viernes, 23 de enero de 2009

Aprendiendo sobre las carnes.

Las carnes son un plato básico en la dieta y además de nutritivas tienen un exquisito sabor. Se clasifican en rojas, entre las que se encuentran la de vaca y cordero adulto, y blancas; para el caso de las aves y el cerdo. Las primeras son ricas en hierro y proteínas y se consideraban de digestión laboriosa; las segundas poseen fibras musculares tiernas, pobres en grasa y de fácil digestión.
Entre los mamíferos destinados para el consumo se encuentran el ganado vacuno, el cerdo, el cordero y el conejo. La forma de cocción más nutritiva y de fácil digestión es asada a la plancha o a la parrilla. Así se logran platillos exquisitos y novedosos. Y es que, por el contrario, cuando se fríe resulta de difícil digestión debido a su alto contenido de grasa.
La carne más tierna es la de las reses menores de un año de edad (ternera) y que solamente se alimentan de leche materna. La de novillo es roja y pertenece a las reses de hasta cinco años. Los bueyes, las vacas y los toros mayores de cinco años son los que tienen la carne más roja; su sabor y valor nutritivo es mayor.
Diversos estudios han buscado una conexión entre la forma de cocinar la carne y el tiempo de cocción con el riesgo de cáncer de mama. Aunque no se ha comprobado sí se tiene evidencia de un riesgo aumentado de padecer la enfermedad cuando se usan altas temperaturas que carbonizan la carne. Una forma de evitar el riesgo es no consumirla tan cocida y hacerlo de manera adecuada: desecha la grasa visible que provoca llamaradas al derretirse; cocina parcialmente la carne en el microondas o en el horno para reducir la cantidad de jugo que pueda gotear sobre los carbones encendidos.

No hay comentarios: