martes, 2 de diciembre de 2008

Epoca de vacas flacas.

Una prestigiosa organización de análisis en temas económicos de Estados Unidos dice que el país ya se encuentra oficialmente en recesión. El Buró Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés) afirma que el ritmo de la economía estadounidense ha estado descendiendo desde diciembre de 2007, cuando alcanzó su punto más alto. El profesor de Economía de la Universidad Internacional de Florida, Jorge Salazar Carrillo, expresó que el análisis se había demorado debido a la confusión que creó un paquete de estímulo que el gobierno dio a principios de año.
"El estímulo hizo que repuntara un poco la economía y no dejó ver claramente que una contracción había comenzado", explicó Salazar Carrillo. "Es como darle una medicina a un enfermo sin saber exactamente qué tiene y resulta que se mejora. Depués que pasa el efecto de la medicina se vuelve a empeorar."
La palabra oficial
El dictamen del panel del NBER es reconocido como la palabra oficial respecto a si se ha entrado en recesión o no. Los analistas del buró sopesaron una serie de factores para llegar a su conclusión, en lugar de utilizar la definición más conocida de una recesión: dos trimestres de caída sucesiva en el Producto Interno Bruto (PIB). Entre los factores que los analistas examinaron se incluyen el empleo, la producción industrial, ingresos reales y ventas. Uno de los indicadores que más llamó la atención al NBER fue la caída en el número de personas con empleo, que ha descendido todos los meses de este año.
Definición
El grupo describe la recesión como un período en el que los negocios dejan de crecer, cae el empelo y desminuyen los precios de las propiedades inmobiliarias. Aunque el PIB se redujo apenas el tercer trimestre del año, es muy probable que las cifras sean negativas también para el último período de 2008.
El secretario del Tesoro, Henry Paulson, reconoció que se transitan tiempos difíciles, pero insistió en que ha tomado las medidas necesarias para salir de la recesión. "Hoy continuamos atravesando una severa crisis financiera", dijo Paulson. "La travesía que nos espera seguirá siendo difícil, pero tengo confianza en que estamos siguiendo la estrategia correcta para estabilizar el sistema financiero y apoyar el flujo del crédito en nuestra economía".
Los mercados de valores en Estados Unidos reaccionaron negativamente al anuncio, con un nuevo desplome de las acciones en Wall Street, donde el índice Dow Jones cayó más de 7%. Por otra parte, un alto asesor del presidente electo Barack Obama declaró que la noticia resaltaba la necesidad de aplicar un paquete de estímulo económico. Lawrence Summers, designado por Obama al cargo de director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca, dijo que la situación podría empeorar y que el presidente electo opina que el plan de estímulo no podía esperar.
Desde el Congreso justamente la jefa de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, informó que intentarán aprobar un ambicioso plan de estímulo económico antes de la toma de posesión de Obama el próximo 20 de enero. La iniciativa, que sería debatida desde el 6 de enero, incluiría recortes en los impuestos, medidas para la creación de empleos, inversión en la infraestructura del país y en fuentes de energía renovable. Pese a que se desconoce el monto, fuentes legislativas afirman que el paquete de estímulo podría ascender a US$500.000 millones de dólares.

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