martes, 25 de noviembre de 2008

Rusia se acerca a América Latina.

El presidente de Rusia Dimitri Medvedev, inició este lunes una gira de cuatro días por Latinoamérica que le llevará a Brasil, Venezuela y Cuba. Medvedev realiza esta visita después de asistir eL fin de semana a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) celebrada en Perú, y al tiempo que Caracas y Moscú se preparan para las maniobras navales conjuntas que llevarán a cabo en aguas del Mar Caribe.
Precisamente, se conoció que la escuadra rusa llega este martes en la madrugada al Puerto de la Guaira. Las operaciones empiezan este miércoles en puerto y el 1 de diciembre en alta mar. Algunos analistas interpretan estos ejercicios militares como un claro desafío a Estados Unidos, pese a que el gobierno ruso se ha apresurado a negarlo y a aclarar que la visita de Medvedev tiene como objetivo estrechar las relaciones comerciales y de cooperación con los países de la región.
La visita de Medvedev se produce sólo días después de que el primer ministro chino Hu Jintao también realizara una gira por varios países de América Latina para estrechar relaciones comerciales y asistir también a la cumbre de la APEC.
Relaciones comerciales
Según cifras oficiales, el volumen de intercambio comercial entre Rusia y Latinoamérica se ha incrementado alrededor de un 30% anual en los últimos años y se espera que en 2008 alcance los US$15.000 millones. La semana pasada el canciller ruso, Segei Lavrov, señaló que el objetivo de su país en América Latina es "potenciar las exportaciones de tecnología punta y la colaboración en el campo de la energía, la producción y transporte de gas y petróleo, el sector de la maquinaria de construcción, la industria metalúrgica y el transporte; la utilización pacífica de la energía nuclear y la exploración espacial".
Pese a todo, expertos consideran que el momento en que se produce el viaje de Medvedev es significativo, por tratarse del periodo de transición entre las presidencias de George W. Bush y Barack Obama. Con esta visita el presidente ruso quiere demostrar a EE.UU. que su país todavía tiene ambiciones diplomáticas globales, y que si Washington cree que puede operar cerca de las fronteras rusas, Moscú puede seguir sus propias políticas en una región considerada desde hace tiempo por los estadounidenses como su patio trasero.
Socios en el BRIC
En la agenda de la visita de Medvedev a Brasil uno de los asuntos principales será el de la cooperación nuclear, con el intercambio de tecnología y conocimientos en éste área como objetivo, en un momento en que Brasil busca asegurar la independencia energética de su pujante economía. Fuentes del gobierno brasileño también dijeron que durante la visita también se trataría la posible adquisición de material de defensa ruso.
Rusia ha venido trabajando recientemente junto a Brasil en el llamado grupo Bric (Brasil, Rusia, India, China), integrado por las economías emergentes más importantes del planeta. Las dos naciones esperan que para el año 2010 sus intercambios comerciales asciendan a US$10.000 millones.
Mientras, en Venezuela el presidente ruso podría firmar un acuerdo bilateral por el que Moscú ayudaría a Caracas a construir una planta nuclear en el estado de Zulia, al oste del país. Ambos países mantienen una estrecha colaboración en el campo energético, con los negocios entre la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y las rusas Lukoil y Gazprom, en lo que muchos consideran podría convertirse en la mayor alianza petrolera del mundo. Además, Rusia es un importante proveedor de armas a Venezuela, con compras que rondan los US$4.000 millones.
Mensaje para Obama
En Cuba, Medvedev buscará estrechar los vínculos económicos. Rusia es el décimo socio comercial de Cuba, con un intercambio comercial que el pasado año ascendió a US$363 millones, cifra que podría aumentar debido a que gran parte de la industria cubana es de origen soviético, así como la mayoría del parque automotriz. Además, hace unos días Moscú concedió a Cuba un crédito estatal de US$335 millones para la adquisición de mercancías y servicios rusos, pese a las indefiniciones que existen sobre el pago de la deuda contraída por la isla con la desaparecida Unión Soviética, y que según algunas fuentes podría llegar a los US$20.000 millones.
Pese a todo, nuestro corresponsal asegura que el objetivo primordial de la visita de Medvedev a La Habana será enviar un mensaje a la próxima administración estadounidense, cuando se especula con la posibilidad de que Barack Obama varíe significativamente su política hacia la isla.
Rusia fue uno de los 185 países que en al Asamblea General de Naciones Unidas votó a favor del levantamiento del embargo estadounidense contra Cuba. Hace unos días, el canciller Lavrov dijo esperar que el presidente electo de EE.UU. reconsidere la relación su país con Cuba.
Interés renovado
Con la desaparición de la Unión Soviética alejó a Moscú de Latinoamérica y le quitó la influencia de la que gozaba desde los años 60 con el triunfo de la Revolución Cubana, pero en los últimos años de la presidencia de Vladimir Putin (el ahora primer ministro), Rusia empezó a interesarse nuevamente por estas latitudes. Lo que antes era puro cálculo geopolítico hoy está aderezado con intereses comerciales.
A todos sirve la nueva estrategia afirma nuestro corresponsal: Rusia amplía su influencia diplomática y simultáneamente genera nuevos negocios, mientras los países latinoamericanos establecen alianzas que ayudan a reducir el peso de la política estadounidense en el continente. Sin duda una muestra del renovado interés mutuo entre Rusia y América Latina son las numerosos visitas que presidentes y ministros latinoamericanos han realizado en los últimos meses a Moscú y los recientes viajes de funcionarios del gobierno ruso a la región.

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