jueves, 7 de mayo de 2009

Si tus enemigos son los mios, entonces somos amigos.

"Nos encontramos hoy como tres naciones soberanas unidas por un objetivo común, desbaratar, desmantelar y derrotar a la red al-Qaeda y a sus aliados extremistas". Con estas palabras resumió el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, su reunión con los mandatarios de Pakistán y Afganistán, Asif Ali Zardari y Hamid Karzai, respectivamente, a quienes ratificó el apoyo inquebrantable de su gobierno.
Zardari declaró tras el encuentro con Obama que su país iba a cumplir con las expectativas: "Los terroristas serán vencidos por nuestra lucha conjunta. Yo, mi amigo el presidente Karzai y Estados Unidos combatiremos ese cáncer, esa amenaza". El mandatario estadounidense también dijo que se hará todo lo posible para evitar víctimas civiles en el conflicto, luego de que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informara que bombardeos estadounidenses ocurridos el martes habían dejado un saldo de decenas de afganos muertos, incluyendo mujeres y niños. "Esperamos poder trabajar juntos para reducir y, aún mejor, evitar la posibilidad de que haya víctimas civiles", afirmó por su parte Karzai.
Nueva estrategia
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton -quien horas antes había lamentado las muertes de civiles en la provincia afgana de Farah- señaló que "el nivel de cooperación entre los gobiernos de ambos países (Pakistán y Afganistán) está en aumento". Sin embargo, no quiso dar más detalles hasta que concluyan los dos días de negociaciones.
Según Carlos Chirinos, en círculos diplomáticos se considera que la reunión de este miércoles marca el lanzamiento oficial de la nueva estrategia estadounidense hacia la región que combina reformas políticas y desarrollo de las instituciones con una firme acción militar. Sólo faltaba organizar a los actores regionales, y sobre todo superar las diferencias y las dudas que sobre su capacidad había expresado recientemente la Casa Blanca, agregó el corresponsal.
Pakistán contraataca
Días atrás, Clinton había acusado a Pakistán de "abdicar" ante el Talibán por firmar un acuerdo de paz con militantes islamistas en el valle de Swat. En las últimas horas, mientras Zardari se encontraba en Washington, el ejército paquistaní informaba de la muerte de 60 de estos militantes en la región noroccidental del país.
Las tropas utilizaron fuego de artillería y ataques aéreos con helicópteros contra posiciones del Talibán en los distritos de Swat y Buner, de donde han huido decenas de miles de personas. Estados Unidos, por su parte, busca extender sus operativos de bombardeo con aviones no tripulados de Afganistán a las partes de Pakistán que no están controladas por el gobierno de Islamabad.
El corresponsal Jonathan Marcus, comenta que tanto Zardari como Karzai están temerosos de que estos bombardeos aéreos resulten contraproducentes. Las muertes y desplazamientos de civiles puede alienar a grandes sectores de la población de estos dos gobiernos pro occidentales y ese riesgo pone en entredicho la voluntad de estos dos mandatarios para combatir seriamente elementos extremistas en sus países.

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