Las perspectivas para los pobres en la nueva década que se nos avecina, no son nada de halagüeñas. Casi todos los expertos internacionales coinciden en que las “personas más vulnerables” (como se les llama ahora) particularmente mujeres y niñas, serán quienes sufran las consecuencias de los efectos del cambio climático.
La peor parte se la llevarán los campesinos, ya que la ecuación “pobreza-clima” se basa en que las lluvias serán cada vez más impredecibles, por lo que los pequeños agricultores tendrán más dificultades para cultivar los alimentos que necesitan.
La reflexión de los expertos de ONU es entonces la siguiente: “Si los desastres naturales son más frecuentes, serán los más pobres quienes estén más expuestos al hambre porque no cuentan con las estructuras de apoyo para su protección.”
Panorama negro para los niños
Un organismo como el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) calcula que el cambio climático será responsable entre 10 y 20 por ciento del aumento de personas con hambre para el año 2050.
También afirman que para el 2050 se espera que hayan unos 24 millones más de niños desnutridos como resultado del cambio climático. Casi la mitad de este incremento (unos 10 millones de niños) estarán en el África subsahariana.
Este cálculo se basa en que entre 1980 y 2006 el número de desastres relacionados con el clima se cuadruplicó y la tendencia seguirá en aumento.
Sin capacidad para enfrentar los cambios climáticos
Otro organismo, como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) señala en uno de sus recientes informes sobre el tema, que el número de personas afectadas por los desastres relacionados con el clima, “se espera que llegue a 375 millones por año para el 2015.”
Un dato clave, es que ya durante el año 2010, los sucesos y desastres extremos relacionados con el clima afectaron a unas 300 millones de personas, especialmente en países con poca capacidad para enfrentarlos.
Aumento del precio de los alimentos
Por otro limático, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Para el año 2030, el cambio climático podría aumentar los precios de los alimentos entre 50 a 90 por ciento más de llado, dos tercios de las tierras cultivables en África podrían perderse para el 2025 debido al cambio cque o de otro modo se esperaría que aumentara, de acuerdo con un reciente informe de la ONG Oxfam.
Trabajar para atenuar las consecuencias
Todos los organismos internacionales concuerdan, sin embargo, sobre el importante rol de las ONG, que conforman importantes redes de protección social, que ayudan a prevenir el hambre y la desnutrición durante y después de las crisis climáticas.
Rol preventivo de las redes sociales
Algunas herramientas puestas a disposición por los organismos internacionales en este punto, es ayudar a los gobiernos y a las comunidades vulnerables al cambio climático, a reforzar los mecanismos que permitan predecir los desastres naturales.
Un rol importante se espera de las redes sociales (ONG) para que ayuden a la población a prepararse a enfrentar los efectos del cambio climático, para amortiguar su impacto. Un desafío enorme, que no podrá tener éxito si no se cuenta con el compromiso de los respectivos gobiernos.
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