La euforia por la victoria del sábado ante México ya es cosa del pasado. El 2-1 que catapultó a El Salvador al tercer lugar de la hexagonal de CONCACAF y que hundió a los aztecas en el quinto puesto en la clasificación ha quedado atrás para la selección nacional que hoy ya amaneció en Honduras con la mente puesta en conseguir, el miércoles, un resultado que permita seguir aumentando las esperanzas de poder estar presente en Sudáfrica 2010.
Una victoria en el estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula es el objetivo principal del técnico de la Azul, Carlos De los Cobos. Sin embargo, el panorama se perfila difícil, sobre todo porque los catrachos tienen sed de revancha después de que no pudieron el sábado salir vivos de su visita a Estados Unidos, donde perdieron 2-1, luego de estar arriba en el marcador por una buena parte del partido. Y además, porque cuentan con apenas cuatro de los 12 puntos que van disputados en la eliminatoria. Es decir, urgen de lograr las tres unidades en disputa para no quedar rezagados, cuando se cierre la primera vuelta de la hexagonal.
Uno de los puntos a favor para De los Cobos y sus muchachos, que viajaron ayer, es que consigo llevan una alta dosis de motivación y confianza después del gane ante los aztecas que llegó como el colofón de una serie de presentaciones que ameritaban en terminar en algo más que en empates o derrotas.
Es por eso que el estratega añadió, antes de emprender vuelo, que su intención no es ir a buscar un negocio o a realizar un juego defensivo que tenga como única opción rescatar un punto, sino que apostará por una sorpresa, que vuelva a poner al combinado cuscatleco en lo más alto de la opinión mundial tal y como sucedió la noche del sábado.
“Honduras tiene buenos jugadores, por lo que va a ser un juego muy disputado y no será fácil en ningún término. Pero nada es imposible en el fútbol. No podemos ir a defendernos porque el que sale a defenderse termina perdiendo. No podemos ser un equipo que salga a defender cuando sabes que en tu área vas a tener gente fuerte y alta”, sintetizó De los Cobos antes de salir hacia San Pedro Sula, donde hoy realizará dos prácticas para mañana reconocer el césped en el que se jugará ante los catrachos.
Alfredo Pacheco, quien ante los mexicanos acabó con un corte en su ceja por un puñetazo de Guillermo Franco, pero que no lo pone en duda para el partido, fue de los que durante la celebración se recordó del juego en el estadio Olímpico y trató de aminorar el triunfalismo que rodeó por la victoria sobre los norteamericanos y dar paso a la realidad.
“El triunfo era para que los aficionados lo disfrutaran, pero ojo, vamos a Honduras a un partido difícil. Ya pasó lo de México. Ahora a descansar porque queda un partido difícil el miércoles”, destacó el defensor del Red Bulls de Nueva York, de la MLS.
Y tiene razón, puesto que el combinado bicolor, que según las publicaciones de los principales medios de comunicación hizo, ante los gringos, uno de los peores partidos de la hexagonal, tratará de recuperarse en su propia casa y ante su público. Además tratarán de dar un poco de alegría después del delicado momento que sufriera el país hace dos semanas cuando un terremoto dejó daños considerables en el país.
Algunos de sus jugadores ya comenzaron a hablar del tema. Tal es el caso de Carlos Pavón, quien aseguró que le dio mucho pesar haber quedado en deuda con sus compatriotas hondureños que vieron el partido desde la televisión y con los que llegaron en buena cantidad al Soldier Field, de Chicago.
“Pero desde ya esto queda en el pasado, además la eliminatoria es difícil (y nosotros) tenemos con qué ganarle a El Salvador”, consideró el delantero que ante Estados Unidos se vio limitado en su accionar debido a que no fue surtido de pelotas a lo largo del juego, tal y como se espera que no lo esté el miércoles.
Una victoria en el estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula es el objetivo principal del técnico de la Azul, Carlos De los Cobos. Sin embargo, el panorama se perfila difícil, sobre todo porque los catrachos tienen sed de revancha después de que no pudieron el sábado salir vivos de su visita a Estados Unidos, donde perdieron 2-1, luego de estar arriba en el marcador por una buena parte del partido. Y además, porque cuentan con apenas cuatro de los 12 puntos que van disputados en la eliminatoria. Es decir, urgen de lograr las tres unidades en disputa para no quedar rezagados, cuando se cierre la primera vuelta de la hexagonal.
Uno de los puntos a favor para De los Cobos y sus muchachos, que viajaron ayer, es que consigo llevan una alta dosis de motivación y confianza después del gane ante los aztecas que llegó como el colofón de una serie de presentaciones que ameritaban en terminar en algo más que en empates o derrotas.
Es por eso que el estratega añadió, antes de emprender vuelo, que su intención no es ir a buscar un negocio o a realizar un juego defensivo que tenga como única opción rescatar un punto, sino que apostará por una sorpresa, que vuelva a poner al combinado cuscatleco en lo más alto de la opinión mundial tal y como sucedió la noche del sábado.
“Honduras tiene buenos jugadores, por lo que va a ser un juego muy disputado y no será fácil en ningún término. Pero nada es imposible en el fútbol. No podemos ir a defendernos porque el que sale a defenderse termina perdiendo. No podemos ser un equipo que salga a defender cuando sabes que en tu área vas a tener gente fuerte y alta”, sintetizó De los Cobos antes de salir hacia San Pedro Sula, donde hoy realizará dos prácticas para mañana reconocer el césped en el que se jugará ante los catrachos.
Alfredo Pacheco, quien ante los mexicanos acabó con un corte en su ceja por un puñetazo de Guillermo Franco, pero que no lo pone en duda para el partido, fue de los que durante la celebración se recordó del juego en el estadio Olímpico y trató de aminorar el triunfalismo que rodeó por la victoria sobre los norteamericanos y dar paso a la realidad.
“El triunfo era para que los aficionados lo disfrutaran, pero ojo, vamos a Honduras a un partido difícil. Ya pasó lo de México. Ahora a descansar porque queda un partido difícil el miércoles”, destacó el defensor del Red Bulls de Nueva York, de la MLS.
Y tiene razón, puesto que el combinado bicolor, que según las publicaciones de los principales medios de comunicación hizo, ante los gringos, uno de los peores partidos de la hexagonal, tratará de recuperarse en su propia casa y ante su público. Además tratarán de dar un poco de alegría después del delicado momento que sufriera el país hace dos semanas cuando un terremoto dejó daños considerables en el país.
Algunos de sus jugadores ya comenzaron a hablar del tema. Tal es el caso de Carlos Pavón, quien aseguró que le dio mucho pesar haber quedado en deuda con sus compatriotas hondureños que vieron el partido desde la televisión y con los que llegaron en buena cantidad al Soldier Field, de Chicago.
“Pero desde ya esto queda en el pasado, además la eliminatoria es difícil (y nosotros) tenemos con qué ganarle a El Salvador”, consideró el delantero que ante Estados Unidos se vio limitado en su accionar debido a que no fue surtido de pelotas a lo largo del juego, tal y como se espera que no lo esté el miércoles.
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