Ya han pasado varios años desde los atentados que sufrieron los Estados Unidos a las torres gemelas, pero las medidas de seguridad han continuado avanzando en muchos sitios de entrada a países con riesgo de sufrir atentados, es así que algunas ciudades han implementado medidas para protegerse o al menos sentirse un poco más seguros. En esta oportunidad quiero comentarles que algunos aeropuertos de ciudades importantes como Phoenix y Baltimore colocaron unas maquinas para “revisar” a los pasajeros, ahora les han seguido otros aeropuertos como el de Los Ángeles, el JFK de Nueva York, Albuquerque, Denver y Washington. Y a finales de mes de junio lo harán Dallas, Detroit, Las Vegas y Miami.
En esos aeropuertos funcionan o van a funcionar los escáneres que ofrecen una imagen tridimensional del cuerpo desnudo de los pasajeros, un logro que los responsables de seguridad de Estados Unidos consideran como un gran avance pero que muchos viajeros opinan que es una violación a su privacidad y derechos civiles, la verdad cuantos de nosotros no hemos pasado por una situación incomoda cuando personas abusando de su “autoridad” sobrepasan la línea del respeto y recurren a procedimientos inadecuados, será que efectivamente este tipo de medidas implementadas por las autoridades de los aeropuertos sobrepasa los límites? Quizás las respuestas sean muy diversas, pero es verdad que dicha medida levantará más de una voz de alerta.
La Agencia de Seguridad del Transporte (TSA por sus siglas en inglés) anunció recientemente su plan de ampliación de la implantación de estos escáneres, que funcionan con ondas electromagnéticas que se proyectan a alta velocidad sobre el cuerpo del pasajero y cuyo reflejo se utiliza para construir la imagen en un ordenador. En EEUU, los agentes que estudian esas pantallas están ubicados en un lugar remoto y no visible para los pasajeros.
Lo que no han mencionado es quien controlará a estos “agentes” ocultos, quien garantizará el correcto uso de las imágenes, solo basta recordar que hace unos meses uno de los centros acuáticos de nuestro país fue señalado por colocar cámara en lugares estratégicos desde los cuales se grabaron a muchas mujeres mientras se colocaban sus trajes de baño e incluso mientras hacían uso de las piscinas, si eso se pudo hacer con una tecnología básica, que podríamos esperar con este nuevo sistema de escáner.
Se supone que si al pasar por el escáner la imagen presenta algo sospechoso, los agentes avisan por radio a sus compañeros en contacto directo con los viajeros. Una vez que se resuelven las anomalías, o si no se identifican riesgos, la imagen escaneada se borra permanentemente, sin dar la opción de imprimirla, exportarla, almacenarla o transmitirla. El proceso dura medio minuto y no es obligatorio, se puede rechazar y optar por ser “cateado”.
De igual manera se ha explicado que las ondas representan menos riesgo para la salud que el uso de un móvil e insisten en que la privacidad está asegurada, pues la cara aparece difuminada. Afirma también que el 90% de los pasajeros en Phoenix aceptaron el proceso y en Baltimore solo el 4% de los viajeros se negaron.No puedo atreverme a asegurar que dichos porcentajes son valederos, pero si tuviera que justificar el uso de dichas máquinas creo que sería más que obvio que diría que el uso de las mismas ha sido bien recibido, bueno, si alguno de ustedes ya fue un “usuario” de dichos escáner puede compartir su experiencia con nosotros.
Pese a las “normas de seguridad” para con el uso de las imágenes, la opinión o mejor dicho quejas de algunos viajeros (recogidas en muchos casos en un blog creado por la propia agencia) se han visto incrementadas argumentando en algunos casos que el utilizar el escáner "representa un asalto significativo --y para algunos humillante-- a la dignidad esencial de los pasajeros que ciudadanos de una nación libre no deberían tolerar", según Barry Steinhardt, director del programa Tecnología y Libertad, quien ha denunciado además que el difuminado de las caras "es simplemente un arreglo con software que puede deshacerse con la misma facilidad con que se aplica".
Hay expertos que alertan de que el escáner puede ver bajo la ropa pero no a través de materiales como el plástico o la goma, incluso grupos conservadores como la Heritage Foundation han criticado los escáneres, no porque ataquen la privacidad sino porque suponen "un gasto de dinero" que ofrece "resultados mínimamente mejores que los actuales procesos de control". Al final de esta nota no me queda claro si sumarme a las quejas que puedan presentar los viajeros, por el irrespeto que pueda darse a la dignidad humana o simplemente aplaudir la nueva norma de seguridad que se implementa en los aeropuertos, la verdad creo que esta medida viene a hacer más engorroso los trámites en los aeropuertos y a desestimular a los turistas que si bien ya han tenido que cargar con sobretasas por las aerolíneas ante el aumento de los precios del petróleo, ahora enfrentarán la posible “obligatoriedad” de someterse a nuevas medidas de seguridad que al final representan una pérdida de tiempo y dinero.
En esos aeropuertos funcionan o van a funcionar los escáneres que ofrecen una imagen tridimensional del cuerpo desnudo de los pasajeros, un logro que los responsables de seguridad de Estados Unidos consideran como un gran avance pero que muchos viajeros opinan que es una violación a su privacidad y derechos civiles, la verdad cuantos de nosotros no hemos pasado por una situación incomoda cuando personas abusando de su “autoridad” sobrepasan la línea del respeto y recurren a procedimientos inadecuados, será que efectivamente este tipo de medidas implementadas por las autoridades de los aeropuertos sobrepasa los límites? Quizás las respuestas sean muy diversas, pero es verdad que dicha medida levantará más de una voz de alerta.
La Agencia de Seguridad del Transporte (TSA por sus siglas en inglés) anunció recientemente su plan de ampliación de la implantación de estos escáneres, que funcionan con ondas electromagnéticas que se proyectan a alta velocidad sobre el cuerpo del pasajero y cuyo reflejo se utiliza para construir la imagen en un ordenador. En EEUU, los agentes que estudian esas pantallas están ubicados en un lugar remoto y no visible para los pasajeros.
Lo que no han mencionado es quien controlará a estos “agentes” ocultos, quien garantizará el correcto uso de las imágenes, solo basta recordar que hace unos meses uno de los centros acuáticos de nuestro país fue señalado por colocar cámara en lugares estratégicos desde los cuales se grabaron a muchas mujeres mientras se colocaban sus trajes de baño e incluso mientras hacían uso de las piscinas, si eso se pudo hacer con una tecnología básica, que podríamos esperar con este nuevo sistema de escáner.
Se supone que si al pasar por el escáner la imagen presenta algo sospechoso, los agentes avisan por radio a sus compañeros en contacto directo con los viajeros. Una vez que se resuelven las anomalías, o si no se identifican riesgos, la imagen escaneada se borra permanentemente, sin dar la opción de imprimirla, exportarla, almacenarla o transmitirla. El proceso dura medio minuto y no es obligatorio, se puede rechazar y optar por ser “cateado”.
De igual manera se ha explicado que las ondas representan menos riesgo para la salud que el uso de un móvil e insisten en que la privacidad está asegurada, pues la cara aparece difuminada. Afirma también que el 90% de los pasajeros en Phoenix aceptaron el proceso y en Baltimore solo el 4% de los viajeros se negaron.No puedo atreverme a asegurar que dichos porcentajes son valederos, pero si tuviera que justificar el uso de dichas máquinas creo que sería más que obvio que diría que el uso de las mismas ha sido bien recibido, bueno, si alguno de ustedes ya fue un “usuario” de dichos escáner puede compartir su experiencia con nosotros.
Pese a las “normas de seguridad” para con el uso de las imágenes, la opinión o mejor dicho quejas de algunos viajeros (recogidas en muchos casos en un blog creado por la propia agencia) se han visto incrementadas argumentando en algunos casos que el utilizar el escáner "representa un asalto significativo --y para algunos humillante-- a la dignidad esencial de los pasajeros que ciudadanos de una nación libre no deberían tolerar", según Barry Steinhardt, director del programa Tecnología y Libertad, quien ha denunciado además que el difuminado de las caras "es simplemente un arreglo con software que puede deshacerse con la misma facilidad con que se aplica".
Hay expertos que alertan de que el escáner puede ver bajo la ropa pero no a través de materiales como el plástico o la goma, incluso grupos conservadores como la Heritage Foundation han criticado los escáneres, no porque ataquen la privacidad sino porque suponen "un gasto de dinero" que ofrece "resultados mínimamente mejores que los actuales procesos de control". Al final de esta nota no me queda claro si sumarme a las quejas que puedan presentar los viajeros, por el irrespeto que pueda darse a la dignidad humana o simplemente aplaudir la nueva norma de seguridad que se implementa en los aeropuertos, la verdad creo que esta medida viene a hacer más engorroso los trámites en los aeropuertos y a desestimular a los turistas que si bien ya han tenido que cargar con sobretasas por las aerolíneas ante el aumento de los precios del petróleo, ahora enfrentarán la posible “obligatoriedad” de someterse a nuevas medidas de seguridad que al final representan una pérdida de tiempo y dinero.
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