FAS y Firpo repetirán la final del torneo anterior. Una situación que solo se ha dado dos veces en todos los campeonatos que el fútbol salvadoreño ha decidido su monarca en partidos finales. Será la segunda vez que toros y tigres chocan así.
Esto ya lo han vivido. Las sensaciones no son nuevas. Las conocen de sobra. FAS y Firpo comienzan hoy una semana como la de hace cinco meses, cuando también ambos lograron clasificar para la final del torneo Clausura 2008. Cinco meses después, el libreto se ha escrito de la misma manera, con ambos clubes a las puertas de otra gran final.
Pero la del próximo 1.º de junio no será solo el capítulo final del Apertura 2008, sino también uno más en la historia del fútbol salvadoreño, que, en medio de sus historias de héroes, ídolos, ascensos y descensos, ya ha presenciado estos momentos curiosos en que dos equipos definen en dos campeonatos seguidos la suerte de hallar al monarca del balompié cuscatleco.
Desde 1973, los torneos en el fútbol nacional dejaron de jugarse con el sistema de que fuera campeón el equipo que hiciera más puntos y se optó por las finales. Un solo choque, 90 minutos —180 cuando decidían que fuera a ida y vuelta—, que podían echar por tierra todo el trabajo de un año cuando un equipo que había sido más regular, a veces terminaba cayendo ante uno que jugaba mejor el partido definitorio.
Temporalmente, a principios de los ochenta, se dejó de lado las finales, y se adoptó un nuevo sistema: el de liguillas. Dependiendo de la clasificación, los equipos se dividían en grupos y el que acumulaba más puntos, era monarca.
Pero una vez más se dio una vuelta a la rueda y se regresó al sistema de las finales, casi para terminar la década de los ochenta, y así perduraría hasta los tiempos más contemporáneos.
Fue entonces que se abrió la posibilidad que los mismos dos equipos pudieran chocar una y otra vez en años consecutivos y que las venganzas no tuvieran que esperar tanto tiempo para producirse.
Curiosamente, Firpo siempre ha estado involucrado cuando de repetir finales se ha tratado. La regularidad con que contó en la década de los noventa le permitió jugar tres finales seguidas, de 1991 a 1993.
En las dos últimas, los toros tuvieron que chocar contra su némesis de los noventa: el Alianza. Y en ambas, los toros dieron cuenta de los blancos. Primero, en 1992, con un 3-0 obra y gracia de los brasileño Fernando de Souza Moura y Nildenson de Mello; y la segunda, un año después, en 1993, con un 2-1, gracias a los tantos de Raúl Díaz Arce y del carioca Celio Rodríguez.
Otra vez se repiten
Firpo mantuvo su camino en las finales del fútbol salvadoreño, y eso le facilitó lograr dos clasificaciones seguidas para las finales de las temporadas 1994-1995 y 1995-1996, ambas ante FAS.
Pero, aunque fueron las mismas sensación, tuvieron diferente conclusión, ya que los tigrillos querían volver a ser grandes luego de 11 años en blanco, y lograron un bicampeonato que les permitió ser durante algunos años el equipo con más coronas en el país.
Desde ese ahora lejano 1996, nunca dos equipos habían vuelto a jugar dos finales seguidas. Si han ocurrido finales comunes, como los Águila-Municipal Limeño, Alianza-Firpo, o Alianza-FAS, que se han alternado entre los campeonatos; pero nunca en torneos consecutivos.
Hasta hoy. Hasta el próximo domingo. Firpo tiene la oportunidad de lograr el bicampeonato. Una cualidad que han pasado ya tres años sin que ningún club pueda alcanzar. Precisamente, el último fue FAS, cuando ganó el Apertura 2004, al Balboa; y el Clausura 2005, a los toros.
No sería algo nuevo para los usulutecos celebrar dos campeonatos seguidos. Cuando vencieron a los albos en las dos finales mencionadas anteriormente se convirtieron en el último equipo en los últimos 50 años que pueden presumir de un tricampeonato consecutivo.La ruleta de la vida sigue girando. Y ha vuelto a caer al lado de FAS y Firpo. Si se completará el ciclo es algo que solo el tiempo podrá decir.
Pero la del próximo 1.º de junio no será solo el capítulo final del Apertura 2008, sino también uno más en la historia del fútbol salvadoreño, que, en medio de sus historias de héroes, ídolos, ascensos y descensos, ya ha presenciado estos momentos curiosos en que dos equipos definen en dos campeonatos seguidos la suerte de hallar al monarca del balompié cuscatleco.
Desde 1973, los torneos en el fútbol nacional dejaron de jugarse con el sistema de que fuera campeón el equipo que hiciera más puntos y se optó por las finales. Un solo choque, 90 minutos —180 cuando decidían que fuera a ida y vuelta—, que podían echar por tierra todo el trabajo de un año cuando un equipo que había sido más regular, a veces terminaba cayendo ante uno que jugaba mejor el partido definitorio.
Temporalmente, a principios de los ochenta, se dejó de lado las finales, y se adoptó un nuevo sistema: el de liguillas. Dependiendo de la clasificación, los equipos se dividían en grupos y el que acumulaba más puntos, era monarca.
Pero una vez más se dio una vuelta a la rueda y se regresó al sistema de las finales, casi para terminar la década de los ochenta, y así perduraría hasta los tiempos más contemporáneos.
Fue entonces que se abrió la posibilidad que los mismos dos equipos pudieran chocar una y otra vez en años consecutivos y que las venganzas no tuvieran que esperar tanto tiempo para producirse.
Curiosamente, Firpo siempre ha estado involucrado cuando de repetir finales se ha tratado. La regularidad con que contó en la década de los noventa le permitió jugar tres finales seguidas, de 1991 a 1993.
En las dos últimas, los toros tuvieron que chocar contra su némesis de los noventa: el Alianza. Y en ambas, los toros dieron cuenta de los blancos. Primero, en 1992, con un 3-0 obra y gracia de los brasileño Fernando de Souza Moura y Nildenson de Mello; y la segunda, un año después, en 1993, con un 2-1, gracias a los tantos de Raúl Díaz Arce y del carioca Celio Rodríguez.
Otra vez se repiten
Firpo mantuvo su camino en las finales del fútbol salvadoreño, y eso le facilitó lograr dos clasificaciones seguidas para las finales de las temporadas 1994-1995 y 1995-1996, ambas ante FAS.
Pero, aunque fueron las mismas sensación, tuvieron diferente conclusión, ya que los tigrillos querían volver a ser grandes luego de 11 años en blanco, y lograron un bicampeonato que les permitió ser durante algunos años el equipo con más coronas en el país.
Desde ese ahora lejano 1996, nunca dos equipos habían vuelto a jugar dos finales seguidas. Si han ocurrido finales comunes, como los Águila-Municipal Limeño, Alianza-Firpo, o Alianza-FAS, que se han alternado entre los campeonatos; pero nunca en torneos consecutivos.
Hasta hoy. Hasta el próximo domingo. Firpo tiene la oportunidad de lograr el bicampeonato. Una cualidad que han pasado ya tres años sin que ningún club pueda alcanzar. Precisamente, el último fue FAS, cuando ganó el Apertura 2004, al Balboa; y el Clausura 2005, a los toros.
No sería algo nuevo para los usulutecos celebrar dos campeonatos seguidos. Cuando vencieron a los albos en las dos finales mencionadas anteriormente se convirtieron en el último equipo en los últimos 50 años que pueden presumir de un tricampeonato consecutivo.La ruleta de la vida sigue girando. Y ha vuelto a caer al lado de FAS y Firpo. Si se completará el ciclo es algo que solo el tiempo podrá decir.
Tomado de la Prensa Gráfica
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