Los corazones de muchos aficionados del Atlético de Madrid están hoy todavía latiendo muy fuerte y rápido luego del partido del pasado día domingo y no es para menos, la emoción vivida por los seguidores rojiblancos se tienen bien ganada y hasta se han hecho famosos como “sufridores natos” después de que esta temporada el equipo haya decidido convertirse en protagonista de los partidos más 'locos' de la Liga española, convirtiendose en todo un especialista en duelos de infarto.
No falta quien bromea con la idea de que el club debería vender con el boleto del estadio un seguro de vida a todo riesgo, ya que el 'plus de peligrosidad' viene ligado a cada partido del Atlético. Y no es para menos. La locura vivida ante el Villarreal -donde los rojiblancos pasaron de ir ganado 2-0 a perder 4-2 y acabar empatando 'in extremis'- no es más que el último ejemplo de que los pupilos de Aguirre son capaces de todo, de lo mejor y de lo peor, de sacar de quicio a cualquiera.
Lo suyo sería pensar en que el Atlético debería desenvolverse bien en este tipo de partidos, ya que su gran virtud parece pasar por su facilidad para meter goles. Kum, Forlán o Simao son jugadores con mucha pegada. Pero la realidad es que la anarquía en la que acaban derivando algunos enfrentamientos se vuelve muchas veces en contra de los rojiblancos. Y es que, pese a que ante el Villarreal la 'jugada' le acabó saliendo bien a los de Aguirre -al menos rescataron un punto-, los dos precedentes ligueros inmediatamente anteriores -Barcelona y Real Madrid- se saldarón con resultados más que decepcionantes.
Los rojiblancos aún están recogiendo los balones que el cuadro culé mandó al fondo de su portería en el Camp Nou (6-1) y no pueden quitarse de la cabeza el gol 'in extremis' de Higuaín que daba la victoria a los blancos (1-2) en su casa en un derbi loco de principio a fin.
Barça 'vs' Atlético, todo un clásico cargado de emoción
Capítulo aparte merecen los Barcelona-Atlético (y viceversa) que en la última década se han convertido en sinónimo de emoción, espectáculo y goles, muchos goles. Resultados de todos los colores que han dejado en la retina recuerdos como la remontada colchonera (4-3) en el Calderón de la temporada (93-94), con Romario convertido en la sensación de la Liga y en el que Caminero acabó dando la victoria a su equipo después de empezar perdiendo 0-3, o el alocado partido de Copa en el 96 en el que Pantic, pese a macer tres goles en el Camp Nou, vio impotente como su equipo caía eliminado (5-4).Con el Atlético la capacidad de asombro nunca se agota.
Barça 'vs' Atlético, todo un clásico cargado de emoción
Capítulo aparte merecen los Barcelona-Atlético (y viceversa) que en la última década se han convertido en sinónimo de emoción, espectáculo y goles, muchos goles. Resultados de todos los colores que han dejado en la retina recuerdos como la remontada colchonera (4-3) en el Calderón de la temporada (93-94), con Romario convertido en la sensación de la Liga y en el que Caminero acabó dando la victoria a su equipo después de empezar perdiendo 0-3, o el alocado partido de Copa en el 96 en el que Pantic, pese a macer tres goles en el Camp Nou, vio impotente como su equipo caía eliminado (5-4).Con el Atlético la capacidad de asombro nunca se agota.
El año pasado, muchos de sus seguidores estuvieron a punto de sufrir un infarto en un duelo 'a priori' fácil ante el Almería. Pero está visto que los del Manzanares se empeñan en hacer díficil lo más sencillo. En el minuto 5, los colchoneros gozaban de una renta de 2-0 ante un rival con diez. Pero en siete minutos el cuadro andaluz empató y el equipo madrileño acabó teniendo que recurrir al acierto de Simao y Agüero para volver a dar la vuelta a un partido que acabó 6-3.
El Atlético ha demostrado que no sabe manejar las ventajes en el marcador. El año pasado no lo hizo por dos veces en el Calderón precisamente ante el Villarreal y tampoco supo administrar sus goles con el Valladolid, ante el que acabó ganando con un gol de los pucelanos en propia puerta en el minuto 92. Eso por no hablar de otro gol 'in extremis' protagonista en los últimos días, esta vez en Champions: el de Simao al Liverpool en el Calderón que permitió a los de Aguirre saldar la visita de los ingleses con un empate y, de paso, desató la locura en la grada colchonera.
Definitivamente, la lógica hace tiempo que huyó del Calderón, donde todo a aquel que quiera ir debería, al menos, atender a las reconmendaciones de la Sociedad Española de Cardiología que aconseja "no ir al fútbol a quien esté delicado del corazón".
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