de las tres etapas que no son R.E.M., quizá en la fase donde se cree que ocurre el sueño más profundo. Las personas que se despiertan tras este periodo se sienten "atontadas" y algunas pruebas indican que el rendimiento cerebral disminuye hasta por 30 minutos.
6:00 am. Le gano al despertador por un minuto y curiosamente no me siento tan cansado. Evalúo si vale la pena dormir un poco más, pero temo que si lo intento ahora sí despertaré con sueño; un lujo que no puedo darme cuando tengo que resolver el "importante" problema del enrutador.
La vida moderna y la tecnología provocan un aumento en nuestras actividades pero también podrían afectar nuestro sueño. Algunos estudios han alertado, por ejemplo, sobre el hecho de que la señal de los teléfonos celulares puede afectar el patrón normal de sueño provocando insomnio y falta de concentración.
Así que aunque no sabemos si dormir ejercita nuestra memoria, nos hace más creativos o cumple una función cerebral irreemplazable, podemos decir que es esencial. Por ello quizá de vez en cuando hay que desconectarse un poco, no soñar con enrutadores, cerrar los ojos y dejar que el cuerpo descanse.Buenos días. Buenas noches.
Desde niños oímos que hay que dormir ocho horas cada día... pero conforme vamos creciendo parece que llegar a esa meta es cada vez más complicado. Cuando logramos descansar los 480 minutos que nos recomendaron en la infancia nos sentimos afortunados. Esto ha provocado un fuerte debate científico sobre cuántas horas hay que dormir y cuáles son las funciones del sueño.
Pongo a cargar el teléfono celular y apago la luz. El reloj marca las 11:35 pm. Calculo que podré dormir aproximadamente seis horas y media. Después me duermo.
Al dormir nuestro cerebro atraviesa por muchas fases. En algunas, como en el llamado R.E.M (por sus siglas en inglés) o Movimiento Ocular Rápido, el cerebro está muy activo. Las personas que se despiertan tras esta fase suelen recordar vividamente lo que soñaron. Pero este tipo de sueño ocurre a intervalos y dura en total entre 90 y 120 minutos.
Me despierto. Me preocupa que lleve dos días intentando arreglar un enrutador o router -el aparato que distribuye la conexión de internet en mi casa- sin conseguirlo. Pienso que debe haber una opción que no he considerado. El reloj marca las 3:00 am. "Me quedan tres horas de sueño", pienso, y cierro los ojos nuevamente.
existe un un estudio de la Universidad de Wisconsin que afirma que no se puede vivir sin dormir, pues la falta de sueño constante puede propiciar la muerte. Si el cuerpo reacciona mal por no dormir, reflexiona el documento, es porque el sueño debe tener una función anatómica muy importante.
El problema es que nadie parece saber cuál es. Son las 4:30 am. doy vueltas porque ahora si no puedo conciliar el sueño gracias al enrutador. Mi mente vuela. Me río porque me acuerdo de mi infancia. Cuando iba a la escuela primaria mis hermanas me despertaban en la mañana y yo no podía reaccionar. Me sentaba en la cama, pero cerraba los ojos y dormía. Ellas me decían: "David, ¡no te duermas!" y yo respondía "No estoy dormido, estoy pensando". Estaba dormido, claro.
Algunas teorías apuntan a que durante la fase más profunda del sueño, la memoria y el subconsciente se ejercitan, dado que cuando estamos despiertos estas fases no están activas. Según esta teoría, este reacomodo nos ayuda a despertarnos sintiéndonos más creativos; de ahí la frase "voy a consultarlo con la almohada".
Esto ocurriría en alguna de las tres etapas que no son R.E.M., quizá en la fase donde se cree que ocurre el sueño más profundo. Las personas que se despiertan tras este periodo se sienten "atontadas" y algunas pruebas indican que el rendimiento cerebral disminuye hasta por 30 minutos.
6:00 am. Le gano al despertador por un minuto y curiosamente no me siento tan cansado. Evalúo si vale la pena dormir un poco más, pero temo que si lo intento ahora sí despertaré con sueño; un lujo que no puedo darme cuando tengo que resolver el "importante" problema del enrutador.
La vida moderna y la tecnología provocan un aumento en nuestras actividades pero también podrían afectar nuestro sueño. Algunos estudios han alertado, por ejemplo, sobre el hecho de que la señal de los teléfonos celulares puede afectar el patrón normal de sueño provocando insomnio y falta de concentración.
Así que aunque no sabemos si dormir ejercita nuestra memoria, nos hace más creativos o cumple una función cerebral irreemplazable, podemos decir que es esencial. Por ello quizá de vez en cuando hay que desconectarse un poco, no soñar con enrutadores, cerrar los ojos y dejar que el cuerpo descanse.Buenos días. Buenas noches.
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