El fin de las bolsas plásticas.

En los últimas semanas se ha generado un cambio en uno de los supermercados de nuestro país y es que ya no entregan bolsas de igual calidad ni resistencia para transportar los productos que se adquieren en él, la principal razón es porque se ha recurrido a utilizar otro tipo de material más amigable con el medio ambiente y son reciclables, pero creo que no es el único lugar donde aplican una política diferente en el uso de bolsas plásticas, recuerdo que un viaje que hice a Guatemala hace unos dos años tuve la oportunidad de ingresar a un supermercado de esos pequeños bajo el formato de las “despensas familiares” que también funcionan en nuestro país, en esa ocasión me sorprendió el hecho que no entregan bolsas plásticas a los usuarios y si son requeridas pueden ser compradas al momento de cancelar en la caja registradora.
La verdad no se si en El Salvador se aplica ese tipo de política en estas “despensas familiares” y cual será el objetivo, si es proteger el medio ambiente al evitar el consumo de bolsas plásticas o si es una estrategia de reducción de costos, el cual es transferido a los usuarios de dichos establecimientos, digamos que en ambos casos, la venta de las bolsas y el uso de materiales reciclables van orientados a contribuir con el medio ambiente.
Además de estas palabras introductorias de los casos que conozco que se aplican en el país, quiero compartir con ustedes un caso que se desarrolla desde hace algunos días en Irlanda. Dublín, la capital de este país Europeo ha montado toda estrategia con políticas y leyes claras que han permitido que el uso de bolsas pláticas se haya reducido en un 94% desde el 2002 cuando fue aprobado el pago de un impuesto a las bolsas de $0.33 centavos. Lo sorprendente no es que el uso de la bolsas ha caído en casi un 100%, sino que eso se dio en cuestión de semanas.
La pregunta que tendrán en mente me imagino que podrá ser: cómo trasladan los productos que se adquieren en los supermercados? Fácil, se han vendido muchas bolsas de tela de mayor capacidad y que pueden ser reutilizables cada vez que se visita un supermercado, tal es así que se dio espacio al aparecimiento de nuevas empresas que se dedican a ofrecer este tipo de bolsas, simpáticas, prácticas y cómodas.
Si damos un vistazo a otras grandes ciudades como Nueva York, San Francisco y países como China y Australia, se han aplicado varias leyes y reglas que buscan reducir el uso de bolsas plásticas pero las misma no han sido tan exitosas como en Irlanda, en gran parte porque no han sido lo suficientemente fuertes ni mucho menos han contado con una campaña de concientización por parte de los empresarios y los usuarios.
Pero además de no tomar conciencia del problema se deja de lado los múltiples problemas que representan las bolsas en los sistemas de alcantarillado, salubridad y el tiempo que demoran las mismas en ser destruidas, que según algunos conocedores del tema pueden pasar como 500 años para que sean destruidas totalmente, al menos de forma natural. Solo por darles otro dato, según reusablebgs.com, en enero del presente año se utilizaron 42 millardos de bolsas plásticas en el mundo lo que nos lleva a pensar el enorme problema al cual se enfrenta el planeta.Si bien el reto parece bastante complicado, existen señales que pueden mejorar los esfuerzos por contribuir a mantener un entorno ambiental más agradable, de igual forma las poblaciones jóvenes y flexibles están con una enorme disposición para innovar con nuevos servicios y nuevas formas de proceder, por lo que estoy seguro que nuestro país aunque no ha entrado de lleno a trabajar en el tema de las bolsas plásticas algo se esta haciendo desde el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de lo cual hablaré en otra ocasión