Algunos bancos centrales europeos redujeron de manera aguda sus tasas de interés preferenciales la semana pasada, mientras que los demócratas prepararon un plan para inyectar entre $60,000 y $100,000 millones de dólares a la deprimida economía de Estados Unidos. Esto como parte de las medidas que las naciones industrializadas más importantes están tomando para tratar de prevenir una crisis global que ahora se anticipa como la peor desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Banco de Inglaterra sorprendió a los mercados al reducir su tasa crediticia de preferencia en 1.5 puntos porcentuales, para dejarla en el nivel mínimo en 54 años de 3%, con respecto a 4.5% anterior, lo que fue su mayor recorte desde 1992.
Banco Central Europeo (ECB) redujo su tasa para los países que comparten el euro en medio punto porcentual, hasta el mínimo en dos años de 3.25%; mientras que el banco central de Suiza redujo su principal tasa medio punto porcentual, lo que representó una decisión inusual tomada entre dos juntas de política monetaria.
La semana pasada, Banco de Corea del Sur también redujo su principal tasa de interés por tercera vez en un mes. Por su parte, Fondo Monetario Internacional (FMI) solicitó a las naciones ir más allá y girar hacia las medidas fiscales, como fomentar el gasto y reducir impuestos, para evitar el desplome del crecimiento económico mundial. La semana anterior, esta institución predijo que las “economías avanzadas” del mundo, 31 naciones que incluyen a Estados Unidos, Europa y Japón, se contraerían en conjunto 0.3% en 2009. Este sería el primer año en que tales economías se contrajeran como un todo desde que se fundó el fondo en 1945.
En Estados Unidos, Barack Obama, el recién electo presidente, se reunió el viernes con sus asesores económicos. Nancy Pelosi, vocera de la Cámara de Representantes, en una entrevista reciente con el diario The Wall Street Journal, esbozó una estrategia de estímulo económico de dos vertientes. Planea presionar al Congreso para que apruebe un programa de entre $60,000 y $100,000 millones de dólares este mes, seguido por otro que podría incluir recortes fiscales después de que Obama tome posesión en enero próximo. Éste prometió un nuevo paquete de estímulos durante su campaña.
Mientras tanto, las noticias económicas sombrías continuan. En Estados Unidos, los detallistas Abercrombie & Fitch y Gap reportaron reducciones de dos dígitos en sus ventas el mes pasado, en las tiendas abiertas por lo menos durante un año. El gigante de los descuentos Costco vio caer sus ventas 1%, su primer declive desde que Thomson Reuters empezó a recopilar datos en 1997. El viernes pasado, el gobierno anunció una la tasa de desempleo de 6.5% para octubre, misma que Goldman Sachs estimó que iría del 6.1 a 6.4%.
En Europa, la reducida demanda de sus bienes en el extranjero hizo que los pedidos de manufacturas en Alemania, la economía más grande de Europa, cayera 8% en septiembre con respecto a agosto, la baja más aguda desde que se empezó a registrar este dato en 1991. La mayor hipotecaria británica dijo que los precios de las viviendas cayeron 14.9% en octubre, lo cual representa todo un récord, comparados con los del año pasado; esta fue la mayor caída desde que se empezaron a registrar estos precios en 1983.
La recesión influyó en las mentes de los inversionistas de todo el mundo, que hicieron que cayeran los mercados a pesar de las fuertes reducciones en las tasas de interés. A muchos bancos centrales les preocupa quedar sin recursos prematuramente, para apuntalar a sus economías en problemas.
El FMI estimó que el crecimiento global avanzaría únicamente 2.2% el próximo año; muy por debajo de lo que tradicionalmente considera como recesión. En otros tiempos, el Fondo ha definido una recesión como un crecimiento global entre el 2.5 y 3%, pero su economista en jefe, Olivier Blanchard, evitó denominar así a la actual crisis. No explicó su razonamiento pero, la institución, que representa a 185 naciones, trata de evitar lo que pudieran considerarse pronunciamientos políticamente cargados.
Michael Mussa, ex economista en jefe de FMI y ahora economista de Peterson Institute for International Economics, un centro de estudios de Washington, D.C., no fue tan moderado. “Un crecimiento tan reducido como el que proyectan debe definirse como recesión”, dijo. En los registros de FMI, que se iniciaron de 1970, el crecimiento económico global no ha caído por debajo de cero; su mínimo fue de 0.9% en 1982.
Hasta ahora, la relajación agresiva de las políticas monetarias en todo el mundo ha hecho poco por mitigar las preocupaciones del mercado o por fomentar el crecimiento. En cierto modo, eso podría ser cuestión de tiempo. Las reducciones en las tasas de interés pueden tomar entre seis y 18 meses antes que tengan un efecto medible en la actividad económica de los países, de acuerdo con algunos economistas.
Sin embargo, la política monetaria también pudiera ser insuficiente para enfrentar la actual contracción del crédito, en la cual las instituciones financieras tienen cautela para prestar. La aversión de los prestamistas y prestatarios a los riesgos puede empantanar el efecto estimulante del recorte en las tasas de interés, el cual tiene como meta reducir el costo de pedir prestado para los bancos y las empresas.
Jean Claude Trichet, presidente de EBC, insistió la semana pasada en que los bancos comerciales deben prestarse dinero entre sí con mayor libertad. “Les pediría a los bancos que estuvieran a la altura de sus responsabilidades, para que tomen en cuenta lo que nosotros y los gobiernos hemos decidido”, dijo.
Hasta hace poco unos cuantos bancos centrales fuera de Estados Unidos habían reducido sus tasas. Entre agosto de 2007 y septiembre de 2008, la Fed redujo sus tasas en más de tres puntos porcentuales. Durante ese tiempo, las tasas de interés fuera de Estados Unidos aumentaron poco menos de un cuarto de punto porcentual, de acuerdo con un recuento en los bancos centrales de los 30 países más grandes, realizado por J.P. Morgan Chase.
El cambio de las últimas semanas ha sido total. J.P. Morgan estima que a escala global, las tasas bajaron más de medio punto porcentual sólo en octubre. Los últimos recortes del Reino Unido, del ECB y otros refuerzan lo anterior. Aún no es evidente qué tantas naciones tratarán de equiparar los recortes a las tasas de interés con el impulso fiscal que recomienda el FMI. El cual dijo que tales medidas han sido “limitadas”.
A principios de este año, Estados Unidos recurrió a un paquete de estímulos de $168,000 millones de dólares, equivalente a cerca del 1% del producto interno bruto (PIB). Eso fomentó el gasto de los consumidores en la primavera, pero puede no haber implicado beneficios más perdurables. Algunos economistas opinan que el nuevo plan de los demócratas también podría ser insuficiente.
Peter Hooper, economista en jefe de Deutsche Bank Securities, sugiere un gasto cercano a 3% del PIB, aproximadamente 450,000 millones de dólares, para el próximo año y un estímulo fiscal adicional en 2010 equivalente a 2% de dicho índice.
Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, apoyó el mes pasado un nuevo paquete de estímulos y dijo que su magnitud “debe ser significativa”. Añadió que cualquier paquete de estímulos fiscales debe estar diseñado para apuntalar la economía rápidamente, pero evitó sugerir con detalle cuáles serían sus componentes.
Hasta ahora, los esfuerzos europeos de estímulo fiscal han sido irregulares. Por ejemplo, la semana pasada, el gabinete alemán aprobó un paquete que incluyó exenciones fiscales y préstamos respaldados por el gobierno que totalizan 23,000 millones de euros (cerca de 30,000 millones de dólares).
Sin embargo, el ministro de finanzas de Alemania rechazó llamados para una mayor reducción al impuesto por ingresos, diciendo que las familias probablemente ahorrarían el dinero ganado por tal medida en lugar de gastarlo.
Francia ha propuesto medidas limitadas para estimular su economía, incluyendo comprar hasta 30,000 viviendas medio construidas en 2009 para apoyar a las inmobiliarias.
La semana pasada, el gobierno también dijo que recurriría a un diferente tipo de plan: Un fondo de riqueza enfocado a proteger a las empresas nacionales en contra de depredadores extranjeros. Esto empieza con una inversión de 110 millones de euros para adquirir un tercio de Chantiers de l’Atlantique, el astillero que fabricó al Queen Mary 2.
Trichet reiteró la semana pasada, que los gobiernos de la zona del euro deben apegarse a las reglas estrictas que obligan a mantener déficits inferiores a 3% del PIB, lo cual implica poco espacio de maniobrabilidad, particularmente durante las contracciones económicas.
A pesar de la advertencia de FMI, la experiencia de Japón con los estímulos fiscales tiende a generar cautela en otras naciones. Tokio aportó recursos a proyectos de obras públicas para sacar de la crisis a la economía del país, la cual había durado 15 años.
Sin embargo, no logró tanto como esperaba y dejó al país con puentes y otra infraestructura que se usa poco. Ahora el gobierno, que probablemente enfrente otra recesión, dispone de un paquete de $51,000 millones de dólares enfocados a compensaciones familiares y empresariales.
Los que se oponen a los estímulos fiscales dijeron que el dinero adicional con frecuencia no afecta a la economía lo suficientemente rápido y que termina añadiéndose a la deuda de largo plazo.
En su lugar, el nuevo plan de estímulo económico que consideran los demócratas se enfocaría en beneficiar a los gobiernos locales que tienen problemas de efectivo y al desempleo.Los funcionarios están en la detección de proyectos de obra pública no financiada en todo el país a fin de, dijeron, invertir en infraestructura esencial, la cual podría generar empleos y beneficiar a la economía en general, si se inician de inmediato con el nuevo gasto.
Banco de Inglaterra sorprendió a los mercados al reducir su tasa crediticia de preferencia en 1.5 puntos porcentuales, para dejarla en el nivel mínimo en 54 años de 3%, con respecto a 4.5% anterior, lo que fue su mayor recorte desde 1992.
Banco Central Europeo (ECB) redujo su tasa para los países que comparten el euro en medio punto porcentual, hasta el mínimo en dos años de 3.25%; mientras que el banco central de Suiza redujo su principal tasa medio punto porcentual, lo que representó una decisión inusual tomada entre dos juntas de política monetaria.
La semana pasada, Banco de Corea del Sur también redujo su principal tasa de interés por tercera vez en un mes. Por su parte, Fondo Monetario Internacional (FMI) solicitó a las naciones ir más allá y girar hacia las medidas fiscales, como fomentar el gasto y reducir impuestos, para evitar el desplome del crecimiento económico mundial. La semana anterior, esta institución predijo que las “economías avanzadas” del mundo, 31 naciones que incluyen a Estados Unidos, Europa y Japón, se contraerían en conjunto 0.3% en 2009. Este sería el primer año en que tales economías se contrajeran como un todo desde que se fundó el fondo en 1945.
En Estados Unidos, Barack Obama, el recién electo presidente, se reunió el viernes con sus asesores económicos. Nancy Pelosi, vocera de la Cámara de Representantes, en una entrevista reciente con el diario The Wall Street Journal, esbozó una estrategia de estímulo económico de dos vertientes. Planea presionar al Congreso para que apruebe un programa de entre $60,000 y $100,000 millones de dólares este mes, seguido por otro que podría incluir recortes fiscales después de que Obama tome posesión en enero próximo. Éste prometió un nuevo paquete de estímulos durante su campaña.
Mientras tanto, las noticias económicas sombrías continuan. En Estados Unidos, los detallistas Abercrombie & Fitch y Gap reportaron reducciones de dos dígitos en sus ventas el mes pasado, en las tiendas abiertas por lo menos durante un año. El gigante de los descuentos Costco vio caer sus ventas 1%, su primer declive desde que Thomson Reuters empezó a recopilar datos en 1997. El viernes pasado, el gobierno anunció una la tasa de desempleo de 6.5% para octubre, misma que Goldman Sachs estimó que iría del 6.1 a 6.4%.
En Europa, la reducida demanda de sus bienes en el extranjero hizo que los pedidos de manufacturas en Alemania, la economía más grande de Europa, cayera 8% en septiembre con respecto a agosto, la baja más aguda desde que se empezó a registrar este dato en 1991. La mayor hipotecaria británica dijo que los precios de las viviendas cayeron 14.9% en octubre, lo cual representa todo un récord, comparados con los del año pasado; esta fue la mayor caída desde que se empezaron a registrar estos precios en 1983.
La recesión influyó en las mentes de los inversionistas de todo el mundo, que hicieron que cayeran los mercados a pesar de las fuertes reducciones en las tasas de interés. A muchos bancos centrales les preocupa quedar sin recursos prematuramente, para apuntalar a sus economías en problemas.
El FMI estimó que el crecimiento global avanzaría únicamente 2.2% el próximo año; muy por debajo de lo que tradicionalmente considera como recesión. En otros tiempos, el Fondo ha definido una recesión como un crecimiento global entre el 2.5 y 3%, pero su economista en jefe, Olivier Blanchard, evitó denominar así a la actual crisis. No explicó su razonamiento pero, la institución, que representa a 185 naciones, trata de evitar lo que pudieran considerarse pronunciamientos políticamente cargados.
Michael Mussa, ex economista en jefe de FMI y ahora economista de Peterson Institute for International Economics, un centro de estudios de Washington, D.C., no fue tan moderado. “Un crecimiento tan reducido como el que proyectan debe definirse como recesión”, dijo. En los registros de FMI, que se iniciaron de 1970, el crecimiento económico global no ha caído por debajo de cero; su mínimo fue de 0.9% en 1982.
Hasta ahora, la relajación agresiva de las políticas monetarias en todo el mundo ha hecho poco por mitigar las preocupaciones del mercado o por fomentar el crecimiento. En cierto modo, eso podría ser cuestión de tiempo. Las reducciones en las tasas de interés pueden tomar entre seis y 18 meses antes que tengan un efecto medible en la actividad económica de los países, de acuerdo con algunos economistas.
Sin embargo, la política monetaria también pudiera ser insuficiente para enfrentar la actual contracción del crédito, en la cual las instituciones financieras tienen cautela para prestar. La aversión de los prestamistas y prestatarios a los riesgos puede empantanar el efecto estimulante del recorte en las tasas de interés, el cual tiene como meta reducir el costo de pedir prestado para los bancos y las empresas.
Jean Claude Trichet, presidente de EBC, insistió la semana pasada en que los bancos comerciales deben prestarse dinero entre sí con mayor libertad. “Les pediría a los bancos que estuvieran a la altura de sus responsabilidades, para que tomen en cuenta lo que nosotros y los gobiernos hemos decidido”, dijo.
Hasta hace poco unos cuantos bancos centrales fuera de Estados Unidos habían reducido sus tasas. Entre agosto de 2007 y septiembre de 2008, la Fed redujo sus tasas en más de tres puntos porcentuales. Durante ese tiempo, las tasas de interés fuera de Estados Unidos aumentaron poco menos de un cuarto de punto porcentual, de acuerdo con un recuento en los bancos centrales de los 30 países más grandes, realizado por J.P. Morgan Chase.
El cambio de las últimas semanas ha sido total. J.P. Morgan estima que a escala global, las tasas bajaron más de medio punto porcentual sólo en octubre. Los últimos recortes del Reino Unido, del ECB y otros refuerzan lo anterior. Aún no es evidente qué tantas naciones tratarán de equiparar los recortes a las tasas de interés con el impulso fiscal que recomienda el FMI. El cual dijo que tales medidas han sido “limitadas”.
A principios de este año, Estados Unidos recurrió a un paquete de estímulos de $168,000 millones de dólares, equivalente a cerca del 1% del producto interno bruto (PIB). Eso fomentó el gasto de los consumidores en la primavera, pero puede no haber implicado beneficios más perdurables. Algunos economistas opinan que el nuevo plan de los demócratas también podría ser insuficiente.
Peter Hooper, economista en jefe de Deutsche Bank Securities, sugiere un gasto cercano a 3% del PIB, aproximadamente 450,000 millones de dólares, para el próximo año y un estímulo fiscal adicional en 2010 equivalente a 2% de dicho índice.
Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, apoyó el mes pasado un nuevo paquete de estímulos y dijo que su magnitud “debe ser significativa”. Añadió que cualquier paquete de estímulos fiscales debe estar diseñado para apuntalar la economía rápidamente, pero evitó sugerir con detalle cuáles serían sus componentes.
Hasta ahora, los esfuerzos europeos de estímulo fiscal han sido irregulares. Por ejemplo, la semana pasada, el gabinete alemán aprobó un paquete que incluyó exenciones fiscales y préstamos respaldados por el gobierno que totalizan 23,000 millones de euros (cerca de 30,000 millones de dólares).
Sin embargo, el ministro de finanzas de Alemania rechazó llamados para una mayor reducción al impuesto por ingresos, diciendo que las familias probablemente ahorrarían el dinero ganado por tal medida en lugar de gastarlo.
Francia ha propuesto medidas limitadas para estimular su economía, incluyendo comprar hasta 30,000 viviendas medio construidas en 2009 para apoyar a las inmobiliarias.
La semana pasada, el gobierno también dijo que recurriría a un diferente tipo de plan: Un fondo de riqueza enfocado a proteger a las empresas nacionales en contra de depredadores extranjeros. Esto empieza con una inversión de 110 millones de euros para adquirir un tercio de Chantiers de l’Atlantique, el astillero que fabricó al Queen Mary 2.
Trichet reiteró la semana pasada, que los gobiernos de la zona del euro deben apegarse a las reglas estrictas que obligan a mantener déficits inferiores a 3% del PIB, lo cual implica poco espacio de maniobrabilidad, particularmente durante las contracciones económicas.
A pesar de la advertencia de FMI, la experiencia de Japón con los estímulos fiscales tiende a generar cautela en otras naciones. Tokio aportó recursos a proyectos de obras públicas para sacar de la crisis a la economía del país, la cual había durado 15 años.
Sin embargo, no logró tanto como esperaba y dejó al país con puentes y otra infraestructura que se usa poco. Ahora el gobierno, que probablemente enfrente otra recesión, dispone de un paquete de $51,000 millones de dólares enfocados a compensaciones familiares y empresariales.
Los que se oponen a los estímulos fiscales dijeron que el dinero adicional con frecuencia no afecta a la economía lo suficientemente rápido y que termina añadiéndose a la deuda de largo plazo.
En su lugar, el nuevo plan de estímulo económico que consideran los demócratas se enfocaría en beneficiar a los gobiernos locales que tienen problemas de efectivo y al desempleo.Los funcionarios están en la detección de proyectos de obra pública no financiada en todo el país a fin de, dijeron, invertir en infraestructura esencial, la cual podría generar empleos y beneficiar a la economía en general, si se inician de inmediato con el nuevo gasto.
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