viernes, 23 de mayo de 2008

De viaje por Costa Rica (II)

Después de haberles contado lo que nos pasó con la chicas del evento privado en el hotel donde estábamos desarrollando el seminario de la OMC, nos organizamos con algunos compañeros para visitar un centro comercial de nombre Mall San Pedro el cual es de tamaño mediano pero con un concepto parecido al de las terrazas de Multiplaza, en donde se ubican unas discotecas y restaurantes de corte juvenil lo cual por las noches se convertía en un desfile de niñas muy bien arregladas con muchos deseos de disfrutar de la noche, hay que recordar que San José se caracteriza por contar con mujeres muy simpáticas y sobre todo muy sociables.
En nuestro caso tuvimos la oportunidad de ingresar a uno de los lugares más “in” del momento, aunque les comento que por más que he intentado recordar su nombre no he podido recordarlo, creo que es lo de menos pues en posteriores viajes a Costa Rica me he podido dar cuenta que dicho centro comercial ya no es la novedad, así que por obvias razones ya no importa el nombre del sitio del lugar al que fuimos pues no podre recomendarlo por haber dejado de estar “in”.
Lastimosamente no tengo muchas fotografías de ese viaje y menos en formato electrónico, pero algunas de las que pude encontrar las he escaneado para compartirlas con ustedes y puedan imaginar un poco lo que viví en esos días…siempre es valida la frase, una imagen dice más que mil palabras, ustedes podrán juzgar.
Las salidas no eran lo único interesante, también la oportunidad de interactuar con otros compañeros, de los cuales recuerdo muy claramente al menos tres o cuatro de ellas. Liliana era de origen nicaragüense y además de ser muy alegre me causaba mucha gracia escucharla hablar por el típico acento nicaragüenses, además conocí a Azucena y Johanna, ambas eran hondureñas, digamos que con características muy diferentes a la nicaragüense pues ellas eran más reservadas pero muy buena compañeras, vale mencionar que con una de ellas logre mantener contacto por varios años posterior a mi visita a Costa Rica, lastimosamente perdimos contacto.
Como podrán apreciar en las fotografías, hicimos turismo por las tardes y pudimos visitar la plaza de la moneda en pleno centro de San José, caminar por la zona peatonal, la cual incluye varias cuadras con algunas tiendas las cuales se pueden recorrer tranquilamente, quizás lo más curioso de todo esto es la vigencia que tiene el centro histórico de la capital costarricense, en donde no solo es un centro activo comercialmente hablando, sino también alberga muchos de los ministerios de Gobierno, entre ellos la misma Cancillería, la cual pude visitar en otra ocasión y espero poder comentarles.
Si bien el curso terminaba bastante tarde, siempre nos arreglábamos para hacer tiempo para visitar otros lugares, una tarde tomamos un taxi bajo una intensa lluvia para ir a conocer “la sábana”, un parque inmenso, cubierto de mucha vegetación, fuentes y lagunas artificiales que ofrecen a sus visitantes un espacio para compartir con la familia, hacer deportes o simplemente leer un buen libro, de hecho es un dato que me llamo mucho la atención el interés de los costarricenses por la lectura, un hábito que permite a los pueblos aprender, conocer pero sobre todo desarrollarse.
Hasta ahora no les he comentado que los salvadoreños mantienen una activa presencia empresarial en ese país, sí, el desarrollo de un centro comercial llamado Multiplaza, les suena?, un hotel de nombre Intercontinental, les suena?, ventas de autos, entre otros son algunos de los sectores en los cuales el capital salvadoreño dice presente en ese hermano país. Lo curioso de todos estos elementos es que ya sea que vivamos en Cuidad de Guatemala, San José o San Salvador, muchas de sus características urbanísticas, de costumbres o centros comerciales son muy similares.
El último día del curso llego por fin a feliz término, la nostalgia y los buenos deseos son algunos de los sentimientos que nos embargaron en ese momento, y como les comente anteriormente, en algunos casos se logra desarrollar buenas amistades lo cual hace que estas experiencias sean verdaderas oportunidades para crecer como profesionales pero sobre todo como personas.
Cosas curiosas, varias….una de ellas fue el hecho que cuando fuimos a visitar un mercado famoso en el centro de San José, pese a ser centroamericanos no nos querían hacer descuentos en los artículos que cada uno de nosotros quería adquirir como recuerdos de la visita. El otro problema fue que cuando quise armar mi maleta enfrente el pequeño problema que no tenía espacio para poder guardar todas las cosas, entre ellas café.
Lastimosamente ya no tuvimos la oportunidad de volver a ver a las edecanes con sus trajes tipo Tigo, Claro o Telefónica, para tomarnos una fotografía para el recuerdo, pero sí la de conocer lugares interesantes y guardar en nuestras mentes por mucho tiempo, el suficiente como para poder compartir esta experiencia con todos ustedes 10 años después de haberlo realizado. Gracias por dejarme compartirles esta experiencia, espero lo hayan disfrutado…quizás después tenga nuevamente la oportunidad de compartir otros viajes…hasta la próxima.
Si quieren comentar o compartir alguna experiencia, no lo duden, este es un espacio pensado para compartirlo y disfrutarlo juntos.



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