Muchos de nosotros hemos visto a personas recolectando latas vacías en los estadios, en los conciertos o en cualquier evento público y la verdad es una forma de “ganarse la vida” para aquellos que lo realizan
En el municipio de San Juan Ermita, Chiquimula, Guatemala, vive Doña Sandra Belteton quien tiene 12 años de dedicarse a la recolección de latas vacías, para venderlas a las recicladoras. El proceso inicia con la recolección de latas de todo tipo y tamaño, en donde recibe la colaboración de varias personas e instituciones que organizan encuentros deportivos, bailes, ferias y todo tipo de eventos donde abundan las latas.
El proceso siguiente consiste en compactar las latas para facilitar su traslado y es en esta fase donde aparece el ingenio de las personas, en este caso a Doña Sandra se le ocurrió colocar las latas en la carretera aprovechando un túmulo que existe cerca de su casa de habitación para que sean los vehículos que circulan por allí los que se encargan del trabajo de compactación.
Hacen falta aproximadamente 3,000 latas para juntar un quintal por el cual las empresas recicladoras pagan Q380 quetzales, un equivalente a $50 dólares, con lo cual Doña Sandra mantiene desde más de 12 años a su familia.
Bien dice el dicho que “la necesidad es la madre de los inventos”, que piensan ustedes?
En el municipio de San Juan Ermita, Chiquimula, Guatemala, vive Doña Sandra Belteton quien tiene 12 años de dedicarse a la recolección de latas vacías, para venderlas a las recicladoras. El proceso inicia con la recolección de latas de todo tipo y tamaño, en donde recibe la colaboración de varias personas e instituciones que organizan encuentros deportivos, bailes, ferias y todo tipo de eventos donde abundan las latas.
El proceso siguiente consiste en compactar las latas para facilitar su traslado y es en esta fase donde aparece el ingenio de las personas, en este caso a Doña Sandra se le ocurrió colocar las latas en la carretera aprovechando un túmulo que existe cerca de su casa de habitación para que sean los vehículos que circulan por allí los que se encargan del trabajo de compactación.
Hacen falta aproximadamente 3,000 latas para juntar un quintal por el cual las empresas recicladoras pagan Q380 quetzales, un equivalente a $50 dólares, con lo cual Doña Sandra mantiene desde más de 12 años a su familia.
Bien dice el dicho que “la necesidad es la madre de los inventos”, que piensan ustedes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario