Como hoy es jueves y normalmente coloco algo sobre el contexto mundial, he querido retomar un tema que posiblemente tomará fuerza en los próximos días y es el hecho que Venezuela se prepara para próximas elecciones. Entiendo que algunas de las principales fuerzas políticas se encuentran realizando esfuerzos para hacer frente al Presidente Hugo Chávez en las próximas elecciones regionales.
Sin embargo parece que no todo es alegría entre los partidos opositores pues en las últimas semanas se han visto envueltos en trifulcas y acusaciones mutuas y sólo han podido lograr acuerdos para llevar candidatos unitarios en 10 de las 22 gobernaciones y una tercera parte de las alcaldías. Mientras tanto, los seguidores de Chávez, realizaron elecciones internas para elegir sus candidatos, pero siguen en proceso la búsqueda de acuerdos con otras fuerzas.
La semana pasada la oposición sumó acuerdos para los candidatos a gobernadores en Falcón, Cojedes y Lara, que se añaden a otros estados como Apure, Carabobo, Nueva Esparta, Sucre, Trujillo, Vargas y Zulia. La situación se torna complicada, teniendo en cuenta que del 5 al 10 de agosto se realizará el proceso de inscripción oficial para los comicios de más de 600 cargos de gobernadores, alcaldes y miembros de los órganos legislativos regionales.
En el campo opositor, incluso medidas como las encuestas se han tornado motivos de discordia por supuestos actos de manipulación de los sondeos. La división atenta contra proyecciones iniciales de esos grupos que en un inicio aspiraron a ganar 10 gobernaciones, aunque muchos de sus partidarios hoy consideran más realista la cifra de cuatro o cinco estados donde pueden triunfar. Del lado “chavista” existen, asimismo, dos criterios: que el Partido oficial podrá triunfar sin aliados y otro que requerirá de ese respaldo en algunas regiones donde no hay un candidato de fuerza.
La próxima semana deberá ser, por tanto, decisiva par conocer el alcance de la alianza en términos electorales, aunque sus integrantes acordaron que se trata de una coalición con fines estratégicos como la construcción del socialismo en el país. El secretario del Partido Comunista de Venezuela (PCV), Carlos Aquino, aseguró que la Alianza Patriótica quiere unidad y respaldo en torno a Chávez, como único líder, por lo cual se hace necesaria una reunión para definir los puntos pendientes.
José Albornoz, dirigente del partido Patria Para Todos (PPT), afirmó que los partidos pequeños de la Alianza no piden cuotas, sino reuniones para identificar los puntos de coincidencia y avanzar. Chávez y la oposición otorgan por igual a las elecciones regionales un carácter extraordinario, aunque por motivos diferentes.
Para los opositores se trata de consolidar lo que consideran fue una demostración de disminución del apoyo popular a Chávez, con el rechazo el pasado diciembre en un referendo de una reforma constitucional promovida por el Jefe de Estado. Las autoridades estiman que el fracaso no se debió a un rechazo al proceso de cambios iniciado en 1999, sino a la incomprensión de las propuestas y ello quedará demostrado en las elecciones de noviembre con un triunfo apabullante de los partidarios de Chávez.
Asimismo, el presidente venezolano ha señalado que la oposición busca posicionarse en los comicios de varias regiones claves para emprender un plan con vistas a sacarlo del poder antes del cumplimiento del mandato en 2013, con acciones de proyección separatista. El 23 de noviembre más de 16,5 millones de venezolanos podrán votar por 603 funcionarios: 22 gobernadores, 328 alcaldes, 233 miembros de consejos legislativos, 13 concejales al Cabildo metropolitano de Caracas y siete al ayuntamiento metropolitano del Alto Apure.
Según una nota publicada el día de ayer, los opositores a Chávez están perdiendo posibilidades de triunfo, y es que el director de la encuestadora Hinterlaces, Oscar Schemel, menciona que originalmente los opositores punteaban en los sondeos en 11 gobernaciones, después la cifra bajó a seis y ahora tienen oportunidad en cuatro de los 22 estados donde se realizarán elecciones. Para Schemel los opositores todavía tienen opciones en Bolivar, Sucre, Carabobo y Táchira, pero pueden perder Zulia –actualmente gobernado por el opositor Manuel Rosales, y Aragua, gobernado por Didalco Bolívar, del partido Podemos, ex aliado de Chávez.
En su opinión, uno de los motivos es la percepción entre la población sobre la lucha de ambiciones personales que resta credibilidad e influencia a los aspirantes. Este y otros criterios de expertos se suman a la lucha interna entre los partidos opositores que firmaron un pacto de unidad el pasado 23 de enero, pero se encuentran enfrascados en pugnas que dificultan los objetivos acordados. En este panorama, algunos líderes como Julio Borges, del partido Primero Justicia, llamaron a desconocer la legalidad y el dirigente estudiantil opositor Yon Goicohea convocó a demostraciones callejeras y eventualmente “incendiar las calles”.
Sin embargo parece que no todo es alegría entre los partidos opositores pues en las últimas semanas se han visto envueltos en trifulcas y acusaciones mutuas y sólo han podido lograr acuerdos para llevar candidatos unitarios en 10 de las 22 gobernaciones y una tercera parte de las alcaldías. Mientras tanto, los seguidores de Chávez, realizaron elecciones internas para elegir sus candidatos, pero siguen en proceso la búsqueda de acuerdos con otras fuerzas.
La semana pasada la oposición sumó acuerdos para los candidatos a gobernadores en Falcón, Cojedes y Lara, que se añaden a otros estados como Apure, Carabobo, Nueva Esparta, Sucre, Trujillo, Vargas y Zulia. La situación se torna complicada, teniendo en cuenta que del 5 al 10 de agosto se realizará el proceso de inscripción oficial para los comicios de más de 600 cargos de gobernadores, alcaldes y miembros de los órganos legislativos regionales.
En el campo opositor, incluso medidas como las encuestas se han tornado motivos de discordia por supuestos actos de manipulación de los sondeos. La división atenta contra proyecciones iniciales de esos grupos que en un inicio aspiraron a ganar 10 gobernaciones, aunque muchos de sus partidarios hoy consideran más realista la cifra de cuatro o cinco estados donde pueden triunfar. Del lado “chavista” existen, asimismo, dos criterios: que el Partido oficial podrá triunfar sin aliados y otro que requerirá de ese respaldo en algunas regiones donde no hay un candidato de fuerza.
La próxima semana deberá ser, por tanto, decisiva par conocer el alcance de la alianza en términos electorales, aunque sus integrantes acordaron que se trata de una coalición con fines estratégicos como la construcción del socialismo en el país. El secretario del Partido Comunista de Venezuela (PCV), Carlos Aquino, aseguró que la Alianza Patriótica quiere unidad y respaldo en torno a Chávez, como único líder, por lo cual se hace necesaria una reunión para definir los puntos pendientes.
José Albornoz, dirigente del partido Patria Para Todos (PPT), afirmó que los partidos pequeños de la Alianza no piden cuotas, sino reuniones para identificar los puntos de coincidencia y avanzar. Chávez y la oposición otorgan por igual a las elecciones regionales un carácter extraordinario, aunque por motivos diferentes.
Para los opositores se trata de consolidar lo que consideran fue una demostración de disminución del apoyo popular a Chávez, con el rechazo el pasado diciembre en un referendo de una reforma constitucional promovida por el Jefe de Estado. Las autoridades estiman que el fracaso no se debió a un rechazo al proceso de cambios iniciado en 1999, sino a la incomprensión de las propuestas y ello quedará demostrado en las elecciones de noviembre con un triunfo apabullante de los partidarios de Chávez.
Asimismo, el presidente venezolano ha señalado que la oposición busca posicionarse en los comicios de varias regiones claves para emprender un plan con vistas a sacarlo del poder antes del cumplimiento del mandato en 2013, con acciones de proyección separatista. El 23 de noviembre más de 16,5 millones de venezolanos podrán votar por 603 funcionarios: 22 gobernadores, 328 alcaldes, 233 miembros de consejos legislativos, 13 concejales al Cabildo metropolitano de Caracas y siete al ayuntamiento metropolitano del Alto Apure.
Según una nota publicada el día de ayer, los opositores a Chávez están perdiendo posibilidades de triunfo, y es que el director de la encuestadora Hinterlaces, Oscar Schemel, menciona que originalmente los opositores punteaban en los sondeos en 11 gobernaciones, después la cifra bajó a seis y ahora tienen oportunidad en cuatro de los 22 estados donde se realizarán elecciones. Para Schemel los opositores todavía tienen opciones en Bolivar, Sucre, Carabobo y Táchira, pero pueden perder Zulia –actualmente gobernado por el opositor Manuel Rosales, y Aragua, gobernado por Didalco Bolívar, del partido Podemos, ex aliado de Chávez.
En su opinión, uno de los motivos es la percepción entre la población sobre la lucha de ambiciones personales que resta credibilidad e influencia a los aspirantes. Este y otros criterios de expertos se suman a la lucha interna entre los partidos opositores que firmaron un pacto de unidad el pasado 23 de enero, pero se encuentran enfrascados en pugnas que dificultan los objetivos acordados. En este panorama, algunos líderes como Julio Borges, del partido Primero Justicia, llamaron a desconocer la legalidad y el dirigente estudiantil opositor Yon Goicohea convocó a demostraciones callejeras y eventualmente “incendiar las calles”.
La verdad esto parece toda una telenovela venezolana, y para poder conocer su final tendremos que esperar hasta el mes de noviembre próximo cuando finalmente salgan los venezolanos a emitir su voto ya sea por partidarios del Presidente Chávez o por representantes de una oposición dividida que lucha por libertad y cambio.
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