jueves, 29 de octubre de 2009

Continúa la novela hondureña.

Una delegación del gobierno de Estados Unidos llegó el miércoles a Honduras con el fin de hablar con las partes en conflicto y buscar una salida a la crisis política. Los delegados de Washington se reunieron con el depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde éste último se encuentra refugiado.
La comitiva estadounidense está encabezada por el secretario de Estado adjunto para América Latina, Thomas Shannon, y el consejero adjunto de Seguridad Nacional para la región, Dan Restrepo.
En declaraciones de uno de los asesores de Zelaya, Razel Tomé, dijo que la reunión se había caracterizado por un "diálogo cordial con el Presidente Zelaya, donde se analizaron diversas situaciones" con especial énfasis en "la ruta del proceso electoral". Se espera que la delegación se reúna también con representantes del gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti.
Demanda en La Haya
Entre tanto, la administración de Micheletti anunció que inició los trámites para demandar a Brasil ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por "injerencia" en sus asuntos internos, al permitir la presencia de Zelaya en su embajada en Tegucigalpa. "El gobierno se reserva el derecho de solicitar a la Corte la adopción de medidas cautelares a menos que cesen las actividades ilegales del gobierno brasileño, que alteran el orden público en Honduras y representan una amenaza al desarrollo pacífico del proceso electoral en el país", dijo el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Por el momento, la Cancillería de Brasil ha dicho que no tiene conocimiento oficial de la queja hondureña. Sin embargo, el departamento de prensa de esa cartera afirmó que "una solicitud del gobierno golpista no tendría cómo prosperar por su falta de legitimidad, ya que el tribunal de La Haya sólo representa a gobiernos legítimos". Zelaya, su esposa y un grupo de sus seguidores se refugian en la sede diplomática brasileña desde hace poco más de un mes.
Misión de la OEA
Fuentes del Departamento de Estado dijeron que la misión estadounidense permanecería por dos días en Honduras. En Tegucigalpa también se encuentra una delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA), buscando restablecer el diálogo entre Zelaya y Micheletti, que se encuentra suspendido desde la semana pasada.
Zelaya insiste en su restitución a la presidencia de Honduras, condición a la que se ha negado Micheletti. El gobierno interino mantiene que deben celebrarse elecciones el próximo 29 de noviembre.
Justo sobre ese tema de los comicios, el miércoles hubo unas declaraciones del embajador de estados Unidos ante la Organización de estados Americanos (OEA) que, según algunos observadores, podrían interpretarse como un cambio de posición de Washington respecto a la legitimidad de esta consulta popular.
Lewis Amselem, afirmó que el organismo hemisférico no debe prejuzgar las elecciones en Honduras antes de examinar las condiciones en las que se llevarán a cabo. "Que la OEA descarte el resultado de las elecciones sin examinar las condiciones en las que tendrán lugar es un abuso al derecho de los hondureños a la autodeterminación", afirmó Amselem durante una reunión del Consejo Permanente.
Pese a que Venezuela, Brasil y Nicaragua mantuvieron su posición firme de rechazar la posibilidad de legitimar los resultados de los comicios, Amselem dijo que la obligación de la OEA es "tomar pasos positivos para restaurar la vida democrática en Honduras".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy en día, estamos atrapados por la inmediatez que se olvida el criterio y lo fealmente ocurrido hace poco. Como ejemplo ilustrativo sirva este Editorial de EL PAÏS, el periódico más influyente en España y nada "sospechoso" de conservadurismo o de connivencia con el pensamiento "de derechas".

EDITORIAL
Crisis en Honduras
El presidente Zelaya quiere repetir mandato contra la Constitución, el Congreso y el Supremo
27/06/2009
La moda de repetir mandatos presidenciales saltándose la ley o modificándola al antojo del que manda se extiende en Latinoamérica. Y no es sólo cosa de caudillismos izquierdistas, véase el caso colombiano. Ahora ha llegado de manera especialmente cruda a Honduras, el violento, paupérrimo e inestable país centroamericano devastado hace 10 años por el huracán Mitch. La crisis constitucional que enfrenta al presidente con los otros poderes del Estado se ha degradado en los últimos días, mantiene a los soldados en las calles y motiva una reunión urgente de la OEA.
El presidente Manuel Zelaya, un populista elegido en 2005, quiere presentarse a un nuevo mandato, pese a que la Constitución se lo prohíbe y ha sido avisado en ese sentido por el Congreso y el Tribunal Supremo. El mandatario hondureño, discípulo de Hugo Chávez, planea con apoyo de sus fieles una consulta este domingo preguntando a sus conciudadanos si aprueban la celebración de un referéndum, coincidiendo con las elecciones presidenciales de noviembre, para cambiar la Constitución. Zelaya alega que pretende con ello una "democracia participativa" para su país, "no sólo representativa". La negativa militar a cooperar en la consulta ilegal ha motivado la destitución del jefe del Ejército, general Romeo Vázquez, y la dimisión del ministro de Defensa. El presidente ha ignorado la decisión de los jueces de reponer en su cargo a Vázquez y enciende en las calles a sus fieles asegurando que el Supremo "sólo defiende a los poderosos, los ricos y los banqueros y es un obstáculo para la democracia"; o que en el Congreso Nacional se sientan "esos otros bárbaros que ya no representan a nadie".

En una Centroamérica agitada durante décadas por algunos de los vendavales más sangrientos del hemisferio (El Salvador, Nicaragua, Guatemala), la marginada Honduras nunca ha tenido la oportunidad de que sus instituciones adquieran peso real entre su gente. Pero los argumentos de Zelaya para justificar su seudoreferéndum de mañana y sus opiniones sobre el Parlamento y el poder judicial son sonrojantes, rozan el chafarrinón valleinclanesco y descalifican antes que a nadie al propio dirigente hondureño. Que rápidamente ha sido jaleado desde Caracas por el vitalicio Chávez con el refinado argumento de que la burguesía intenta un golpe contrarrevolucionario.

Anónimo dijo...

Corrección.
"Hoy en día, estamos tan atrapados...y lo realmente"
Un saludo.