jueves, 21 de octubre de 2010

Nueva canciller española.

Con los índices de popularidad por los suelos, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, acaba de someter a su equipo a una profunda renovación al cambiar a casi la mitad de su equipo, a tan sólo año y medio de las elecciones. Uno de los nombramientos que más llamó la atención fue el acceso a la cartera de Asuntos Exteriores de Trinidad Jiménez, hasta ahora ministra de Sanidad y antes secretaria de Estado para Iberoamérica (2006-2009).
Jiménez, considerada una de las colaboradoras más cercanas de Zapatero, llega a la jefatura de la diplomacia española en sustitución de Miguel Ángel Moratinos. En clave interna, lo más relevante es sin duda la salida del gabinete de la hasta ahora vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, considerada la "mujer fuerte" del gobierno español.
El cargo de Fernández de la Vega lo pasa a acumular el que seguirá siendo titular de Interior y además será el nuevo portavoz, Alfredo Pérez Rubalcaba, convertido de esta forma en una suerte de "súper ministro". Las quinielas apuntan a Rubalcaba como posible sucesor de Zapatero en la carrera presidencial. Aunque él ha insistido públicamente en negar que eso sea algo que se plantee.
¿Qué pasará con Cuba?
El cambio, más allá del mero trueque de nombres, supone la sustitución de un diplomático con un amplio currículo en Medio Oriente por una mujer cuya trayectoria en relaciones exteriores está fuertemente vinculada a Latinoamérica.
La nueva canciller conoció ampliamente la región desde su cargo como secretaria de Estado para Iberoamérica, una especie de viceministerio para la región. Pero, como apunta desde Madrid Gerardo Lissardy, la primera interrogante que surge con la llegada de Jiménez a la cancillería es qué pasará con Cuba.
No en vano, la primera gran cita de Jiménez al frente de la diplomacia española será la reunión de ministros europeos de Exteriores del lunes en Luxemburgo, que prevé analizar la política del bloque hacia el país que gobierna Raúl Castro. Moratinos fue el principal promotor europeo de un levantamiento de la Posición Común de la UE, que supedita los vínculos con Cuba a la mejora de los derechos humanos y la apertura democrática en la isla. Durante una entrevista antes de que se anunciara su salida del cargo, Moratinos se manifestó "convencido de que habrá una nueva relación entre Cuba y la UE" tras la reunión de Luxemburgo.
Sin embargo, cualquier cambio requiere de un consenso europeo y hasta ahora países como Alemania, República Checa o Polonia han sido reticentes a remover la Posición Común.La duda es si Jiménez, que en 2007 visitó La Habana junto a Moratinos como secretaria de Estado español para Iberoamérica, pondrá el mismo empeño que su antecesor en el espinoso tema de las relaciones entre Cuba y la UE.
Política
La carrera política de la nueva canciller, militante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde 1984, ha estado casi siempre vinculada a la política exterior.
La carrera política de la nueva canciller siempre estuvo orientada hacia las relaciones exteriores. Ya con 24 años, estuvo al frente del Comité de Relaciones Internacionales del Consejo de la Juventud. También fue responsable Relaciones Políticas con América en la Secretaría de Relaciones Internacionales del PSOE y desde el año 2000 secretaria de Política Internacional de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.
Pero además del perfil "latinoamericanista" de los cargos que ha ejercido, la biografía de Jiménez la vincula con África, pues vivió y trabajó como profesora de Derecho en Guinea Ecuatorial y Camerún. Su historial político también aparece fuertemente unido al del presidente Zapatero, al que ayudó para que accediera a la jefatura del partido hace ahora una década.
Los círculos políticos de Madrid la consideran entre los más próximos del mandatario. Su lealtad al lado de Zapatero le ha valido el premio de acceder al cargo político al que siempre aspiró: ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación.

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