El fútbol es justo. Al menos ayer hubo justicia en el Cuscatlán no sólo por lo que Metapán hizo en el Clausura 2009, sino porque fue quien mostró mejor actitud y fútbol en la final ante Firpo, a quien derrotó 1-0, para alzar la copa de campeón por segunda vez consecutiva.
Porque Firpo mostró esa cara de aspirante a campeón nomás que 12 minutos. Esa docena de minutos donde Metapán apenas se acomodaba en el terreno de juego que los usulutecos no supieron aprovechar.
Por eso, al 3', Herbert Barrera tuvo en sus pies la apertura del marcador, pero el poste derecho de Dagoberto Portillo se lo negó cuando el meta metapaneco ya estaba vencido. El delantero firpense le ganó un balón a Ernesto Aquino, pero su disparo se estrelló en el poste.
En adelante, el cuadro usuluteco se diluyó hasta, por un buen tramo de tiempo, desaparecer de la cancha. Firpo jugó, para desilusión de ese buen número de aficionados que colmó poco menos de la mitad del Cuscatlán, para perder ayer.
Metapán, en cambio, pasado el susto de Barrera, se hizo del balón, se lo escondió a Firpo y le "comió" la mediacancha. Tanto que, en cuatro minutos, visitó en cuatro ocasiones la meta pampera.
Quizás el gran error de Metapán fue insistir con el pelotazo largo buscando a Anel Canales y a Williams Reyes cuando podía llegar por las bandas, donde ni Romeo Monteagudo ni Emerson Véliz hacían mayor cosa ni para marcar ni para ir al ataque.
Metapán transitó la mediacancha con comodidad, con un Alexander Amaya como en sus mejores tiempos, un Paolo Suárez escondiendo el balón e inventándose faltas y un Canales ganando todo arriba, a pesar de los esfuerzos de Manuel Salazar, Víctor Turcios, Edwin González y todo quien le llegara.
Firpo no se encontraba en la cancha y recurrió, más por la falta de volantes, al pelotazo para buscar a Barrera y Leguizamón, pero la estatura de los atacantes facilitaba la labor de Aquino, William Figueroa y Alexander Escobar.
Si Metapán no se fue al descanso en ventaja fue porque no supo aprovechar los errores defensivos pamperos, más que por virtud del rival.
Firpo llegó del descanso peor de como se había ido. Con el espectáculo instalado en las gradas (ver nota aparte), Monteagudo y Véliz siguieron con su concierto de desatinos.
Los caleros, en cambio, entraron conscientes de que ese era su partido, su oportunidad, y más con un Firpo que le permitía pensar en grande.
Si bien es cierto Firpo urge de un creativo desde hace mucho tiempo, no hubiera sido suficiente porque, en verdad, ayer urgió de toda una volantía.
Agustín Castillo quiso enrumbar el camino mandando a Francisco Medrano por Monteagudo y a Patricio Barroche por Barrera, pero el cuadro usuluteco no cambió en nada.
Con Firpo haciendo aguas en medio, Metapán encontró la tranquilidad necesaria para encontrar la victoria. Nunca Firpo encontró ni el hombre que cortara los avances jaguares, ni mucho menos el que empujara al frente.
Al 68', Metapán encontró el premio a su mejor actitud. Un centro de Ernesto Iraheta que rechazó Juanjo Gómez al centro halló a Alex Amaya entrando sólo por el centro para poner el balón en el ángulo izquierdo de la portería pampera para instalar la locura en el Cuscatlán.
En adelante, por ilógico que parezca, quien estuvo más cerca del gol fue Metapán. Por eso merece mención aparte el remate de Pompilio Cacho que le pudo dar el empate a Firpo, por injusto que parezca.
Metapán terminó al ritmo del olé, olé de su afición, esa misma que ahora presume de su dinastía y de un bicampeonato que desde hace mucho se veía venir para un cuadro que, por lejos, fue el mejor del campeonato que finalizó ayer.
Porque Firpo mostró esa cara de aspirante a campeón nomás que 12 minutos. Esa docena de minutos donde Metapán apenas se acomodaba en el terreno de juego que los usulutecos no supieron aprovechar.
Por eso, al 3', Herbert Barrera tuvo en sus pies la apertura del marcador, pero el poste derecho de Dagoberto Portillo se lo negó cuando el meta metapaneco ya estaba vencido. El delantero firpense le ganó un balón a Ernesto Aquino, pero su disparo se estrelló en el poste.
En adelante, el cuadro usuluteco se diluyó hasta, por un buen tramo de tiempo, desaparecer de la cancha. Firpo jugó, para desilusión de ese buen número de aficionados que colmó poco menos de la mitad del Cuscatlán, para perder ayer.
Metapán, en cambio, pasado el susto de Barrera, se hizo del balón, se lo escondió a Firpo y le "comió" la mediacancha. Tanto que, en cuatro minutos, visitó en cuatro ocasiones la meta pampera.
Quizás el gran error de Metapán fue insistir con el pelotazo largo buscando a Anel Canales y a Williams Reyes cuando podía llegar por las bandas, donde ni Romeo Monteagudo ni Emerson Véliz hacían mayor cosa ni para marcar ni para ir al ataque.
Metapán transitó la mediacancha con comodidad, con un Alexander Amaya como en sus mejores tiempos, un Paolo Suárez escondiendo el balón e inventándose faltas y un Canales ganando todo arriba, a pesar de los esfuerzos de Manuel Salazar, Víctor Turcios, Edwin González y todo quien le llegara.
Firpo no se encontraba en la cancha y recurrió, más por la falta de volantes, al pelotazo para buscar a Barrera y Leguizamón, pero la estatura de los atacantes facilitaba la labor de Aquino, William Figueroa y Alexander Escobar.
Si Metapán no se fue al descanso en ventaja fue porque no supo aprovechar los errores defensivos pamperos, más que por virtud del rival.
Firpo llegó del descanso peor de como se había ido. Con el espectáculo instalado en las gradas (ver nota aparte), Monteagudo y Véliz siguieron con su concierto de desatinos.
Los caleros, en cambio, entraron conscientes de que ese era su partido, su oportunidad, y más con un Firpo que le permitía pensar en grande.
Si bien es cierto Firpo urge de un creativo desde hace mucho tiempo, no hubiera sido suficiente porque, en verdad, ayer urgió de toda una volantía.
Agustín Castillo quiso enrumbar el camino mandando a Francisco Medrano por Monteagudo y a Patricio Barroche por Barrera, pero el cuadro usuluteco no cambió en nada.
Con Firpo haciendo aguas en medio, Metapán encontró la tranquilidad necesaria para encontrar la victoria. Nunca Firpo encontró ni el hombre que cortara los avances jaguares, ni mucho menos el que empujara al frente.
Al 68', Metapán encontró el premio a su mejor actitud. Un centro de Ernesto Iraheta que rechazó Juanjo Gómez al centro halló a Alex Amaya entrando sólo por el centro para poner el balón en el ángulo izquierdo de la portería pampera para instalar la locura en el Cuscatlán.
En adelante, por ilógico que parezca, quien estuvo más cerca del gol fue Metapán. Por eso merece mención aparte el remate de Pompilio Cacho que le pudo dar el empate a Firpo, por injusto que parezca.
Metapán terminó al ritmo del olé, olé de su afición, esa misma que ahora presume de su dinastía y de un bicampeonato que desde hace mucho se veía venir para un cuadro que, por lejos, fue el mejor del campeonato que finalizó ayer.
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