Quiero compartir con ustedes un artículo que vi publicado en el internet, en donde se menciona que ante el aumento en los precios de los alimentos y el petróleo, la inflación en América Latina ha comenzado a superar un nivel "confortable" y se erige como el principal reto para los gobiernos de la región. Y mientras los bancos centrales se debaten entre subir las tasas de interés -para cumplir sus metas inflacionarias- y ahogar el crecimiento económico, algunos remedios alternativos están comenzando a surgir para contener el alza de precios.
Programas contra la pobreza, como los implementados en Brasil y El Salvador; medidas de impulso a la producción de alimentos -como propuso recientemente el presidente colombiano Álvaro Uribe-; subsidios a algunos servicios básicos, entre otros, se conviven en “el botiquín de remedios” que junto con el tradicional instrumento de política monetaria los bancos centrales tratan de combatir la fiebre inflacionaria: subir las tasas de interés. Sin embargo, algunos expertos señalan que es necesario de revisar algunos dogmas.
Para Olivier Blanchard, que en setiembre asumirá como economista jefe del Fondo Monetario Internacioinal (FMI), los bancos centrales no deberían subir “fuertemente” las tasas de interés en respuesta a las alzas de precios. El funcionario sostiene que “las expectativas de la inflación a mediano plazo” deberían seguir firmemente ancladas. Y consideró que un alza de la inflación en el corto plazo es “aceptable”
Por otra parte, la analista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, señala que cuando los bancos centrales optan por subir las tasas de interés, alientan el ingreso de capitales y eso tiende a apreciar las monedas, "con potenciales efectos negativos sobre la competitividad y el crecimiento". Para aquellos que no son economistas y que pueda sonarles un poco “raro” el concepto de “apreciar las monedas”, déjenme darles un ejemplo sencillo, cuando manejábamos colones en la economía salvadoreña, se tenía un tipo de cambio de 8.75 colones por $1 dólar, es decir que el precio de un dólar era de 8.75 colones, al darse una situación de apreciación de la moneda lo que se tiene es un proceso de fortalecimiento de los colones, es decir, ahora un dólar valdría menos por lo que se entregarían menos colones, probablemente 7.50 por $1 dólar. Ojo, que según esta consultora, este tipo de medidas son heterodoxas.
Brasil, por ejemplo, introdujo impuestos a la inversión extranjera en títulos públicos locales, y “en varios países se ha comenzado a ver controles de las exportaciones de alimentos y se gestionan acuerdos de precios”. En particular, el Gobierno de Lula ha adoptado un “mix” de medidas para contener los precios. Por un lado, el Banco Central de Brasil subió la tasa básica de interés, Selic, en 50 puntos básicos, a 12,25% (la segunda alza consecutiva luego de tres años sin movimientos en la tasa de referencia).
En Colombia, el Presidente Álvaro Uribe tampoco quiere frenar el impulso de la economía, que en 2007 mostró su mayor expansión en tres décadas. Por esa razón, ha pedido no subir las tasas de interés, y propuso un paquete de medidas alternativas tendientes a generar una mayor producción de alimentos y el aumento temporal de las reservas que deben tener los bancos. La autoridad monetaria ha comenzado a implementar medidas de aumento de encaje marginal (el nivel de reservas que los bancos comerciales deben mantener en la entidad emisora), pero sus efectos aún no se observan en el país.
México se debate entre subir las tasas o tomar riesgos y tolerar niveles aceptables de inflación para aumentar la competetividad de sus empresas. El presidente Felipe Calderón sugirió que el Banco de México –contemplando que el país muestra una inflación relativamente baja- baje la tasa de referencia, para mejorar el acceso al crédito de las empresas mexicanas, que deben competir con sus pares de Estados Unidos, principal socio comercial del país.
El Banco de México mantiene desde octubre en un 7,50% su tasa de referencia, mientras que en Estados Unidos, la Reserva Federal ha estado aplicando recortes a la tasa de los fondos federales hasta el 2,0% actual. Pese a ello, los especialistas creen que el banco central mexicano podría aumentar su tasa referencial, luego de que la tasa de inflación anual se ubicara en el 4,83% hasta la primera mitad de mayo, el nivel más alto en tres años.
Perú, a salvo. Si bien en todos los países de la región hay un consenso generalizado sobre la necesidad de encontrar soluciones a un problema global, algunos pueden dormir más tranquilos que otros. Perú, por ejemplo, se ubica entre los nueve países emergentes menos vulnerables a los choques de inflación, según un ranking de Fitch Ratings realizado sobre la base de 73 países.
Entre los más seguros también se encuentran Uruguay, México y Colombia, gracias a su estabilidad económica y buenos fundamentos macroeconómicos, según Fitch. Ha sido precisamente en estos países donde se aplican medidas menos convencionales contra la inflación. “En Uruguay, por ejemplo, se subieron los encajes. También se recurrió a la política de encajes en Perú”, destacó la analista de Deloitte, Tamara Schandy.
Según Daniel Lachman, “No se puede pintar la región de un solo color. Por ahora algunos países van por buen camino", "Me temo que Venezuela y Argentina se han montado a la burbuja creada por la subida de precios de productos básicos o 'commodities', y cuando está burbuja se desinfle veremos las consecuencias de sus malas políticas económicas", opinó. Precisamente, según el ranking de Fitch el grupo de los más vulnerables es encabezado por Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina. Brasil y Chile se encuentran a mitad de camino.
La situación es preocupante y global, en especial cuando un escenario de inflación puede alterar el clima de los negocios y aumentar las cifras de la pobreza. No obstante, según explica Nancy Lee, economista del Centro del Desarrollo Global (CDG) "se han visto buenas reformas en la región: los Bancos Centrales tienen más autonomía, el sistema financiero es más estable y no hay grandes deudas". A pesar de los esfuerzos demostrados hasta ahora, la especialista sostiene que la región está mejor preparada para luchar contra la inflación que para sostener el crecimiento económico.
Pese a que El Salvador no figurar en la noticia como uno de los países mejor preparados para enfrentar la crisis económica mundial, el incremento de los precios, etc. hay que mencionar que algunos organismos internacionales como el Banco Mundial han señalado que la región centroamericana y entre ellos nuestro país están mejor preparados, es así que hemos visto como el Gobierno ha tomado medidas para tratar de reducir el impacto en la población, subsidiando el pasaje del transporte urbano, el tambo de gas, la electricidad, el servicio del agua, fortaleciendo el programa red solidaria, entre otras medidas.
Con todas estas acciones no se resuelven los problemas que enfrentan las familias salvadoreñas sin embargo se reduce el impacto en los presupuestos familiares, el cual sería aun más fuerte de no contarse con estos apoyos provenientes desde el Gobierno.
Programas contra la pobreza, como los implementados en Brasil y El Salvador; medidas de impulso a la producción de alimentos -como propuso recientemente el presidente colombiano Álvaro Uribe-; subsidios a algunos servicios básicos, entre otros, se conviven en “el botiquín de remedios” que junto con el tradicional instrumento de política monetaria los bancos centrales tratan de combatir la fiebre inflacionaria: subir las tasas de interés. Sin embargo, algunos expertos señalan que es necesario de revisar algunos dogmas.
Para Olivier Blanchard, que en setiembre asumirá como economista jefe del Fondo Monetario Internacioinal (FMI), los bancos centrales no deberían subir “fuertemente” las tasas de interés en respuesta a las alzas de precios. El funcionario sostiene que “las expectativas de la inflación a mediano plazo” deberían seguir firmemente ancladas. Y consideró que un alza de la inflación en el corto plazo es “aceptable”
Por otra parte, la analista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, señala que cuando los bancos centrales optan por subir las tasas de interés, alientan el ingreso de capitales y eso tiende a apreciar las monedas, "con potenciales efectos negativos sobre la competitividad y el crecimiento". Para aquellos que no son economistas y que pueda sonarles un poco “raro” el concepto de “apreciar las monedas”, déjenme darles un ejemplo sencillo, cuando manejábamos colones en la economía salvadoreña, se tenía un tipo de cambio de 8.75 colones por $1 dólar, es decir que el precio de un dólar era de 8.75 colones, al darse una situación de apreciación de la moneda lo que se tiene es un proceso de fortalecimiento de los colones, es decir, ahora un dólar valdría menos por lo que se entregarían menos colones, probablemente 7.50 por $1 dólar. Ojo, que según esta consultora, este tipo de medidas son heterodoxas.
Brasil, por ejemplo, introdujo impuestos a la inversión extranjera en títulos públicos locales, y “en varios países se ha comenzado a ver controles de las exportaciones de alimentos y se gestionan acuerdos de precios”. En particular, el Gobierno de Lula ha adoptado un “mix” de medidas para contener los precios. Por un lado, el Banco Central de Brasil subió la tasa básica de interés, Selic, en 50 puntos básicos, a 12,25% (la segunda alza consecutiva luego de tres años sin movimientos en la tasa de referencia).
En Colombia, el Presidente Álvaro Uribe tampoco quiere frenar el impulso de la economía, que en 2007 mostró su mayor expansión en tres décadas. Por esa razón, ha pedido no subir las tasas de interés, y propuso un paquete de medidas alternativas tendientes a generar una mayor producción de alimentos y el aumento temporal de las reservas que deben tener los bancos. La autoridad monetaria ha comenzado a implementar medidas de aumento de encaje marginal (el nivel de reservas que los bancos comerciales deben mantener en la entidad emisora), pero sus efectos aún no se observan en el país.
México se debate entre subir las tasas o tomar riesgos y tolerar niveles aceptables de inflación para aumentar la competetividad de sus empresas. El presidente Felipe Calderón sugirió que el Banco de México –contemplando que el país muestra una inflación relativamente baja- baje la tasa de referencia, para mejorar el acceso al crédito de las empresas mexicanas, que deben competir con sus pares de Estados Unidos, principal socio comercial del país.
El Banco de México mantiene desde octubre en un 7,50% su tasa de referencia, mientras que en Estados Unidos, la Reserva Federal ha estado aplicando recortes a la tasa de los fondos federales hasta el 2,0% actual. Pese a ello, los especialistas creen que el banco central mexicano podría aumentar su tasa referencial, luego de que la tasa de inflación anual se ubicara en el 4,83% hasta la primera mitad de mayo, el nivel más alto en tres años.
Perú, a salvo. Si bien en todos los países de la región hay un consenso generalizado sobre la necesidad de encontrar soluciones a un problema global, algunos pueden dormir más tranquilos que otros. Perú, por ejemplo, se ubica entre los nueve países emergentes menos vulnerables a los choques de inflación, según un ranking de Fitch Ratings realizado sobre la base de 73 países.
Entre los más seguros también se encuentran Uruguay, México y Colombia, gracias a su estabilidad económica y buenos fundamentos macroeconómicos, según Fitch. Ha sido precisamente en estos países donde se aplican medidas menos convencionales contra la inflación. “En Uruguay, por ejemplo, se subieron los encajes. También se recurrió a la política de encajes en Perú”, destacó la analista de Deloitte, Tamara Schandy.
Según Daniel Lachman, “No se puede pintar la región de un solo color. Por ahora algunos países van por buen camino", "Me temo que Venezuela y Argentina se han montado a la burbuja creada por la subida de precios de productos básicos o 'commodities', y cuando está burbuja se desinfle veremos las consecuencias de sus malas políticas económicas", opinó. Precisamente, según el ranking de Fitch el grupo de los más vulnerables es encabezado por Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina. Brasil y Chile se encuentran a mitad de camino.
La situación es preocupante y global, en especial cuando un escenario de inflación puede alterar el clima de los negocios y aumentar las cifras de la pobreza. No obstante, según explica Nancy Lee, economista del Centro del Desarrollo Global (CDG) "se han visto buenas reformas en la región: los Bancos Centrales tienen más autonomía, el sistema financiero es más estable y no hay grandes deudas". A pesar de los esfuerzos demostrados hasta ahora, la especialista sostiene que la región está mejor preparada para luchar contra la inflación que para sostener el crecimiento económico.
Pese a que El Salvador no figurar en la noticia como uno de los países mejor preparados para enfrentar la crisis económica mundial, el incremento de los precios, etc. hay que mencionar que algunos organismos internacionales como el Banco Mundial han señalado que la región centroamericana y entre ellos nuestro país están mejor preparados, es así que hemos visto como el Gobierno ha tomado medidas para tratar de reducir el impacto en la población, subsidiando el pasaje del transporte urbano, el tambo de gas, la electricidad, el servicio del agua, fortaleciendo el programa red solidaria, entre otras medidas.
Con todas estas acciones no se resuelven los problemas que enfrentan las familias salvadoreñas sin embargo se reduce el impacto en los presupuestos familiares, el cual sería aun más fuerte de no contarse con estos apoyos provenientes desde el Gobierno.
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