Una historia ya conocida toma aires nuevos de la mano del cineasta Tony Scott y las actuaciones de Denzel Washington y John Travolta. Se trata de la película “Rescate del Metro 123”.
El Metro es uno de los medios de transporte más usados en Nueva York. Por ende podría ser blanco fácil para extorsionistas. Ese es el caso de “Rescate del Metro 123” tomado por la fuerza por Ryder (John Travolta), quien al parecer tiene una rabia en contra de la ciudad y esta es su forma de vengarse y a la vez obtener lo que desea.
La primera película que lleva el mismo nombre fue dirigida en 1974 por Joseph Sargent y protagonizada por Walter Matthau y Robert Shaw. A diferencia de esta, la nueva versión es mucho más realista, ya que el equipo de producción pudo rodar en lugares donde las cámaras nunca antes habían llegado. Además hicieron el rodaje más largo realizado en el Metro de Nueva York, el cual duró cuatro semanas.
La idea del guionista no era hacer simplemente una versión más de la historia, sino una readaptación la cual se diferenciaría entre otras cosas por la relación entre el secuestrador (Travolta) y el controlador (Washington, Garber). Así lo explica: “Sentí que en la novela y en la primera película no había nada que forzara a Garber y a Ryder a meterse en la piel del otro para descubrirse”.
En la cinta vuelve a conjugarse la fórmula Tony Scott-Denzel Washington, ambos trabajaron juntos como director y actor en las cintas “Man On Fire” y “Déja Vu”. El actor afirma: “Tony trabaja más duro que nadie, así que siempre que me llama voy corriendo”.
Parecería que Washington se hubiera preparado para este papel, porque tiene una relación entrañable con el Metro: “Crecí en Nueva York y cada día cogía la línea 2 desde la calle 241 y White Plains Road. Cuando era niño me metía entre los vagones, entre las estaciones y espiaba bajo los trenes, aunque nunca fui demasiado lejos. Fue interesante, 30 años después, volver al Metro”.
Tanto Ryder como Garber son dos personajes empujados a una situación límite que los lleva a tomar acciones desesperadas. Por un lado, Ryder, antes de secuestrar el Metro, era un próspero corredor de acciones de Wall Street hasta que fue encarcelado por malversación, por tal motivo quiere ganarle al menos una partida a la ciudad. Mientras que Garber fue degradado de su puesto de administrador a controlador, al ser acusado de recibir sobornos, por lo que busca redimirse.
El Metro es uno de los medios de transporte más usados en Nueva York. Por ende podría ser blanco fácil para extorsionistas. Ese es el caso de “Rescate del Metro 123” tomado por la fuerza por Ryder (John Travolta), quien al parecer tiene una rabia en contra de la ciudad y esta es su forma de vengarse y a la vez obtener lo que desea.
La primera película que lleva el mismo nombre fue dirigida en 1974 por Joseph Sargent y protagonizada por Walter Matthau y Robert Shaw. A diferencia de esta, la nueva versión es mucho más realista, ya que el equipo de producción pudo rodar en lugares donde las cámaras nunca antes habían llegado. Además hicieron el rodaje más largo realizado en el Metro de Nueva York, el cual duró cuatro semanas.
La idea del guionista no era hacer simplemente una versión más de la historia, sino una readaptación la cual se diferenciaría entre otras cosas por la relación entre el secuestrador (Travolta) y el controlador (Washington, Garber). Así lo explica: “Sentí que en la novela y en la primera película no había nada que forzara a Garber y a Ryder a meterse en la piel del otro para descubrirse”.
En la cinta vuelve a conjugarse la fórmula Tony Scott-Denzel Washington, ambos trabajaron juntos como director y actor en las cintas “Man On Fire” y “Déja Vu”. El actor afirma: “Tony trabaja más duro que nadie, así que siempre que me llama voy corriendo”.
Parecería que Washington se hubiera preparado para este papel, porque tiene una relación entrañable con el Metro: “Crecí en Nueva York y cada día cogía la línea 2 desde la calle 241 y White Plains Road. Cuando era niño me metía entre los vagones, entre las estaciones y espiaba bajo los trenes, aunque nunca fui demasiado lejos. Fue interesante, 30 años después, volver al Metro”.
Tanto Ryder como Garber son dos personajes empujados a una situación límite que los lleva a tomar acciones desesperadas. Por un lado, Ryder, antes de secuestrar el Metro, era un próspero corredor de acciones de Wall Street hasta que fue encarcelado por malversación, por tal motivo quiere ganarle al menos una partida a la ciudad. Mientras que Garber fue degradado de su puesto de administrador a controlador, al ser acusado de recibir sobornos, por lo que busca redimirse.
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