Según expertos de la UNESCO, reunidos en Colombia, América Latina ha padecido en mayor o menor intensidad problemas de cobertura educativa, bajos índices de calidad, fuga de cerebros hacia países desarrollados y sobre todo un rezago en la educación universitaria frente a otras regiones del mundo. "América Latina se encuentra rezagada frente a otras regiones y pese a un aumento en los indicadores sigue siendo comparativamente más bajo", sostiene el estudio "Mapa de la Educación Superior en América Latina", que analizó cobertura y calidad educativa de 1.231 universidades de 25 países de la región.
Actualmente la tasa de cobertura educativa a nivel universitario bordea el 32% en Latinoamérica mientras que el mismo indicador señala un 68% para Asia y 87% en Europa, precisa el informe, que además destaca la enorme desigualdad entre los países de la región. Entre los problemas detectados por la Unesco en el informe se señala que pese a que el tema de la cobertura registra un aumento en la región, este crecimiento se da de manera desequilibrada, por lo que hace más difícil el pensar en políticas regionales ante la disparidad de realidades.
Por ejemplo, en Brasil, México, Argentina, Venezuela y Colombia concentran el 75% de la cobertura educativa a nivel universitario, mientras, en el tema de la calidad educativa, la Unesco dictaminó que los gobiernos de la región no han establecido una regulación clara. "En términos de cobertura, la educación superior en Latinoamérica parece un enfermo terminal", según la directora del Instituto de la Unesco para la Educación Superior para América Latina y el Caribe, a cargo del estudio.
De igual manera el Secretario de Educación de México sostiene que a diferencia de las experiencias de Europa o Asia, en Latinoamérica no se ha alcanzado una sinergia entre los gobiernos, las instituciones, el resto de la sociedad y la empresa privada que permita mejorar la calidad educativa universitaria. Pese a este panorama gris, la Unesco destacó el aumento en la cifra de matrículas a nivel regional y la mayor presencia de mujeres en las universidades públicas y privadas de América Latina. No obstante, lamentó que las tasas de deserción entre los hombres este en crecimiento.
Otro enorme reto que como región tiene América Latina es la implementación de políticas de estímulo para que los egresados no se conviertan en cerebros fugados hacia naciones desarrolladas. Finalmente, la Unesco llamó a los Gobiernos de la región a elevar la inversión frente al tema de educación universitaria y señaló que porcentualmente los Gobiernos que más invierten en el tema en la actualidad son, en su orden, Cuba, República Dominicana, Chile y Venezuela.
Pese a este panorama tan desalentador a nivel latinoamericano, creo que en el caso de El Salvador se han impulsado varios programas interesantes que pueden ayudar a mejorar la educación y cobertura de la misma en los próximos años, sin embargo, no es únicamente cuestión de incrementar los índices de matrícula o de número de promovidos por año, sino también el tipo de formación que se esta brindando y para qué se esta formando al recurso humano de este país, es decir, no sirve de mucho contar con tantos profesionales graduados en un número reducido de carreras si estos no podrán ser absorbidos por el mercado.
Lo ideal será brindar más opciones a los futuros bachilleres para que puedan optar a carreras técnicas que además de ser cortas son demandadas por el mercado y únicamente requieren de dos o tres años para obtener su acreditación.
El reto para El Salvador no es únicamente poder ejecutar el Plan 2021 que ha sido reconocido a nivel internacional por su diseño y objetivos, sino también lograr formar una base de profesionales innovadores, críticos, bilingües y sobre todo creativos.
Actualmente la tasa de cobertura educativa a nivel universitario bordea el 32% en Latinoamérica mientras que el mismo indicador señala un 68% para Asia y 87% en Europa, precisa el informe, que además destaca la enorme desigualdad entre los países de la región. Entre los problemas detectados por la Unesco en el informe se señala que pese a que el tema de la cobertura registra un aumento en la región, este crecimiento se da de manera desequilibrada, por lo que hace más difícil el pensar en políticas regionales ante la disparidad de realidades.
Por ejemplo, en Brasil, México, Argentina, Venezuela y Colombia concentran el 75% de la cobertura educativa a nivel universitario, mientras, en el tema de la calidad educativa, la Unesco dictaminó que los gobiernos de la región no han establecido una regulación clara. "En términos de cobertura, la educación superior en Latinoamérica parece un enfermo terminal", según la directora del Instituto de la Unesco para la Educación Superior para América Latina y el Caribe, a cargo del estudio.
De igual manera el Secretario de Educación de México sostiene que a diferencia de las experiencias de Europa o Asia, en Latinoamérica no se ha alcanzado una sinergia entre los gobiernos, las instituciones, el resto de la sociedad y la empresa privada que permita mejorar la calidad educativa universitaria. Pese a este panorama gris, la Unesco destacó el aumento en la cifra de matrículas a nivel regional y la mayor presencia de mujeres en las universidades públicas y privadas de América Latina. No obstante, lamentó que las tasas de deserción entre los hombres este en crecimiento.
Otro enorme reto que como región tiene América Latina es la implementación de políticas de estímulo para que los egresados no se conviertan en cerebros fugados hacia naciones desarrolladas. Finalmente, la Unesco llamó a los Gobiernos de la región a elevar la inversión frente al tema de educación universitaria y señaló que porcentualmente los Gobiernos que más invierten en el tema en la actualidad son, en su orden, Cuba, República Dominicana, Chile y Venezuela.
Pese a este panorama tan desalentador a nivel latinoamericano, creo que en el caso de El Salvador se han impulsado varios programas interesantes que pueden ayudar a mejorar la educación y cobertura de la misma en los próximos años, sin embargo, no es únicamente cuestión de incrementar los índices de matrícula o de número de promovidos por año, sino también el tipo de formación que se esta brindando y para qué se esta formando al recurso humano de este país, es decir, no sirve de mucho contar con tantos profesionales graduados en un número reducido de carreras si estos no podrán ser absorbidos por el mercado.
Lo ideal será brindar más opciones a los futuros bachilleres para que puedan optar a carreras técnicas que además de ser cortas son demandadas por el mercado y únicamente requieren de dos o tres años para obtener su acreditación.
El reto para El Salvador no es únicamente poder ejecutar el Plan 2021 que ha sido reconocido a nivel internacional por su diseño y objetivos, sino también lograr formar una base de profesionales innovadores, críticos, bilingües y sobre todo creativos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario