La diplomacia estadounidense podría estar por cambiar de estilo, según se desprende de lo que dijo al Comité de Exteriores del Senado de Estados Unidos en su audiencia de confirmación la virtual Secretaria de Estado, Hillary Clinton. Para la región eso significaría recibir mayor atención que la que le ha dado el actual gobierno de George Bush, enredado en la llamada guerra contra el terrorismo y en sus campos de batalla en Irak y Afganistán.
Esa "nueva cara" podría empezar por Cuba, por lo que dijo Clinton sobre el levantamiento de las restricciones a los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla y el envío de remesas a los familiares. Y por Venezuela, en este caso más por lo que no dijo sobre el presidente Hugo Chávez. No repitió las acusaciones del actual gobierno estadounidense, durante cuyos mandatos las relaciones entre Caracas y Washington se han deteriorado enormemente.
Viajar a Cuba
La medida con relación a Cuba anunciada por Clinton satisface incluso a organizaciones opuestas al gobierno de La Habana, que consideran que en el afán de Washington por presionar al clan de los hermanos Castro se termina afectando a los ciudadanos que dice querer beneficiar. "No tiene sentido que le cortes ayuda humanitaria al pueblo", dijo Camila Gallardo, directora de relaciones intergubernamentales de la Fundación Cubano Americana, un grupo anti-castrista basado en Miami.
Gallardo asegura que su organización siempre ha estado opuesta a estas restricciones que consideran que sólo afectan a los ciudadanos cubanos y no al gobierno de La Habana. "Tienes unas restricciones que te impiden mandar jabón y calzoncillos y al mismo tiempo tienes a compañías estadounidenses que están haciendo negocios con el régimen cubano", aseguró Gallardo.
El poder del Congreso
Estas medidas parecen hablar de distensión, pero el embargo económico que lleva casi medio siglo va a seguir siendo el principal instrumento de la política hacia Cuba. Una "herramienta" la ha llamado el presidente electo Barack Obama.
Por eso muchos se preguntan hasta qué punto va a haber cambios reales y si el nuevo gobierno podrá desprenderse de la influencia que se le adjudica al llamado "lobby cubano". "No creo que haya mucho interés en normalizar las relaciones con Cuba en un tiempo en el que Fidel Castro está vivo todavía, y su hermano Raúl es presidente del país", aseguró Daniel Erikson, de Diálogo Interamericano, un centro de estudios basado en Washington
Para Erikson, los cambios no van a depender únicamente de la voluntad del presidente electo Obama, porque según él el Congreso tiene una gran influencia en la política hacia Cuba. "Si Obama quisiera cambiar la política y levantar el embargo completamente tendría que pedir el permiso del Congreso y eso sería mucho más complicado", dijo Erikson recordando que el embargo se rige por leyes aprobadas por el Congreso y fue profundizado en 1996 con la Ley Helms-Burton.
Para la Fundación Cubano Americana el embargo no debe ser sustituido, sino complementado con una política "proactiva". "El embargo es algo reactivo, una respuesta a lo que hizo Cuba de nacionalizar compañías estadounidenses sin compensación, pero la parte proactiva ha estado ausente", le explicó Gallardo.
Viejas y nuevas heridas
Para algunos la sola lógica del tiempo es la que permitirá una eventual reacomodo en las relaciones entre Washington y La Habana. "Las relaciones entre Cuba y EE.UU. están basadas en una vieja herida, y esa es la Guerra Fría", expresó Larry Bins, director de Consejo de Asuntos Hemisféricos, un centro de estudios regionales de Washington. Pero hay "heridas nuevas", aseguró Birns, como la que representaría las actuales malas relaciones con Venezuela
Pero a pesar del deterioro sufrido en el vínculo entre Caracas y Washington, durante la audiencia de Clinton ante el Senado no se habló del tema, pese a que el actual gobierno estadounidense ha calificado al presidente Chávez de "amenaza regional".
La virtual Secretaria de Estado sólo se refirió una vez al gobierno del presidente Hugo Chávez como un "problema" con un proveedor de energía, mientras que un senador lo calificó de "desafío" a la política estadounidense hacia la región.
Tregua con Venezuela
Posiblemente el equipo de Obama esté retribuyendo la tregua retórica de facto que parece haber decretado el mandatario venezolano, quien ha saludado la elección del nuevo presidente como una "oportunidad" para mejorar las relaciones entre Washington y el resto del planeta. Pero aunque Chávez no sea una amenaza a la seguridad de los EE.UU. su declarado anti-capitalismo cuestiona principios fundamentales de la sociedad estadounidense.
"Debido a sus petrodólares Venezuela es visto como una amenaza real, no sólo en la manera en que lo percibe el Departamento de Estado, sino para el modelo capitalista que rige actualmente. Chávez es un socialista confeso", le aseguró Larry Birns, director del Consejo de Asuntos hemisféricos, un centro de estudios de Washington. Birns reconoce que aunque Chávez "no es el líder en el desarrollo económico latinoamericano, pero tiene cierta influencia". "La pregunta es si el gobierno de Obama será lo suficientemente sofisticado para lidiar con lo que puede ser más un niño travieso que un dictador. Simplemente es una persona muy difícil de tratar a quien frecuentemente le falta prudencia".
Esa "nueva cara" podría empezar por Cuba, por lo que dijo Clinton sobre el levantamiento de las restricciones a los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla y el envío de remesas a los familiares. Y por Venezuela, en este caso más por lo que no dijo sobre el presidente Hugo Chávez. No repitió las acusaciones del actual gobierno estadounidense, durante cuyos mandatos las relaciones entre Caracas y Washington se han deteriorado enormemente.
Viajar a Cuba
La medida con relación a Cuba anunciada por Clinton satisface incluso a organizaciones opuestas al gobierno de La Habana, que consideran que en el afán de Washington por presionar al clan de los hermanos Castro se termina afectando a los ciudadanos que dice querer beneficiar. "No tiene sentido que le cortes ayuda humanitaria al pueblo", dijo Camila Gallardo, directora de relaciones intergubernamentales de la Fundación Cubano Americana, un grupo anti-castrista basado en Miami.
Gallardo asegura que su organización siempre ha estado opuesta a estas restricciones que consideran que sólo afectan a los ciudadanos cubanos y no al gobierno de La Habana. "Tienes unas restricciones que te impiden mandar jabón y calzoncillos y al mismo tiempo tienes a compañías estadounidenses que están haciendo negocios con el régimen cubano", aseguró Gallardo.
El poder del Congreso
Estas medidas parecen hablar de distensión, pero el embargo económico que lleva casi medio siglo va a seguir siendo el principal instrumento de la política hacia Cuba. Una "herramienta" la ha llamado el presidente electo Barack Obama.
Por eso muchos se preguntan hasta qué punto va a haber cambios reales y si el nuevo gobierno podrá desprenderse de la influencia que se le adjudica al llamado "lobby cubano". "No creo que haya mucho interés en normalizar las relaciones con Cuba en un tiempo en el que Fidel Castro está vivo todavía, y su hermano Raúl es presidente del país", aseguró Daniel Erikson, de Diálogo Interamericano, un centro de estudios basado en Washington
Para Erikson, los cambios no van a depender únicamente de la voluntad del presidente electo Obama, porque según él el Congreso tiene una gran influencia en la política hacia Cuba. "Si Obama quisiera cambiar la política y levantar el embargo completamente tendría que pedir el permiso del Congreso y eso sería mucho más complicado", dijo Erikson recordando que el embargo se rige por leyes aprobadas por el Congreso y fue profundizado en 1996 con la Ley Helms-Burton.
Para la Fundación Cubano Americana el embargo no debe ser sustituido, sino complementado con una política "proactiva". "El embargo es algo reactivo, una respuesta a lo que hizo Cuba de nacionalizar compañías estadounidenses sin compensación, pero la parte proactiva ha estado ausente", le explicó Gallardo.
Viejas y nuevas heridas
Para algunos la sola lógica del tiempo es la que permitirá una eventual reacomodo en las relaciones entre Washington y La Habana. "Las relaciones entre Cuba y EE.UU. están basadas en una vieja herida, y esa es la Guerra Fría", expresó Larry Bins, director de Consejo de Asuntos Hemisféricos, un centro de estudios regionales de Washington. Pero hay "heridas nuevas", aseguró Birns, como la que representaría las actuales malas relaciones con Venezuela
Pero a pesar del deterioro sufrido en el vínculo entre Caracas y Washington, durante la audiencia de Clinton ante el Senado no se habló del tema, pese a que el actual gobierno estadounidense ha calificado al presidente Chávez de "amenaza regional".
La virtual Secretaria de Estado sólo se refirió una vez al gobierno del presidente Hugo Chávez como un "problema" con un proveedor de energía, mientras que un senador lo calificó de "desafío" a la política estadounidense hacia la región.
Tregua con Venezuela
Posiblemente el equipo de Obama esté retribuyendo la tregua retórica de facto que parece haber decretado el mandatario venezolano, quien ha saludado la elección del nuevo presidente como una "oportunidad" para mejorar las relaciones entre Washington y el resto del planeta. Pero aunque Chávez no sea una amenaza a la seguridad de los EE.UU. su declarado anti-capitalismo cuestiona principios fundamentales de la sociedad estadounidense.
"Debido a sus petrodólares Venezuela es visto como una amenaza real, no sólo en la manera en que lo percibe el Departamento de Estado, sino para el modelo capitalista que rige actualmente. Chávez es un socialista confeso", le aseguró Larry Birns, director del Consejo de Asuntos hemisféricos, un centro de estudios de Washington. Birns reconoce que aunque Chávez "no es el líder en el desarrollo económico latinoamericano, pero tiene cierta influencia". "La pregunta es si el gobierno de Obama será lo suficientemente sofisticado para lidiar con lo que puede ser más un niño travieso que un dictador. Simplemente es una persona muy difícil de tratar a quien frecuentemente le falta prudencia".
No hay comentarios:
Publicar un comentario