Hola a todos, como parte del desarrollo de la agenda semanal quiero compartir con ustedes una historia que encontré de un turista que viajó a Dubai, capital de los Emiratos Arabes Unidos, en una de sus vacaciones y como ese es un destino por demás atractivo pero difícil de poder visitar, no por que no se pueda sino porque representa un gasto considerable de dinero y no se si todos podremos darnos esos gustos, que bien por aquellos que pueden pero para los que no, aquí les dejo un buen relato de la experiencia de este turista.
Según cuenta en su historia éste turista, a la hora de tomar la decisión de viajar a Dubai era muy poco lo que conocía del destino, únicamente había escuchado o visto algún reportaje en revistas o televisión, además de la información de Internet. Como parte de sus primeras acciones se puso en contacto con la Embajada de Emiratos Árabes en Madrid, para recabar información y saber algunas cosas tales como los requisitos de entrada para ese país. Además necesitaba actualizar la información que tenía en sus manos sobre los requisitos de ingreso a ese país, lo cual según él había que obtener visa y resulto que eso no era necesario, pues en el caso de los ciudadanos españoles basta con tener el pasaporte en vigor.
El vuelo a Dubai, lo realizó en dos tramos: Madrid-Londres, con Iberia y Londres-Dubai, con British Airways. El vuelo de Madrid a Londres salió con retraso, por lo que perdió el enlace a Dubai, tenía que tomar el avión a las 12:30 pm. para Dubai y llegó a pasada la 1:00 pm., por lo que lo recolocaron en un vuelo a las 9:30 pm del mismo día. Dado que eran muchas las horas que faltaban para la salida, decidió ir a pasar la tarde a Londres y tomar el metro desde el aeropuerto de Heathrow hasta Knightsbridge, donde están los famosos almacenes Harrod´s. Según este turista el recorrido fue interesante pues Iberia les había entregado como compensación por la pérdida de la conexión unos vales para que pudieran comer.
Durante el vuelo a Dubai coincidió con el único español que volaba a ese destino y casualmente estuvo sentado en el asiento del lado. El nombre de dicho compañero de viaje era Iñaki, quien viajaba a Dubai con frecuencia por asuntos de negocios. Lo bueno dde todo esto es que él pudo compartir todo lo que era necesario conocer sobre el país y otras cosas que luego serán compartidas.
Cuando llegaron al aeropuerto de Dubai fue la primera impresión…¡Qué maravilla de aeropuerto!, desde luego, se trata de uno de los aeropuertos más modernos y bonitos que he visto en mi vida, y según este turista ha visto muchos. Luego de recoger las maletas, pasaron el control de pasaportes y justo cuando íba a tomar un taxi para ir al hotel, Iñaki se ofreció a llevarlos ya que a él lo iban a buscar. Uno de los beneficios que obtuvieron con Iñaki fue que salieron del aeropuerto por un lugar preferencial y los estaba esperando un flamante BMW 745 de color blanco, con conductor, que los llevó al hotel. En cualquier caso, el aeropuerto de Dubai no está muy lejos de la ciudad y tomar un taxi cuesta alrededor de 20 euros.
En apenas un cuarto de hora, llegamos al Hotel, llamado Pearl Residence. Se trata de un apartotel de cuatro estrellas, situado en la zona de Bur Dubai. Allí Iñaki se despidió dejó su número de teléfono para que lo llamara en caso de necesitar alguna cosa ¡Qué majo, no? Esa misma noche le envié un mensaje agradeciéndole lo que había hecho por mí.
Sin duda, la característica más reseñable en cuanto al clima de Dubai es el impresionante calor que hace allí. Tanto de día como de noche las temperaturas son altísimas, de 35 grados en adelante; eso sí, tienen aire acondicionado en absolutamente todos los sitios, todos; de tal manera que no resulta tan cuesta arriba como podamos imaginar el estar allí en plan turístico.
Cuando pensé en el viaje de una semana, tenía claro que quería disfrutar de la playa, combinándolo con algunas visitas a los lugares más interesantes. El viaje no era un paquete turístico, con lo cual decidí concertar algunas excursiones allí mismo. No hubo ningún problema, ya que en el Hotel pusieron a disposición toda la información que requeríamos y, a través de una empresa llamada Arabian Adventures, reservé algunas visitas. Esta empresa da cobertura a prácticamente todos los hoteles de allí; reservas la excursión en el Hotel y te recogen allí mismo a una hora concertada.
Una de las excursiones que compre, consistió en un viaje al desierto en vehículos 4x4 de auténtico lujo. Docenas de vehículos, todos iguales, yendo por el desierto, sobre las dunas, como si se tratara de un auténtico “rally”; la sensación es una pasada porque no se pueden imaginar las maniobras que hacen los conductores sobre tanta arena, con los desniveles que hay; parecía que estuviéramos en una montaña rusa. La ruta continuó con una visita a una granja de camellos y después, una cena el pleno desierto bajo unos toldos y sobre grandes alfombras, con mesas bajitas. La comida que nos sirvieron fue opípara y vino acompañada del espectáculo de una bailarina autóctona, tras de lo cual nos ofrecieron la posibilidad de hacernos “tatuajes” con Henna y poder fumar en las tradicionales cachimbas. Esta excursión fue extraordinaria, con esa extraña sensación que produce estar por la noche en el desierto en mitad de la nada.
Otra de las excursiones que contrate, fue para pasar un día entero en Abu Dhabi, la capital de los Emiratos. Esta ciudad no tiene nada que envidiar a Dubai y la sorpresa que nos llevamos visitándola fue mayúscula, por su gran belleza.
Las playas en Dubai, son sencillamente magníficas. Estuve en dos diferentes y, sin duda, la mejor es Jumeirah Beach. Todo está limpísimo, la arena es fina y blanca y el agua del Golfo es transparente y con una temperatura que jamás había sentido en mi vida. Resulta curioso ver como en las aguas del mar se bañan gentes de todas las razas y países en perfecta armonía; así, es posible ver a las turistas europeas bañándose con bikini y junto a ellas las mujeres árabes que se bañan con ropas que les cubren totalmente el cuerpo.
En el apartado gastronómico, la oferta es variadísima y se tiene a disposición restaurantes con todos los tipos de comida que se puedan requerir, McDonald´s, Burger King, Kentucky Fried Chicken, Fridays, Pizza Hut…entre otros, así como numerosos restaurantes de comida india, libanesa, árabe, etc.
Uno de los días, Iñaki, llamó para invitarme a cenar, a lo que accedí gustosamente. La cena fue en un restaurante que está en el Hotel Crowne Plaza, llamado Traver Vicks. Sólo puedo tener buenas palabras para las exquisiteces que tomamos allí. Pero la comida más “elegante” que hicimos fue en uno de los restaurantes del Hotel Burg Al Arab, el que está considerado como el hotel más lujoso del mundo y al que se le da la categoría de siete estrellas. Algunas comidas las hicimos en la habitación del Hotel, que tenía una cocina totalmente equipada. Resultó sorprendente comprobar que en los supermercados se pueden encontrar productos de todos los países; por ejemplo, es posible encontrar aceites Carbonell o Borges, chocolates Valor, turrones El Almendro o incluso magdalenas y bollería importada de España.
El apartado de las compras merece mención aparte. No pude contar la cantidad de grandes centros comerciales que vi por la Ciudad. Visite varios de ellos y es como si estuviéramos en cualquier capital de Europa. Todos son grandísimos, de lujo y cuentan con tiendas tan caras como Hermès, Gucci o Louis Vuitton o tan cercanas a nosotros como Zara, Springfield, Massimo Dutti, Mango o Tous. En cuanto a los precios, son algo inferiores a los nuestros, aunque no se trata en absoluto de gangas.Donde sí que se pueden encontrar precios interesantes es en los aparatos electrónicos y en informática; hay tiendas de este tipo por cientos. Otra opción para hacer compras, son los mercados. Estuve en uno llamado “Lulu Market”. Se pueden encontrar todo tipo de mercancías: ropa, recuerdos, comida, calzado… a buen precio y también falsificaciones de todo tipo de marcas de deporte, moda y relojes.La moneda allí en el Dirham de Emiratos. Un euro equivale, aproximadamente a 4.5 dirham. Las tarjetas de crédito son admitidas en casi todos los sitios.
Por si alguno de ustedes a estas alturas se está haciendo la pregunta de si será o no seguro este país, les diré que sí. Dubai es una de las ciudades del mundo con los índices de delincuencia más bajos y es posible caminar por la noche sin ningún tipo de temor y se siente claramente que, aunque son muchas las razas que allí conviven, todas lo hacen en armonía y con respeto. Las gentes son muy amables, se los aseguro.
La mejor opción para moverse por Dubai, son los taxis. Hay muchísimos y todos son coches nuevos y con aire acondicionado. Los precios son muy asequibles y todos los taxistas con los que nosotros coincidimos fueron amables y educados. De verdad, las elevadas temperaturas hacen que no apetezca moverse de otra manera.
En Dubai están construyendo edificios constantemente en terrenos que arrebatan al desierto. Allá por donde se vaya se ven grúas y más grúas, y casas y rascacielos en pleno proceso de construcción. Los edificios son muy bonitos y conjugan a la perfección lo moderno con clarísimos rasgos árabes. Los más famosos arquitectos del mundo ven allí plasmados sus proyectos. En este sentido, les diré que ya están iniciadas las obras del que será el edificio más alto del mundo “Burj Dubai”; lo van a hacer de tal manera que, en caso de que otro edificio lo superase en altura, podrán seguir construyendo plantas para revalidar de nuevo su título.
Resultan especialmente espectaculares y curiosas las dos urbanizaciones de lujo que se han construido en el mar, a poca distancia de la costa. Se trata de islas artificiales creadas con rocas y arena en las que construirán casas, centros comerciales, zonas de recreo, etc. Una de ellas tiene la forma de una gigantesca palmera y otra, llamada “The World” tiene la forma del mundo, compuesta por unas 300 islas que serán vendidas de forma individual; nos dijeron que “España” ya había sido comprada por el embajador de España allí y que “Reino Unido” pertenecía a Rod Stewart.
Las suntuosas mezquitas que hay por toda la ciudad de Dubai nos recuerdan constantemente dónde estamos ya que es posible que en alguna ocasión podemos pensar que nos encontramos en una gran ciudad de Estados Unidos con tantos rascacielos y centros comerciales.
En conclusión, les digo que todo en Dubai hace que uno se sienta a gusto. Es uno de los lugares que conozco dónde mejor me he sentido ya que son muchos los aspectos a valorar en esta ciudad que resultan positivos: sus gentes, servicios, playas, compras, cultura, seguridad…, lo que me hace invitaros encarecidamente a que visiten este lugar si tienen algún día la posibilidad de hacerlo.
Ahora que conocemos un poco más sobre Dubai, no me extrañaría que estén considerando viajar a ese destino turístico para disfrutar de las próximas vacaciones de agosto…jajaja.
Según cuenta en su historia éste turista, a la hora de tomar la decisión de viajar a Dubai era muy poco lo que conocía del destino, únicamente había escuchado o visto algún reportaje en revistas o televisión, además de la información de Internet. Como parte de sus primeras acciones se puso en contacto con la Embajada de Emiratos Árabes en Madrid, para recabar información y saber algunas cosas tales como los requisitos de entrada para ese país. Además necesitaba actualizar la información que tenía en sus manos sobre los requisitos de ingreso a ese país, lo cual según él había que obtener visa y resulto que eso no era necesario, pues en el caso de los ciudadanos españoles basta con tener el pasaporte en vigor.
El vuelo a Dubai, lo realizó en dos tramos: Madrid-Londres, con Iberia y Londres-Dubai, con British Airways. El vuelo de Madrid a Londres salió con retraso, por lo que perdió el enlace a Dubai, tenía que tomar el avión a las 12:30 pm. para Dubai y llegó a pasada la 1:00 pm., por lo que lo recolocaron en un vuelo a las 9:30 pm del mismo día. Dado que eran muchas las horas que faltaban para la salida, decidió ir a pasar la tarde a Londres y tomar el metro desde el aeropuerto de Heathrow hasta Knightsbridge, donde están los famosos almacenes Harrod´s. Según este turista el recorrido fue interesante pues Iberia les había entregado como compensación por la pérdida de la conexión unos vales para que pudieran comer.
Durante el vuelo a Dubai coincidió con el único español que volaba a ese destino y casualmente estuvo sentado en el asiento del lado. El nombre de dicho compañero de viaje era Iñaki, quien viajaba a Dubai con frecuencia por asuntos de negocios. Lo bueno dde todo esto es que él pudo compartir todo lo que era necesario conocer sobre el país y otras cosas que luego serán compartidas.
Cuando llegaron al aeropuerto de Dubai fue la primera impresión…¡Qué maravilla de aeropuerto!, desde luego, se trata de uno de los aeropuertos más modernos y bonitos que he visto en mi vida, y según este turista ha visto muchos. Luego de recoger las maletas, pasaron el control de pasaportes y justo cuando íba a tomar un taxi para ir al hotel, Iñaki se ofreció a llevarlos ya que a él lo iban a buscar. Uno de los beneficios que obtuvieron con Iñaki fue que salieron del aeropuerto por un lugar preferencial y los estaba esperando un flamante BMW 745 de color blanco, con conductor, que los llevó al hotel. En cualquier caso, el aeropuerto de Dubai no está muy lejos de la ciudad y tomar un taxi cuesta alrededor de 20 euros.
En apenas un cuarto de hora, llegamos al Hotel, llamado Pearl Residence. Se trata de un apartotel de cuatro estrellas, situado en la zona de Bur Dubai. Allí Iñaki se despidió dejó su número de teléfono para que lo llamara en caso de necesitar alguna cosa ¡Qué majo, no? Esa misma noche le envié un mensaje agradeciéndole lo que había hecho por mí.
Sin duda, la característica más reseñable en cuanto al clima de Dubai es el impresionante calor que hace allí. Tanto de día como de noche las temperaturas son altísimas, de 35 grados en adelante; eso sí, tienen aire acondicionado en absolutamente todos los sitios, todos; de tal manera que no resulta tan cuesta arriba como podamos imaginar el estar allí en plan turístico.
Cuando pensé en el viaje de una semana, tenía claro que quería disfrutar de la playa, combinándolo con algunas visitas a los lugares más interesantes. El viaje no era un paquete turístico, con lo cual decidí concertar algunas excursiones allí mismo. No hubo ningún problema, ya que en el Hotel pusieron a disposición toda la información que requeríamos y, a través de una empresa llamada Arabian Adventures, reservé algunas visitas. Esta empresa da cobertura a prácticamente todos los hoteles de allí; reservas la excursión en el Hotel y te recogen allí mismo a una hora concertada.
Una de las excursiones que compre, consistió en un viaje al desierto en vehículos 4x4 de auténtico lujo. Docenas de vehículos, todos iguales, yendo por el desierto, sobre las dunas, como si se tratara de un auténtico “rally”; la sensación es una pasada porque no se pueden imaginar las maniobras que hacen los conductores sobre tanta arena, con los desniveles que hay; parecía que estuviéramos en una montaña rusa. La ruta continuó con una visita a una granja de camellos y después, una cena el pleno desierto bajo unos toldos y sobre grandes alfombras, con mesas bajitas. La comida que nos sirvieron fue opípara y vino acompañada del espectáculo de una bailarina autóctona, tras de lo cual nos ofrecieron la posibilidad de hacernos “tatuajes” con Henna y poder fumar en las tradicionales cachimbas. Esta excursión fue extraordinaria, con esa extraña sensación que produce estar por la noche en el desierto en mitad de la nada.
Otra de las excursiones que contrate, fue para pasar un día entero en Abu Dhabi, la capital de los Emiratos. Esta ciudad no tiene nada que envidiar a Dubai y la sorpresa que nos llevamos visitándola fue mayúscula, por su gran belleza.
Las playas en Dubai, son sencillamente magníficas. Estuve en dos diferentes y, sin duda, la mejor es Jumeirah Beach. Todo está limpísimo, la arena es fina y blanca y el agua del Golfo es transparente y con una temperatura que jamás había sentido en mi vida. Resulta curioso ver como en las aguas del mar se bañan gentes de todas las razas y países en perfecta armonía; así, es posible ver a las turistas europeas bañándose con bikini y junto a ellas las mujeres árabes que se bañan con ropas que les cubren totalmente el cuerpo.
En el apartado gastronómico, la oferta es variadísima y se tiene a disposición restaurantes con todos los tipos de comida que se puedan requerir, McDonald´s, Burger King, Kentucky Fried Chicken, Fridays, Pizza Hut…entre otros, así como numerosos restaurantes de comida india, libanesa, árabe, etc.
Uno de los días, Iñaki, llamó para invitarme a cenar, a lo que accedí gustosamente. La cena fue en un restaurante que está en el Hotel Crowne Plaza, llamado Traver Vicks. Sólo puedo tener buenas palabras para las exquisiteces que tomamos allí. Pero la comida más “elegante” que hicimos fue en uno de los restaurantes del Hotel Burg Al Arab, el que está considerado como el hotel más lujoso del mundo y al que se le da la categoría de siete estrellas. Algunas comidas las hicimos en la habitación del Hotel, que tenía una cocina totalmente equipada. Resultó sorprendente comprobar que en los supermercados se pueden encontrar productos de todos los países; por ejemplo, es posible encontrar aceites Carbonell o Borges, chocolates Valor, turrones El Almendro o incluso magdalenas y bollería importada de España.
El apartado de las compras merece mención aparte. No pude contar la cantidad de grandes centros comerciales que vi por la Ciudad. Visite varios de ellos y es como si estuviéramos en cualquier capital de Europa. Todos son grandísimos, de lujo y cuentan con tiendas tan caras como Hermès, Gucci o Louis Vuitton o tan cercanas a nosotros como Zara, Springfield, Massimo Dutti, Mango o Tous. En cuanto a los precios, son algo inferiores a los nuestros, aunque no se trata en absoluto de gangas.Donde sí que se pueden encontrar precios interesantes es en los aparatos electrónicos y en informática; hay tiendas de este tipo por cientos. Otra opción para hacer compras, son los mercados. Estuve en uno llamado “Lulu Market”. Se pueden encontrar todo tipo de mercancías: ropa, recuerdos, comida, calzado… a buen precio y también falsificaciones de todo tipo de marcas de deporte, moda y relojes.La moneda allí en el Dirham de Emiratos. Un euro equivale, aproximadamente a 4.5 dirham. Las tarjetas de crédito son admitidas en casi todos los sitios.
Por si alguno de ustedes a estas alturas se está haciendo la pregunta de si será o no seguro este país, les diré que sí. Dubai es una de las ciudades del mundo con los índices de delincuencia más bajos y es posible caminar por la noche sin ningún tipo de temor y se siente claramente que, aunque son muchas las razas que allí conviven, todas lo hacen en armonía y con respeto. Las gentes son muy amables, se los aseguro.
La mejor opción para moverse por Dubai, son los taxis. Hay muchísimos y todos son coches nuevos y con aire acondicionado. Los precios son muy asequibles y todos los taxistas con los que nosotros coincidimos fueron amables y educados. De verdad, las elevadas temperaturas hacen que no apetezca moverse de otra manera.
En Dubai están construyendo edificios constantemente en terrenos que arrebatan al desierto. Allá por donde se vaya se ven grúas y más grúas, y casas y rascacielos en pleno proceso de construcción. Los edificios son muy bonitos y conjugan a la perfección lo moderno con clarísimos rasgos árabes. Los más famosos arquitectos del mundo ven allí plasmados sus proyectos. En este sentido, les diré que ya están iniciadas las obras del que será el edificio más alto del mundo “Burj Dubai”; lo van a hacer de tal manera que, en caso de que otro edificio lo superase en altura, podrán seguir construyendo plantas para revalidar de nuevo su título.
Resultan especialmente espectaculares y curiosas las dos urbanizaciones de lujo que se han construido en el mar, a poca distancia de la costa. Se trata de islas artificiales creadas con rocas y arena en las que construirán casas, centros comerciales, zonas de recreo, etc. Una de ellas tiene la forma de una gigantesca palmera y otra, llamada “The World” tiene la forma del mundo, compuesta por unas 300 islas que serán vendidas de forma individual; nos dijeron que “España” ya había sido comprada por el embajador de España allí y que “Reino Unido” pertenecía a Rod Stewart.
Las suntuosas mezquitas que hay por toda la ciudad de Dubai nos recuerdan constantemente dónde estamos ya que es posible que en alguna ocasión podemos pensar que nos encontramos en una gran ciudad de Estados Unidos con tantos rascacielos y centros comerciales.
En conclusión, les digo que todo en Dubai hace que uno se sienta a gusto. Es uno de los lugares que conozco dónde mejor me he sentido ya que son muchos los aspectos a valorar en esta ciudad que resultan positivos: sus gentes, servicios, playas, compras, cultura, seguridad…, lo que me hace invitaros encarecidamente a que visiten este lugar si tienen algún día la posibilidad de hacerlo.
Ahora que conocemos un poco más sobre Dubai, no me extrañaría que estén considerando viajar a ese destino turístico para disfrutar de las próximas vacaciones de agosto…jajaja.
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