En este listado nos vamos a encontrar recorriendo parques nacionales en plena naturaleza, montañas, pueblos… y todo haciendo uso de nuestras dos piernas, porque así es como más vale la pena acercarse a estos lugares, andando. La revista Forbes apunta 8 destinos para recorrer a pie, los mejores del mundo.
El Camino de Santiago, que es Patrimonio de la Humanidad desde 1993. Más allá de la mortivación religiosa, quienes han hecho este recorrido afirman que se trata de un reencuentro con uno mismo, y un lugar de encuentro con los demás. También nos unimos a la tranquilidad, el esfuerzo, la reflexión y un afán de superación que parece mover esas piernas después de jornadas agotadoras. Hay múltiples rutas desde las que llegar a Santiago, y cada una tiene un particular atractivo. Entre las favoritas, el Camino Francés y la Vía de la Plata, aunque yo no descartaría el Camino de la Costa…
El Parque Nacional South Luangwa, en Zambia, uno de los mejores destinos para ver vida salvaje en África. De entre los 19 parques nacionales del país africano, éste es el más indicado para pasear. En él nos esperan 60 especies de animales distintas que podrían andar junto a nosotros, como elefantes, jirafas, antílopes, leones o hipopótamos y hasta 400 especies de pájaros.
El Parque Nacional Blue Mountains o de las Montañas Azules, en Australia, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Habremos de armarnos de fuerza y elegir alguno de sus valles o acantilados para recorrerlos con vistas impresionantes. El azul al que debe su nombre proviene de la gran cantidad de arboles de eucalyptus que hay en la zona, que al desprender su aceite al aire producen una bruma azulada. Atracciones como las curiosas formaciones rocosas de “las 3 hermanas” o el tranvía con más inclinación del mundo (52 vertiginosos grados), el Scenic Railway.
La Patagonia, en Argentina. En una región tan enorme, hay que escoger. Lo mejor, quedarnos en zona de montañas, lagos, Tierra de Fuego o el Parque Nacional de los Glaciares. Otros Parques Nacionales, como el Lanín, el Nahuel o el Huapi también fueron declarados Patrimonio Mundial Natural por la UNESCO en 1983. La ruta de los 7 lagos o Ushuaia son otros lugares para no perderse.
El Parque Nacional Manuel Antonio, en Costa Rica. Este Parque comprende 683 hectáreas en la parte terrestre y 55.000 hectáreas en la parte marina, así que un paseo en barco o sumergidos en sus aguas también deben ser espectaculares. De hecho, múltiples actividades se ofrecen al visitante: cómo no, las caminatas en los senderos del parque, pero también excursiones en kayac por los alrededores de la costa, paseos a caballo o pesca. Bosque, playa de arenas blancas, manglares y una gran variedad de flora y fauna harán el recorrido inolvidable.
El Gran Cañón, en Arizona. Imprescindible asomarse a su vertiginosa pasarela, si no tememos las alturas, claro. Es la garganta más famosa de la Tierra, excavada por el río Colorado en el norte de Arizona, en Estados Unidos. Situado en su mayor parte dentro del Parque Nacional del Gran Cañón, existen circuitos para disfrutar de este paisaje único, tanto en su parte superios como en el fondo del valle, accesible caminando, montado en mula o descendiendo por el río.
El Parque Nacional Fiorland, en Nueva Zelanda. El más grande de los 14 parques nacionales que existen en el país, con un área de 12,500 km². Aparte de ser un estupendo lugar para los excursionistas que recorren los senderos Milford, Kepler, Hollyford y Routeburn, también es el paraíso de escaladores y alpinistas. El Parque ofrece actividades múltiples, para todos los gustos. Fiordos, montañas, valles, cataratas, lagos y una rica vida salvaje nos esperan en este lugar. Imprescindible el fiordo más conocido, el Milford Sound, o el recorrido por Milford Track.
El último lugar seleccionado en la lista para recorrer a pie me parece inconmensurable y excesivo. Se trata ni más ni menos que de China. Habrá que especificar un poco, así que nos quedamos con reencontrarnos con una cultura milenaria y una naturaleza espectacular a través de un paseo por la Gran Muralla China, las Montañas Yangshuo (atentos a los paisajes que podríamos ver por la zona), pasando por la antigua capital imperial de Xi’an o Beijing. No nos faltan rutas a pie en ninguno de estos lugares.
Luego de listarles estos lugares para poder recorrerlos paso a paso, que bueno sería que en algún momento un lugar de El Salvador pueda ser incorporado en estas rutas así como lo ha hecho Costa Rica, quizás muchos de ustedes puedan decir que “se vale soñar” pero creo que no es un imposible y que con los esfuerzos que ha realizado el Ministerio de Turismo de El Salvador ya se están viendo resultados, es así que en una revista de turismo, lastimosamente no recuerdo el nombre de la revista, pero ubicaba a nuestro país como destino recomendado para visitar durante el 2008, incluso por arriba de Costa Rica.
Ya llegarán mejores días para nuestro país en donde nos convertiremos en un verdadero destino turístico, mientras tanto hay que continuar creando y fortaleciendo la infraestructura hotelera, mejorar la seguridad al turista, continuar formando al recurso humano no solo en amabilidad sino también en idiomas y sobre todo que nuestra población descubra que tratando bien al turista no solo se contribuye a que nos vuelvan a visitar, sino que también es una fuente de desarrollo de nuestro país.
El Camino de Santiago, que es Patrimonio de la Humanidad desde 1993. Más allá de la mortivación religiosa, quienes han hecho este recorrido afirman que se trata de un reencuentro con uno mismo, y un lugar de encuentro con los demás. También nos unimos a la tranquilidad, el esfuerzo, la reflexión y un afán de superación que parece mover esas piernas después de jornadas agotadoras. Hay múltiples rutas desde las que llegar a Santiago, y cada una tiene un particular atractivo. Entre las favoritas, el Camino Francés y la Vía de la Plata, aunque yo no descartaría el Camino de la Costa…
El Parque Nacional South Luangwa, en Zambia, uno de los mejores destinos para ver vida salvaje en África. De entre los 19 parques nacionales del país africano, éste es el más indicado para pasear. En él nos esperan 60 especies de animales distintas que podrían andar junto a nosotros, como elefantes, jirafas, antílopes, leones o hipopótamos y hasta 400 especies de pájaros.
El Parque Nacional Blue Mountains o de las Montañas Azules, en Australia, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Habremos de armarnos de fuerza y elegir alguno de sus valles o acantilados para recorrerlos con vistas impresionantes. El azul al que debe su nombre proviene de la gran cantidad de arboles de eucalyptus que hay en la zona, que al desprender su aceite al aire producen una bruma azulada. Atracciones como las curiosas formaciones rocosas de “las 3 hermanas” o el tranvía con más inclinación del mundo (52 vertiginosos grados), el Scenic Railway.
La Patagonia, en Argentina. En una región tan enorme, hay que escoger. Lo mejor, quedarnos en zona de montañas, lagos, Tierra de Fuego o el Parque Nacional de los Glaciares. Otros Parques Nacionales, como el Lanín, el Nahuel o el Huapi también fueron declarados Patrimonio Mundial Natural por la UNESCO en 1983. La ruta de los 7 lagos o Ushuaia son otros lugares para no perderse.
El Parque Nacional Manuel Antonio, en Costa Rica. Este Parque comprende 683 hectáreas en la parte terrestre y 55.000 hectáreas en la parte marina, así que un paseo en barco o sumergidos en sus aguas también deben ser espectaculares. De hecho, múltiples actividades se ofrecen al visitante: cómo no, las caminatas en los senderos del parque, pero también excursiones en kayac por los alrededores de la costa, paseos a caballo o pesca. Bosque, playa de arenas blancas, manglares y una gran variedad de flora y fauna harán el recorrido inolvidable.
El Gran Cañón, en Arizona. Imprescindible asomarse a su vertiginosa pasarela, si no tememos las alturas, claro. Es la garganta más famosa de la Tierra, excavada por el río Colorado en el norte de Arizona, en Estados Unidos. Situado en su mayor parte dentro del Parque Nacional del Gran Cañón, existen circuitos para disfrutar de este paisaje único, tanto en su parte superios como en el fondo del valle, accesible caminando, montado en mula o descendiendo por el río.
El Parque Nacional Fiorland, en Nueva Zelanda. El más grande de los 14 parques nacionales que existen en el país, con un área de 12,500 km². Aparte de ser un estupendo lugar para los excursionistas que recorren los senderos Milford, Kepler, Hollyford y Routeburn, también es el paraíso de escaladores y alpinistas. El Parque ofrece actividades múltiples, para todos los gustos. Fiordos, montañas, valles, cataratas, lagos y una rica vida salvaje nos esperan en este lugar. Imprescindible el fiordo más conocido, el Milford Sound, o el recorrido por Milford Track.
El último lugar seleccionado en la lista para recorrer a pie me parece inconmensurable y excesivo. Se trata ni más ni menos que de China. Habrá que especificar un poco, así que nos quedamos con reencontrarnos con una cultura milenaria y una naturaleza espectacular a través de un paseo por la Gran Muralla China, las Montañas Yangshuo (atentos a los paisajes que podríamos ver por la zona), pasando por la antigua capital imperial de Xi’an o Beijing. No nos faltan rutas a pie en ninguno de estos lugares.
Luego de listarles estos lugares para poder recorrerlos paso a paso, que bueno sería que en algún momento un lugar de El Salvador pueda ser incorporado en estas rutas así como lo ha hecho Costa Rica, quizás muchos de ustedes puedan decir que “se vale soñar” pero creo que no es un imposible y que con los esfuerzos que ha realizado el Ministerio de Turismo de El Salvador ya se están viendo resultados, es así que en una revista de turismo, lastimosamente no recuerdo el nombre de la revista, pero ubicaba a nuestro país como destino recomendado para visitar durante el 2008, incluso por arriba de Costa Rica.
Ya llegarán mejores días para nuestro país en donde nos convertiremos en un verdadero destino turístico, mientras tanto hay que continuar creando y fortaleciendo la infraestructura hotelera, mejorar la seguridad al turista, continuar formando al recurso humano no solo en amabilidad sino también en idiomas y sobre todo que nuestra población descubra que tratando bien al turista no solo se contribuye a que nos vuelvan a visitar, sino que también es una fuente de desarrollo de nuestro país.
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