lunes, 30 de junio de 2008

La vida en una semana.

Espero que con este artículo logre transmitir una pequeña idea que tengo en mi mente y que deseo compartir con ustedes, lastimosamente tendrán que esperar hasta el final de los diferentes párrafos que me ayudarán a desarrollar algunas cosas que he querido compartir con los visitantes frecuentes y no tan frecuentes de este blog.
Cuando somos niños siempre son nuestros padres los que se encargan de brindarnos la protección y seguridad necesaria para evitarnos una caída, un golpe o un pequeño susto, me imagino que habrán escuchado en algún momento la frase “padres protectores”, bueno, digamos que eso explica en pocas palabras toda nuestra niñez y en gran medida hasta nuestra adolescencia.
Con el correr de los años comenzamos a ganar experiencia y en nuestro diario vivir vamos acumulando algunas medidas para estar prevenidos ante situaciones de emergencia o al menos tratamos de “evitar” los problemas que puedan presentarse en los centros de estudio, una discusión con amigos, etc., por lo que podríamos decir que estamos a prendiendo a ser cuidadosos con nosotros mismos.
Al memento de dejar nuestra etapa adolecente y comenzamos a vivir nuestra “libertad” gracias a los años que vamos acumulando y que son respaldados con la obtención del Documento Unico de Identificación (DUI), se nos entrega un pequeño reconocimiento a nuestro desarrollo como individuos capaces de proceder basados en un buen uso de razón y sobre todo capaces de tomar las mejores decisiones para llevar una vida normal, basada en la búsqueda de éxito.
Hasta ahora no he hecho nada más que plantearles un contexto controlado y si bien puede tener algunos problemas, estos casi siempre son resueltos con la ayuda de nuestros padres o por nuestra propia iniciativa, pero que pasa cuando nos tenemos que enfrentar a otras circunstancias que escapan al control de nuestros familiares y al nuestro?, estamos preparados para poder responder ante estos caso?. Este es el verdadero interés de este artículo, plantear nuestra constante exposición a situaciones complejas y difíciles, para las cuales en muchos casos no estamos preparados.
Para el desarrollo de esta parte del artículo me apoyaré en experiencias propias así como algunas que personas cercanas a este servidor a compartido de manera directa o indirecta, así como otras historias que son de conocimiento general.
La vida es una aventura día con día. Definitivamente ninguno de nosotros logramos dominar nuestra vida y mucho menos un día, no en el sentido de no conocer que queremos para nosotros mismos, sino por el hecho que no somos dueños de nuestro destino y al desconocer lo que podemos vivir ni el siguiente minuto, convierte a la vida misma en toda una aventura. El pasado martes, si no me equivoco, apareció en uno de los principales periódicos del país una noticia que impacto mucho a amigos y compañeros de trabajo al enterarnos de un accidente automovilístico en donde fallecieron dos personas, un señor de 50 años junto con su pequeña hija de 5 añitos, en principio la causa fue la velocidad del conductor, la poca visibilidad, la imprudencia de las personas al cruzar la calle, etc. el punto es que ninguno de las personas involucradas en tan desafortunado caso deseo que pasara dicho accidente, nuevamente, la vida es una caja de sorpresas.
Preparados para vivir. Casualmente la semana pasada me tome el tiempo para escribir un poco sobre una noticia que es de conocimiento de muchos en El Salvador, el problema que se tiene con los empresarios del sector transporte público, quienes a fuerza de ser sinceros, lograron “convencer” al gobierno que ellos merecen un trato especial y como premio “recibir” un mayor subsidio para mantener la tarifa del transporte público en $0.25ctvs. La verdad si me preguntan si comparto dicha medida, obviamente mi respuesta sería “no”, pero entiendo la posición en que se encuentra el Gobierno y tiene que aceptar la presión de los transportistas a fin de evitar una protesta mayor por parte de los miles que utilizan el transporte público.
Por mi parte creo que cumplo un poco al expresar mi descontento ante la impotencia que experimentamos muchos salvadoreños que conducimos a diario por las calles de ciudad capital y que con el pago de combustible que colocamos en nuestros vehículos contribuimos al pago de estos subsidios que el Gobierno a un sector que por años ha “chantajeado” a muchos.
Creo que como premio a mi frustración la semana pasada un motorista de uno de los autobuses del transporte público se encargo de recordarme que ellos son los dueños de la vía pública, que su simple decisión de detenerse o incorporarse a otro carril debe ser no solo entendido sino también permitido, so pena de verse en la penosa situación que se reciba un insulto con todas las de la ley o en el peor de los casos que golpeen tu vehículo, obvio que sin derecho a reclamar nuestro derechos, so pena de verte frente al motorista, cobrador y mas unidades del transporte colectivo en una actitud violenta y de intimidación, bueno eso cuando se detienen para ver que fue lo que pasó.
El punto es que me conducía al medio día por una de las iglesias católicas más emblemáticas de San Salvador y porque no de todo el país, si, el santuario donde la Virgen de Guadalupe tiene su casa, la cual además de recibirnos también es punto de trasbordo para muchos usuarios del transporte colectivo, pues al convertirse en zona de ingreso a San Salvador, muchos de los autobuses se estacionan en una zona específica para no interferir en el flujo vehicular de los alrededores pues todos sabemos lo “pesado” que es el trafico en ese lugar. Cuando me encontraba pasando frente a dicha iglesia me desplazaba a una velocidad moderada justamente por detrás de un vehículo pequeño que era conducido por una señora, la cual al ver en la distancia era de unos 40 años.
Hasta ese momento todo muy bien, sin embargo, observe que unos autobuses iniciaron su marcha lo que me hizo pensar que buscarían incorporarse inmediatamente al carril en el que me conducía, por lo que opte por moverme al carril interior izquierdo a fin de evitar tener que verme ante el problema de la incorporación inminente de los autobuses, como ustedes comprenderán es una vía rápida y una maniobra para incorporarse a una menor velocidad siempre es peligrosa. Al final dos autobuses tomaron la decisión de incorporarse, lo cual no fue previsto por el automóvil que se desplazaba frente a mí y su reacción lógica esperada por mí era que disminuyera la velocidad y dejar pasar a los autobuses y conservar su carril o en todo caso, que los motoristas de los autobuses esperaran un poco e incorporarse luego de nuestro paso, pero cual fue mi sorpresa, ninguno de los dos hechos esperados sucedieron.
Los autobuses continuaron su marcha incrementando su velocidad y logrando intimidar al conductor que se desplazaba por delante de mí, al cual yo había evitado al cambiarme de carril, sin embargo, mi sorpresa y les digo sorpresa por no decir “susto” fue cuando la conductora del automóvil no solamente decidió parar repentinamente casi en su totalidad sino también de forma intempestiva cruzo su vehículo al carril sobre el cual me desplazaba, lo cual para mi fue un verdadero milagro no tener que golpearla por la imprudencia con la cual realizó la maniobra. Quizás ustedes digan que todo esto se pudo evitar, posiblemente tengan razón, pero más allá de saber si pudo o no pasar algo más, es que uno se lleva muchos sustos a cada momento, por eso les digo que la vida es toda una aventura y por ello hay que estar preparados para vivirla.
Aprendamos a protegernos. En estos días de tanta inseguridad, del estrés del trabajo, de las mil y una crisis (petróleo, alimentos, políticas, etc), y otras tantas cosas negativas que nos rodean, se vuelve una necesidad urgente el poder aprender a cuidarnos y cuidar a los nuestros. No se trata de que vivamos en una ciudad o país inseguro, se trata de que podamos cuidarnos en todos los sentidos, cuidar nuestra educación, nuestra salud, nuestra alegría y sobre todo nuestro desarrollo como individuos. Saber desarrollar el respeto por los demás, fomentar la solidaridad, la cortesía y la unión son partes de una mezcla efectiva que podrá ayudarnos en la creación de una mejor sociedad y por ende nos permitirá protegernos más fácilmente.
Creatividad y positivismo. Ante situaciones cotidianas o fuera de lo normal la mejor respuesta siempre será la creatividad, esa chispa que todos tenemos y que puede ser de gran utilidad en el momento menos pensado, la semana pasada cuando junto con unos compañeros de labores nos vimos ante una emergencia médica se pusieron a prueba estas dos palabras y les puedo asegurar que aun con todo y los nervios que genera enfrentarse a un problema médico, se lograron tomar las medidas adecuadas y ahora podemos estar “contando el cuento”, es por ello que les digo que la creatividad y sobre todo el positivismo son herramientas poderosas.
Luego de compartir con ustedes estos párrafos me imagino que ya muchos no se recuerdan que al inicio de este artículo les mencione que quería compartir con ustedes una razón fundamental, déjenme decirles que esa razón es sencilla, reconocer que somos aves de paso y que nuestra vida es tan corta que no vale la pena no disfrutarla y sobre todo que traslademos nuestra infelicidad a los demás.
Dios nos creo y nos coloco en este país con un propósito, descubrir ese propósito es nuestra responsabilidad individual y mientras no lo descubramos nos desgastaremos en protegernos, por tratar de controlar nuestro entorno y nuestras vidas e inventarnos miles de métodos para enfrentar las cosas, pero si no logramos aprender a querernos a nosotros mismos y a compartir esa felicidad será difícil que tengamos una vida plena. Gracias a todos aquellos que con su optimismo y actitud positiva inyecta directa o indirectamente nuevas esperanzas o alegrías en otras personas….
Creo que al final ustedes mismos podrán sacar sus propias conclusiones sobre este artículo, la verdad el nombre no se si era el más adecuado, pero lo utilice teniendo en cuenta que muchas de las cosas que he compartido con ustedes sucedieron en menos de una semana…imagínense cuantas más situaciones parecidas o distintas podrán haber vivido ustedes en ese mismo tiempo….la vida en una semana, puede ser nuestro punto de partida y cambio, es cuestión de voluntad y empeño…seamos felices y transmitamos felicidad.

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