El alcalde de París, Bertrand Delanoë, ha anuncio recientemente que la capital francesa se verá inundada a partir de finales del 2009 con más de 4.000 vehículos eléctricos en una iniciativa para reducir las emisiones contaminantes.
Con este proyecto llamado Autolib, los ciudadanos franceses podrán alquilar coches ecológicos para desplazarse por París o sus zonas periféricas y después abandonar el auto en un sitio previamente acordado. La idea de implementar el Autolib ha surgido del éxito que ha tenido el programa Vèlib, con el que centenares de bicicletas son alquiladas por los transeúntes y después depositadas en otro punto de la ciudad. Esta fórmula ha sido adaptada a otras ciudades europeas como Berlín y Barcelona.
La apuesta de Delanoë por los coches eléctricos ha sido muy fuerte. El alcalde ha doblado el número de coches que el proyecto proponía, pasando de los 2.000 a 4.000 unidades. Además, el político extendió el alquiler de los automóviles a las zonas periféricas de la capital.
Un sistema computarizado te permitirá anunciar dónde se debe entregar el auto una vez que se utilice, cuando se llegue al sitio establecido habrá un estacionamiento disponible. Los usuarios podrán suscribirse al servicio anualmente, o podrán utilizarlo al contratarlo en los puntos de alquiler. Aun queda pendiente la tarifa, aunque varios medios franceses han citado estudios en manos del Ayuntamiento que sugieren un precio de entre 200-250 euros mensuales para conducir unos 90 kilómetros.
La iniciativa también ha recibido criticas al cuestionar la conveniencia de recomendar el uso de autos por sobre las bicicletas y el transporte público, sin embargo el líder del proyecto sostiene que de no cambiar los hábitos y poner todos estos automóviles para que las personas vayan y regresen del trabajo puede hacer colapsar el sistema vial francés.
Con este proyecto llamado Autolib, los ciudadanos franceses podrán alquilar coches ecológicos para desplazarse por París o sus zonas periféricas y después abandonar el auto en un sitio previamente acordado. La idea de implementar el Autolib ha surgido del éxito que ha tenido el programa Vèlib, con el que centenares de bicicletas son alquiladas por los transeúntes y después depositadas en otro punto de la ciudad. Esta fórmula ha sido adaptada a otras ciudades europeas como Berlín y Barcelona.
La apuesta de Delanoë por los coches eléctricos ha sido muy fuerte. El alcalde ha doblado el número de coches que el proyecto proponía, pasando de los 2.000 a 4.000 unidades. Además, el político extendió el alquiler de los automóviles a las zonas periféricas de la capital.
Un sistema computarizado te permitirá anunciar dónde se debe entregar el auto una vez que se utilice, cuando se llegue al sitio establecido habrá un estacionamiento disponible. Los usuarios podrán suscribirse al servicio anualmente, o podrán utilizarlo al contratarlo en los puntos de alquiler. Aun queda pendiente la tarifa, aunque varios medios franceses han citado estudios en manos del Ayuntamiento que sugieren un precio de entre 200-250 euros mensuales para conducir unos 90 kilómetros.
La iniciativa también ha recibido criticas al cuestionar la conveniencia de recomendar el uso de autos por sobre las bicicletas y el transporte público, sin embargo el líder del proyecto sostiene que de no cambiar los hábitos y poner todos estos automóviles para que las personas vayan y regresen del trabajo puede hacer colapsar el sistema vial francés.
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