Durante los últimos años miles de hornos a leña se han convirtido a gas licuado y petróleo, reduciendo a la mitad las emisiones contaminantes y ahorrando en almacenaje y tiempo de preparación de los hornos. El cambio se debe en parte al aumento de las exigencias por parte de las autoridades de algunos países.
Las nuevas disposiciones, de hecho han complicado principalmente a las pequeñas y medianas empresas, entre las que se encontraban las panaderías. Ello pues, un 90%, los panaderos funcionaba con hornos a leña, cuyo nivel de contaminación impedía una solución fácil. Entonces, “la alternativa era innovar o simplemente cerrar el negocio”. En ese marco, se decidió realizar un análisis que permitiera determinar la mejor solución técnica para los panaderos. A partir de un estudio se elaboró una cartilla que se repartió a los panaderos, y en la cual se demostraba que el cambio a una combustión más limpia, con gas licuado o petróleo diesel, permitía cumplir con las normas y, además, era económicamente rentable. La leña tenía un costo adicional por almacenaje y sus hornos requieren un tiempo mayor de preparación por lo que se elevaba los costos en hora/hombre. Además el cambio a una combustión más limpia permitiría simplificar la metodología de medición de las emisiones, lo que se tradujo en un nuevo ahorro.
¿Producción Limpia?
En principio, la Tecnología de Producción Limpia (PL) podría entenderse como aquella que no genera residuos ni emisiones, pero en la realidad esto no es así. Primero, porque en el estadio actual de desarrollo son escasas las tecnologías económicamente viables que logren cero emisión. Segundo, porque si bien toda emisión puede generar una externalidad negativa (o pérdida de bienestar social sin compensación), el nivel óptimo de contaminación no es igual a cero, sino aquel en que los beneficios sociales marginales de minimizar residuos, sean equivalentes a los costos sociales marginales de lograr tales reducciones.
Más allá de los beneficios sociales, diversos estudios destacan los principales beneficios privados que las tecnologías de Producción Limpia tendrían:
· Genera ahorro en el uso de insumos, agua y energía por unidad producida, reduciendo así costos de producción y elevando la competitividad.
· Su incorporación puede conllevar importantes innovaciones en el producto.
· Reduce el costo de soluciones de abatimiento. En los casos que agotan las oportunidades de prevenir en la fuente, se requiere reducir los niveles de emisión utilizando tecnologías de fin de tubo, por lo que el costo de abatimiento será inferior al que se habría producido sin la utilización de TPL.
· Mejora la seguridad y reduce los riesgos a la salud de los empleados.
· Mejora la reputación de la empresa, no sólo porque evita multas sino también porque favorece su imagen comercial.
Las nuevas disposiciones, de hecho han complicado principalmente a las pequeñas y medianas empresas, entre las que se encontraban las panaderías. Ello pues, un 90%, los panaderos funcionaba con hornos a leña, cuyo nivel de contaminación impedía una solución fácil. Entonces, “la alternativa era innovar o simplemente cerrar el negocio”. En ese marco, se decidió realizar un análisis que permitiera determinar la mejor solución técnica para los panaderos. A partir de un estudio se elaboró una cartilla que se repartió a los panaderos, y en la cual se demostraba que el cambio a una combustión más limpia, con gas licuado o petróleo diesel, permitía cumplir con las normas y, además, era económicamente rentable. La leña tenía un costo adicional por almacenaje y sus hornos requieren un tiempo mayor de preparación por lo que se elevaba los costos en hora/hombre. Además el cambio a una combustión más limpia permitiría simplificar la metodología de medición de las emisiones, lo que se tradujo en un nuevo ahorro.
¿Producción Limpia?
En principio, la Tecnología de Producción Limpia (PL) podría entenderse como aquella que no genera residuos ni emisiones, pero en la realidad esto no es así. Primero, porque en el estadio actual de desarrollo son escasas las tecnologías económicamente viables que logren cero emisión. Segundo, porque si bien toda emisión puede generar una externalidad negativa (o pérdida de bienestar social sin compensación), el nivel óptimo de contaminación no es igual a cero, sino aquel en que los beneficios sociales marginales de minimizar residuos, sean equivalentes a los costos sociales marginales de lograr tales reducciones.
Más allá de los beneficios sociales, diversos estudios destacan los principales beneficios privados que las tecnologías de Producción Limpia tendrían:
· Genera ahorro en el uso de insumos, agua y energía por unidad producida, reduciendo así costos de producción y elevando la competitividad.
· Su incorporación puede conllevar importantes innovaciones en el producto.
· Reduce el costo de soluciones de abatimiento. En los casos que agotan las oportunidades de prevenir en la fuente, se requiere reducir los niveles de emisión utilizando tecnologías de fin de tubo, por lo que el costo de abatimiento será inferior al que se habría producido sin la utilización de TPL.
· Mejora la seguridad y reduce los riesgos a la salud de los empleados.
· Mejora la reputación de la empresa, no sólo porque evita multas sino también porque favorece su imagen comercial.
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