miércoles, 3 de diciembre de 2008

Aprendiendo sobre los dolores.

El dolor agudo es un dolor que dura poco tiempo, generalmente menos de dos semanas, como puede ser un dolor de muelas o un golpe. Es difícil a veces diferenciar un dolor agudo de un dolor crónico ya que el dolor cursa de forma oscilante y a veces hay períodos de tiempo sin dolor. El dolor postoperatorio o un dolor de migraña, de hecho, es un dolor agudo, pero a veces se prolonga durante varias semanas.
El dolor es una sensación subjetiva y que va asociada a una lesión; en función del tiempo que hay generado ese problema, se puede hablar de un dolor crónico, más de 3 meses de duración, y el dolor agudo que es el de reciente aparición y dura menos de un mes. También existe el dolor sub-agudo, que es un dolor agudo pero prolongado que dura entre un mes y 3 meses.Un dolor que aparece de forma brusca y que no desaparece es un dolor hiper-agudo, que está asociado a una lesión inmediata.
El dolor es una vivencia subjetiva y cada persona lo vive de manera diferente. El umbral del dolor varía de una persona a otra y depende de varios factores: ante una situación de estrés o de peligro de la vida, el dolor puede pasar a un segundo plano y ser vivido de otro modo.Los pacientes pueden cuantificar el dolor siendo 0 el no tener dolor y 10 el máximo dolor que hayan tenido en su vida. En esa escala, un dolor que no supera la cantidad de 4, es un dolor leve y entre 4 y 8 es un dolor moderado. Entre 8 y 10 es un dolor muy grave. Esto sirve para entender mejor el dolor y saber tratarlo.
Un dolor agudo que no debe pasar de un mes, puede acabar siendo crónico ya que se generan unos mecanismos que hacen que se perpetúe el dolor. Es un problema bastante frecuente.Este tipo de dolor es útil porque ayuda a buscar la causa que lo provoca.En función de la intensidad del dolor se puede elegir diferentes tratamientos: un dolor leve se trata con analgésicos o antiinflamatorios; en un dolor moderado, ya pueden utilizarse opioides leves y cuando se habla de un dolor intenso, hay que recurrir a opioides potentes como la morfina.
El reposo, el frío o el calor son buenas maneras para controlar el dolor. También hay terapias físicas donde se utiliza la electricidad o las ondas electromagnéticas.En un dolor agudo se recomienda utilizar frío, ya que induce a una especie de anestesia o bloqueo del dolor. Si no surge efecto efecto hay que recurrir al calor. Hay dolores que sólo se pueden tratar con opioides, para tener mejor calidad de vida.Un dolor crónico es un dolor complejo porque no sólo se desencadena por un hecho físico; muchas veces, ha desaparecido la causa y permanece una vivencia que perdura. Por eso, a la hora de tratarlo se ha de hacer de manera multidisciplinar.
Existen algunas situaciones de dolor en las que se produce tolerancia a algún tipo de medicamento; pero, en general, si la pauta de toma del medicamento está bien regulada y controlada, no tiene porque aparecer ninguna tolerancia. Los opioides tienen cierta tolerancia pero no generan dependencia.

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